El color La postura Este es un póster con dos colores fundamentales: azul y amarillo. Su combinación nos remite al encuentro entre el cielo y el mundo. El amarillo luminoso puede vincularse a espacios como la playa, el mar -contexto evangélica de la llamada al seguimiento de Jesús- a la tierra; y por tanto a lo concreto, al aquí y al ahora, a la solidaridad con los pobres, a la justicia, a la tierra-barro de nuestros límites y pobrezas. El azul remite a la unión con Dios, a lo espiritual, a los proyectos e ideales, a lo utópico, lo místico. Pero el espacio privilegiado es aquel en que se mezclan el azul y el amarillo, en el que se puede hacer “del mundo, un cielo”. Aquí es donde la pobreza, la justicia y nuestro barro quedan transformados por la gracia. El azul recibe su espacio de encarnación y el amarillo su posibilidad de ser transformado. El amarillo se hace creíble con el azul. Arrupe está arrodillado en un contacto mayor con la tierra que si estuviera en pie o sentado. Con los pies descalzos signo de pobreza, indica humildad, servicio, adoración. Las manos están abiertas en contacto pleno con su corporalidad, con sus límites, sintiendo también el palpitar de Dios en su vida. El trazo luminoso sobre su cabeza y el pecho indican la conciencia que tiene Pedro Arrupe de la presencia iluminadora de Dios en su vida; nos habla del sentirse continuamente bajo la mirada de Dios y su deseo sobre el mundo. Parece estar repitiendo: “Señor, aquí estoy. Haz de mí lo que quieras”. Realizando la entrega de su vida a la Iglesia y a la Compañía. Para la reflexión: Todos tenemos nuestro “lado negativo”. ¿Cuál es el mío? ¿Crees que puede ser tocado y transformado por el color azul, por Dios? ¿Y el mundo en el que vivo?¿Qué cambiarías de él? ¿Crees que Dios también querría cambiar eso mismo?¿Crees que es posible cambiarlo? El nombre de Pedro Arrupe Hay personas que hacen del mundo un cielo, hombres y mujeres que con su testimonio nos iluminan. Uno de ellos es P. Arrrupe, cuyo Ier Centenario del nacimiento (14 de noviembre de 1907) celebramos este año. Recordamos cien años de esta presencia privilegiada del Espíritu de Jesús en Pedro Arrupe. Alguien muy querido para los jesuitas y todos los colaboradores y amigos y amigas en el Señor. Su nombre está escrito en negro y blanco, muerte y resurrección expresadas en su vida y en su servicio como General de la Compañía. Pedro es el nombre que Jesús da a su primer discípulo y así le configura como piedra y fundamento. El nombre está escrito en una grafía centenaria, pero también nueva y actual porque es directa. Es un trazo humano. El nombre está situado en el espacio de conjunción donde cielo y tierra se unen, donde encarnación y glorificación se mezclan. Para la reflexión: ¿Has pensado alguna vez si Jesús te pide algo concreto a ti? ¿Serías capaz de responderle si descubres que te pide algo? ¿Cómo podría yo, hoy, colaborar como muchos otros lo hacen, a hacer del mundo un cielo?¿Qué actitudes querría tener para ello? Para la reflexión: ¿Qué personas conoces que pertenezcan a la Iglesia y que admires? ¿Qué crees que han hecho por la vida, por el mundo en el que vivimos? Los zapatos Los zapatos quitados son una pregunta que nos remite a la experiencia de Moisés en el Horeb. Hay que descalzarse y calzarse de nuevo para realizar esta misión. Como Moisés hay que descalzarse y vaciarse para escuchar la llamada de Dios y calzarse de nuevo para bajar del monte y servir al pueblo de Dios. Para la reflexión: En tu deseo de servir y ayudar a los demás, ¿Qué cosas o actitudes crees que no te ayudan, que te dificultan o son obstáculo? ¿Qué cosas o actitudes quieres fomentar más de ti mismo? La ventana en forma de cruz Toda esta imagen está captada desde la ventana que mira a su oratorio. En primer plano está la cruz como camino de salvación que Arrupe vivió en tantos aspectos de su persona y de su vida. La resurrección en la que desemboca toda cruz podría estar reflejada en el blanco que ilumina su cabeza y corazón. Para la reflexión: ¿Crees que hasta ahora ha sido fácil la vida para ti? ¿Has pasado por momentos de dolor y por momentos de alegría? Cuáles A LOS JÓVENES Yo os diría que todo se puede resumir en ser amigos de Cristo, pero amigos verdaderos. El ya nos ha elegido por amigos: “vosotros sois mis amigos”. Ahora es necesario que nosotros le elijamos a Él como amigo de verdad, como nuestro mejor amigo. Para convertirnos a Él, para unirnos más íntimamente a Él, para identificarnos con Él, no hay camino más recto que el que pasa por la Eucaristía. Señor, aquí tienes este grupo de jóvenes tuyos que han sentido tu invitación: “Si quieres ser perfecto, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y ven y sígueme”. Ellos quieren serte fieles, seguirte dondequiera que vayas y dar la vida por Ti. Tan entusiasmados contigo que dicen a una con Itai al Rey David: “Por Yahvé y por tu vida, Rey mi Señor, que donde el Rey mi Señor esté, muerto o vivo, allí estará tu siervo”. Pedro Arrupe: a los jóvenes en Asís, 6 de septiembre de 1979 GUIÓN PARA PRESENTAR EL CARTEL DEL CENTENARIO DEL PADRE ARRUPE Equipo de promotores de vocaciones de las provincias de España