CURSO VIRTUAL TRABAJO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES IFEJANT CURSO VIRTUAL TRABAJO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES TERCERA UNIDAD: Tema 2: Las condiciones de explotación económica de niños y niñas Como hemos mencionado la OIT enfoca la erradicación del trabajo infanto adolescente como parte de la generación de condiciones para la superación de la pobreza y el desarrollo. Sin embargo, es difícil comprender como la reducción y erradicación del trabajo infanto adolescente puede contribuir a la lucha contra la pobreza, la misma pobreza que se concreta en el estado y situación cotidiana de más de la mitad de la población latinoamericana, sobre todo si tenemos en cuenta que la pobreza es un factor impulsor medular en la opción de miles, mejor millones de niños, niñas y adolescentes por trabajar en nuestra región latinoamericana, la decisión por trabajar que es en buena medida la alternativa para sacarle la vuelta o enfrentar frontalmente y con dignidad a la pobreza. El trabajo en sí no es malo, lo negativo es que el niño y niña tienen que trabajar para no sucumbir ante los niveles de desigualdad, pobreza y exclusión en que sobreviven en un mundo desbocado por la globalización. Los funcionarios de la OIT olvidan: “... que los niños y niñas que trabajan, en líneas generales, son más responsables y maduros que sus coetáneos que no lo hacen. Esto obedece al principio de la disciplina que impone ganar dinero y valorarlo. Se valora el tiempo, el espacio, el estudio, en fin, todo aquello que permite al adulto ser adulto. Sólo que ocurre en un momento de la vida que la sociedad considera temprano. El trabajo en sí mismo no es malo. Lo malo es que las condiciones que llevan a que el niño deba trabajar son equivocadas: la pobreza y la necesidad de sobrevivencia. El niño y la niña no trabajan como parte de su educación, sino como parte de la responsabilidad que hacen suya ante la indolencia de macroeconomistas y la realidad de la pobreza y la concentración de ingreso. Estos, por cierto, son algunos de los elementos que dieron pie a las revoluciones sociales en otras latitudes, en otras épocas”1. 1 Véase Ugarteche Oscar. Globalización y exclusión de la mujer en el Perú de los 90. En: Construyendo Una Agenda Social. Fondo editorial PUC. Pp. 167-172 CURSO VIRTUAL TRABAJO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES IFEJANT Parte del discurso erradicacionista versión inicios del siglo XXI enfoca al trabajo infanto adolescente como respuesta de corto plazo frente a la pobreza, que no rompe con el circulo de la pobreza ni a mediano, ni a largo plazo. Este planteamiento y proyección económica puede sonar muy coherente y factible sobre todo si se tiene en cuenta de que los niños, niñas y adolescentes están realmente construyendo solos su proyecto de vida, sin contar con el más mínimo apoyo o asistencia proveniente de los Estados, son los propios niños, niñas y adolescentes quienes desde su invisibilización y postergación en la prioridad de inversión social del Estado, vienen labrándose una mejor condición de vida. El mandato de erradicar el trabajo infanto adolescente como procedimiento de lucha contra la pobreza, es tan incoherente como el primer interés de la OIT a inicios del siglo XX de abolir el trabajo de niños, niñas y adolescentes, porque constituía mano de obra barata que perjudicaba al trabajador adulto. Si la alternativa es generar marcos políticos y normativos intolerantes frente al trabajo infanto y adolescente, estamos profundizando la condición de ilegalidad de los niños, niñas y adolescentes que trabajan, vulneramos sus derechos a la participación y a la opinión, y contribuiremos a que los explotadores del trabajo infanto adolescente sumen más niños, niñas y adolescentes para sus mezquinos fines. Cada vez hay más niños, niñas y adolescentes que se ven en la necesidad compulsiva de trabajar para contribuir a la satisfacción de sus necesidades básicas dentro de economías familiares marcadas por la pobreza. Sin marcos legales y políticos que los protejan, que los promuevan integralmente y les aseguren el pleno ejercicio de sus derechos políticos (integro en este rubro su organización, participación, opinión, etc.) y sociales, los niños, niñas y adolescentes trabajadores estarán expuestos a riesgos de explotación, malas condiciones de trabajo, de salud y a una escolarización en desventaja. Por otra parte, no debemos perder de vista que en un contexto en que estos últimos 20 años de políticas económicas neoliberales, ha aumentado la pobreza del 40 al 44% en América Latina. Hay una acelerada desestructuración de las familias de un rango del 30%. La tasa de desocupación se elevó del 6 al 9% y se deterioró la calidad de vida de los empleo disponibles al aumentar las personas que trabajan en el sector informal, según los últimos indicadores de la CEPAL2. Entonces, millones de niños, niñas y adolescentes tienen que trabajar. Además porque el trabajo es la actividad humana por la que el hombre orienta 2 Véase Kliskberg, Bernardo. Hacia una economía con rostro humano. Pp. 13-31 CURSO VIRTUAL TRABAJO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES IFEJANT sus esfuerzos a controlar, dirigir y aprovechar las fuerzas de la naturaleza para el logro de sus objetivos individuales y colectivos y en la que normalmente encuentra los recursos económicos para subsistir y progresar. Es la actividad humana productora de bienes y servicios que permiten la satisfacción de necesidades. Es, por tanto, un factor primario de producción3. Antes que optar por la definición de los trabajos peligrosos para niños, niñas y adolescentes (que debería ser una tarea de cada país, contando con el propio concurso de los niños, niñas y adolescentes trabajadores organizados) creemos mejor que la determinación de la condición de peligro debería de tomarse sobre la base de contrastar el siguiente conjunto de variables: Personas adultas sean familiares o no se quedan con los ingresos y obligan a los niños, niñas y adolescentes a trabajar; Es nocivo para su salud y su desarrollo; Supone una presión excesiva de carácter físico o psicológico; A los niños no les queda tiempo para ir al colegio y no consiguen aprender; No les queda tiempo para descansar o para jugar. Finalmente, como bien proponía Freinet (1974) el trabajo es formativo, suscita y orienta las ideas, lo que justifica el comportamiento individual y social de los hombres es el trabajo en todo lo que tiene de complejo y socialmente organizado; el trabajo es motor esencial, elemento de progreso y dignidad, símbolo de paz y fraternidad. De esta manera el trabajo constituye el medio a través del cual el hombre se realiza como ser humano gracias a su potencia creadora. Es por esto que incluso se habla de espiritualidad del trabajo4. Bibliografía Recomendada : - Liebel, Manfred: Explotación económica de niñas y niños. Un ensayo teórico para una praxis orientada en el sujeto. En libro ”Infancia y Trabajo”. Edit. por IFEJANT. Lima 2003. Pág. 189 a 211. 3 4 Véase Capella Riera, Jorge. Política Educativa. Pág. 228. Ibíd.. Pág. 228