El 64% de los padres no controla la televisión que ven sus hijos -Una investigación de estudiantes de la Universidad de Navarra analiza la influencia de la televisión en el fracaso escolar Los estudiantes de 5º de Ingeniería Industrial que han realizado el estudio, junto al profesor Baguer. El 64% de los padres no controla ni la cantidad ni la calidad de los programas de televisión que consumen sus hijos. Además, el 60% de los adolescentes entre 12 y 14 años ve televisión después de las diez de la noche, e incluso a partir de las doce durante los fines de semana. Estos resultados pertenecen al informe “La influencia de la televisión en el fracaso escolar”, elaborado por Rosalía de las Rivas, Cristina Pastor, Jacobo Paredes, Jorge Sánchez y Álvaro Cevallos, estudiantes de 5º de Ingeniería Industrial de la Universidad de Navarra. Bajo la supervisión del profesor Ángel Baguer en la asignatura Recursos Humanos, los alumnos encuestaron a una veintena de docentes y a 317 adolescentes de los colegios Marianistas, Compañía de María e Instituto Peña Florida de San Sebastián. Su objetivo consistía en definir el perfil de este colectivo, sus espacios preferidos, la evolución en el tiempo que dedican y su relación con el fracaso escolar. Según los autores, el uso excesivo de televisión fuera del horario de protección al menor limitado entre las 8 y 9 de la mañana y las 17 y 20 horas de la tarde- se agrava por la baja calidad de los contenidos que consumen, plagados de estereotipos y poco educativos. Ante esta realidad, declaran que el 32% de los docentes encuestados tiene la percepción de que los padres ignoran el comportamiento de sus hijos en las aulas. Asimismo, el 28% cree que los progenitores se muestran proteccionistas ante el fracaso escolar, que achacan a la incompetencia del educador. Para el 30% de estos profesionales, la actitud predominante en los padres es la del pasotismo. Y un 50% considera que no tienen ni idea de los programas que ven sus hijos. El consumo indebido de televisión, ligado al fracaso escolar Respecto a la influencia de estos hábitos en las notas de los adolescentes, los autores de la investigación aseguran que la media de suspensos crece de forma proporcional a las horas de televisión que consumen a horas indebidas y sin la vigilancia de sus padres. Por ello, en la conclusión de su estudio afirman que “el problema” se deriva de ciertas carencias sociales graves. Se trata, por tanto, de un déficit cultural. En este sentido, su análisis propone recuperar un elemento fundamental -la familia- para que aumente, en su opinión, la participación ciudadana en la vida pública y política. En el desarrollo de este informe se entrevistó a diferentes expertos, entre ellos Imanol Artola, director de estudios en el colegio Marianistas de San Sebastián y antiguo trabajador de ETB; Héctor Devesa, arquitecto y director del Colegio Mayor Ayete; o José María Bastero, vicerrector de Investigación de la Universidad de Navarra. Escuela de Ingenieros