Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 TEMA 3 ESTADO, NACIÓN Y TERRITORIO. NACIÓN POLÍTICA Y NACIÓN CULTURAL. EL NACIONALISMO. MODELOS DE ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL ESTADO 1. ESTADO, NACIÓN Y TERRITORIO. ............................................................. 2 2. NACIÓN POLÍTICA Y NACIÓN CULTURAL. ................................................ 3 3. EL ESTADO. NATURALEZA, CONCEPTO Y ORÍGENES. .......................... 7 4. EL NACIONALISMO .................................................................................... 13 5. MODELOS DE ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL ESTADO. .............. 18 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................... 22 Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 1 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 1. ESTADO, NACIÓN Y TERRITORIO. En el siglo XIX se identifican, por primera vez, las ideas de nación, pueblo y Estado. Son aún nociones difusas que están por definir. La nación se identifica con un grupo de personas que tienen en común algo. Pero ese algo es diferente según el grupo de intereses que se definan. La nación la suele constituir un pueblo, que se identifica con un territorio (el concepto de pueblo también es difuso). Para que una nación pueda considerarse como tal, se entiende que debe tener un Estado independiente, con lo que se identifica Estado y nación. La visión romántica del asunto pretende que cada pueblo, para ser tal, debe luchar por tener un Estado. Lo que sí estaba muy claro era qué era un Estado: un conjunto de instituciones que administra y gobierna un territorio. Sin embargo, actualmente encontramos situaciones diversas: a) Menos del 10% de los estados-nación lo son completamente (en el sentido de que el Estado se corresponde con una única Nación) Como ejemplos, puede citarse Japón. b) En la mayoría de los casos hablamos de estados plurinacionales cuyos miembros pertenecen a identidades colectivas diferentes. En ocasiones esta pluralidad es asumida sin tensión, pero en otras puede causar situaciones de conflicto. El caso de España es paradigmático, así como otros múltiples ejemplos como Bélgica, China, etc. c) Existen naciones sin estado. Kurdistán, Cataluña, Québec. d) Igualmente hay estados sin nación. P.ej. Mónaco. e) Finalmente hay naciones divididas por más de un estado. P.ej. Corea La nación es una e indivisible, y está compuesta por un conjunto de ciudadanos con soberanía indiscutible que se expresa en la formación de un Estado. El derecho a tener un Estado, de los pueblos, supone, así, un derecho natural anterior a la creación del mismo. Pero este concepto implica, también, el de democracia participativa, puesto que es en el pueblo en donde reside la soberanía, y el que se concede un determinado tipo de Estado. Sin embargo, en la práctica, jamás se definió lo que era un pueblo, y los Estados nación se constituyeron sin atención a etnias, lenguas o religiones, ni a diferencias culturales. Lo que identificaba el sentimiento nacional era el bien común frente al privilegio, y el sentimiento, irracional, de pertenecer a una misma comunidad. El imperialismo demuestra que tampoco la identificación con un territorio era motivo para la creación de una nación. Además, existen naciones sin territorio, como los judíos o los gitanos.. El ciudadano es el que pertenece a un pueblo soberano que forma un Estado. Pero en esta época, el concepto de nación no se forma por exclusión de una frente a otras, sino que Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 2 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 pretenden aglutinar en un Estado nación a todos los que de alguna manera se pueden identificar como pertenecientes a un mismo pueblo: son los pannacionalismos. Italia, Alemania y Austria-Hungría son los tres Estados nacionales que surgen en el siglo XIX. Los tres son grandes Estados con un peso específico dentro de las potencias europeas. A pesar del empuje del nacionalismo como ideología, no todos los Estados son nacionales, ni todas las naciones tendrán Estado. En realidad, la formación de un Estado es independiente del concepto de nación, y en todos los Estados hay varias naciones o pueblos. Es un problema de escala: el Estado para que sea viable económicamente ha de tener un determinado tamaño mínimo, que viene definido por el mercado para los productos industriales. Los Estados se crean a raíz de la formación de un mercado nacional libre de trabas aduaneras. El debate de la nación Estado se plantea fuera de la ideología liberal, que en última instancia es la que predomina a la hora de crear Estados reales. La complejidad para definir lo que es una nación y lo que es un pueblo, que tienen derecho a un Estado, es, ante todo, metodológica. 2. NACIÓN POLÍTICA Y NACIÓN CULTURAL. El concepto de nación empezó a ser utilizado a finales del S. XVIII para designar a la comunidad humana que forma el sustrato indispensable de un estado. Dos son las versiones que se han atribuido al término de nación: 1. TRADICIÓN FRANCESA: La nación está integrada por todos aquellos que manifiestan el deseo de convivir en una misma comunidad política, más allá de cualquier diferencia lingüística, cultural, religiosa o étnica. Para esta versión (Sieyès, 1789) una nación existe cuando hay una voluntad compartida por ejercer colectivamente el poder. La nación tiene un fundamento subjetivo en la voluntad política de sus miembros, que se manifiestan principalmente en contra de la monarquía absoluta//. 2. TRADICIÓN ALEMANA: La nación está integrada por quienes participan de determinados rasgos como la lengua, la cultura, la mitología histórica. La nación tiene un fundamento sustantivo basado en las señas de identidad colectivas. Aquí no es la nación frente al monarca absoluto; es la //nación (homogénea) frente a otras naciones. Según la versión de nación que se tenga en cuenta, se distinguen dos procesos diferentes en la forma política estatal: 1. NACIÓN POLÍTICA: El estado precede a la conciencia de nación. Los poderes estatales fueron quienes impulsaron la construcción de la nación como una “comunidad imaginaria” con características diferenciales tales como una lengua, unas tradiciones culturales, unos rasgos étnicos, etc. De este modo la nación y la conciencia de una identidad nacional, se va construyendo desde el Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 3 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 mismo estado, que es quien tiene el poder. La consigna clara es que “cada estado debe contar con su propia nación”.P.ej. Francia 2. NACIÓN CULTURAL: La nación es la que conduce hacia el estado. La movilización de un colectivo en torno a determinadas señas compartidas de identidad (principalmente, según Castells, la historia y la //lengua, //que// es la verbalización del pasado común/) se convierte en algún momento en reivindicación de personalidad política. Éste es el sentido de los movimientos y partidos nacionalistas que aspiran a la creación de su propio estado. En este caso se trata de que “cada nación consiga su propio estado”. En ambos casos, ni la nación ni el estado son realidades naturales, sino “artificiales”, construidas por la acción humana a lo largo de la historia. Nación política En el campo del derecho político, la nación política es el titular de la soberanía cuyo ejercicio afecta a la implantación de las normas fundamentales que regirán el funcionamiento del Estado. Es decir, aquellas que están en la cúspide del ordenamiento jurídico y de las cuales emanan todas las demás. Han sido objeto de debate desde la Revolución francesa hasta nuestros días las diferencias y semejanzas entre los conceptos de nación política y pueblo, y por consiguiente entre soberanía nacional y soberanía popular. Las discusiones han girado, entre otras cosas, en torno a la titularidad de la soberanía, a su ejercicio, y a los efectos resultantes de ellos. Una distinción clásica, con respecto a la mencionada Revolución, ejemplifica en la Constitución de 1791 la soberanía nacional, ejercida por un parlamento elegido por sufragio censitario (visión conservadora), y la soberanía popular en la Constitución de 1793, en la que el pueblo es entendido como conjunto de individuos, lo que conduciría a la democracia directa o el sufragio universal (visión revolucionaria). Sin embargo, estos significados ya se difuminaron en la misma época revolucionaria, en la que varios autores emplearon los términos de otra forma. Según Guillaume Bacot las diferencias fueron prácticamente terminológicas y desde 1789 a 1794 hubo en el fondo un mismo concepto revolucionario de soberanía. En 1789 el abate Sieyès usó, con un fuerte carácter socio-económico, nación y pueblo como sinónimos. Pero poco después modificó su significado, estableciendo una diferencia fundamental para su idea de la soberanía y del Estado constitucional. Concibió entonces la nación como propia del Derecho natural, anterior al Estado (Derecho positivo), y al pueblo como determinado a posteriori. En síntesis, para Sièyes la nación es titular de la soberanía, ésta se ejerce mediante el poder constituyente, y después, tras el "establecimiento público" (Constitución), quedaría definido el pueblo como titular del poder constituido. Así pues, el pueblo sería para el abate la nación jurídicamente organizada. Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 4 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 Nicolas de Condorcet sólo emplea el término pueblo, pero coincide con Sièyes al hacer énfasis en la distinción entre poder constituyente y poder constituido como base para el buen funcionamiento del Estado liberal y democrático. Para estos dos autores, el papel del titular de la soberanía (llámese nación o pueblo) se agota tras el ejercicio del poder constituyente. Tan sólo quedaría, en estado latente, como "recordatorio" del fundamento del Estado, y podría manifestarse excepcionalmente para rebelarse contra la opresión de una eventual tiranía. De los mencionados argumentos de Sieyès y Condorcet se deriva una idea básica respecto al Estado constitucional, que perdura hasta hoy, según la cual, como señalan, por ejemplo, Martin Kriele e Ignacio de Otto, en dicho Estado no hay soberano. Esto se basa en que si consideramos la soberanía como summa potestas o poder ilimitado (y por tanto con facultad para crear leyes sin ningún freno a priori), ello es incompatible con la existencia de una norma fundamental que establezca su supremacía. Otros autores2 sostienen que el proclamar la soberanía nacional tiene por objetivo propugnar o establecer una estructura constitucional propia del Estado liberal de Derecho: al atribuir la titularidad (que no el ejercicio) de la soberanía a un ente unitario y abstracto, se proclaman como no originarios los órganos estatales, evitando que cualquiera de ellos reclame para sí poderes que considere anteriores a la Constitución, lo que además favorece la articulación policéntrica de dichos órganos (pues ninguno prevalecería sobre los demás). Internacionalmente hablando, la nación no es sujeto de Derecho, característica que sí posee el Estado. Nación cultural El concepto de nación cultural es uno de los que mayores problemas ha planteado y plantea a las ciencias sociales, pues no hay unanimidad a la hora de definirlo. Un punto básico de acuerdo sería que los miembros de la nación cultural tienen conciencia de constituir un cuerpo ético-político diferenciado debido a que comparten unas determinadas características culturales. Estas pueden ser la lengua, religión, tradición o historia común, todo lo cual puede estar asumido como una cultura distintiva, formada históricamente. Algunos teóricos[cita requerida] añaden también el requisito del asentamiento en un territorio determinado. El concepto de nación cultural suele estar acoplado a una doctrina histórica que parte de que todos los humanos se dividen en grupos llamados naciones. En este sentido, se trata de una doctrina ética y filosófica que sirve como punto de partida para la ideología del nacionalismo. Los (co)nacionales(n1) (miembros de la nación) se distinguen por una identidad común y generalmente por un mismo origen en el sentido de ancestros comunes y parentesco. La identidad nacional se refiere especialmente a la distinción de características específicas de un grupo. Para esto, muy diferentes criterios se utilizan, con muy diferentes aplicaciones. De esta manera, pequeñas diferencias en la Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 5 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 pronunciación o diferentes dialectos pueden ser suficientes para categorizar a alguien como miembro de una nación diferente a la propia. Asimismo, diferentes personas pueden contar con personalidades y creencia distintas o también vivir en lugares geográficamente diferentes y hablar idiomas distintos y aun así verse como miembros de una misma nación. También se encuentran casos en los que un grupo de personas se define como una nación más que por las características que comparten por aquéllas de las que carecen o que conjuntamente no desean, convirtiéndose el sentido de nación en una defensa en contra de grupos externos, aunque éstos pudieran parecer más cercanos ideológica y étnicamente, así como en cuestiones de origen (un ejemplo en esta dirección sería el de "Nación por Deseo" (Willensnation), que se encuentra en Suiza y que parte de sentimientos de identidad y una historia común). El concepto de nación tiene un fuerte componente ideológico, que se define en el «amor a la patria», y se concreta en la investigación de las peculiaridades que definen al pueblo y en el conocimiento de la geografía nacional. Es la época en la que aparece el excursionismo y las sociedades de amigos del país. Sin embargo, existe una contradicción fundamental entre el nacionalismo que excluye a los demás, al definirse como diferente a los otros, y el internacionalismo que aboga por la supresión de todas las barreras económicas. La teoría liberal se formó atendiendo a empresas individuales, y a expensas de las nacionales, que pretendían tener el mayor espacio posible libre de trabas comerciales. Todos los grandes teóricos de la política y la economía del siglo XIX intentan definir lo que es una nación. Para Adam Smith una nación es la que tiene un Estado territorial. Según esto, sólo son pueblo, y por lo tanto nación, aquellos que tienen Estado. Schoenberg dudaba que el concepto de renta nacional elaborado por Smith tuviera algún sentido, ya que implicaba al conjunto de los ciudadanos y a la renta de un territorio. Sin embargo, el interés individual no tenía porqué coincidir con el nacional. La teoría liberal abogaba por la no intervención del Estado, pero el Estado controlaba ciertos monopolios que se consideraban básicos para el funcionamiento del país: la moneda, las finanzas, la normativa fiscal y aduanera, etc. Los Estados constituían espacios homogéneos y libres para ejercer las actividades de las empresas capitalistas, pero estaba restringido a sus habitantes. Llegado el caso, en épocas de crisis, se podía restringir el mercado con el exterior tomando medidas proteccionistas. Estas medidas las solían adoptar los Estados menos desarrollados. El sistema implica la formación de una economía nacional, en la que el país debe tener un tamaño suficiente para que el mercado pueda consumir lo que la industria produce, y la nación sea así viable económicamente. La nación Estado tiene que estar integrada, lo que se consigue gracias al transporte, que crea los mercados nacionales. Y además tiene que tener en su territorio los recursos naturales que emplea su industria. Es el principio del colonialismo. En el siglo XIX se esperaba que los movimientos nacionales fuesen en favor de la unificación y de la expansión, pero también fueron en favor de la división. Serbios y croatas se separaron del Imperio otomano intentando crear una Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 6 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 unidad política sin precedente histórico: Yugoslavia. Y lo mismo hicieron checos y eslovacos, o los suizos (algo antes). Se pensaba que las naciones sin Estado estaban condenadas a desaparecer, por que la imposición de la cultura dominante acabaría barriendo los sentimientos nacionales populares menores. Pero estos sentimientos se mantuvieron gracias a los nacionalismos políticos que surgieron en todos los países, y que mantuvieron este sentimiento nacional separatista dentro de las grandes naciones que se formaron en el siglo XIX. 3. EL ESTADO. NATURALEZA, CONCEPTO Y ORÍGENES. Con el término Estado nos referimos a un tipo de fenómeno social caracterizado por rasgos esenciales, como: a) una relación de autoridad y subordinación entre sus integrantes b) el monopolio del ejercicio de la violencia por quienes son titulares de la autoridad; c) la existencia de un orden jurídico d) dimensión institucional. El "Estado" no es sino un tipo determinado de conducta social regulada jurídicamente, que se da en una situación espacio- temporal definida. El Estado no es un fenómeno físico susceptible de percibirse por los sentidos, sino un hecho social que conlleva la interacción jerárquica de sus miembros, regulado por un orden jurídico. Han Kelsen, en su obra "Teoría General del Estado dice que el Estado no son los hombres que vemos y tocamos y que ocupan un espacio, sino únicamente un sistema de normas que tienen por contenido una cierta conducta humana. El carácter espacio-temporal del Estado se halla definido por la vigencia del orden jurídico en un territorio y en un período determinados. El orden jurídico de un Estado no es válido eternamente, ni tampoco para todos los estados. Su validez es restringida a un cierto ámbito territorial y durante un cierto periodo. En suma, el Estado es un fenómeno social complejo, cuyo rasgo distintivo es la regularización coactiva de la conducta humana a través de un orden normativo. El Estado es sociedad más poder (tomémosle a este en el sentido de autoridad), o sea una sociedad políticamente organizada. Analizar la naturaleza y orígenes del Estado, es un medio conexo al de los elementos de su trama, que con la sociedad, el poder y el derecho, de un lado; y por otro, como elementos constitutivos, se tiene la territorio, la población y la autoridad. Al Estado no lo advertimos en su forma corpórea sino a través de sus acciones, o sea a través de la legislación, de la administración pública, de la fuerza armada y de los símbolos. De ahí que su naturaleza aparezca inaprensible, y Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 7 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 es que el Estado es un ente concreto, ante todo. Su realidad se concreta en la sociedad. El concepto sociedad es más extenso que el de Estado; el primero representa el género, y el segundo la especie. No es un orden normativo, por más que las normas reflejen la estructura que decide darse. No está formado por hombres sino por actividades humanas. Carnelutti, viejo pensador del derecho, nos enseña que una sociedad se llama Estado en tanto y en cuanto produce derecho. La Filosofía del Derecho nos explica el sentido radical de lo jurídico en la vida humana y en el universo. Nos presenta la sociedad como convivencia humana bajo unos mismos principios; según definición de Ortega y Gasset, filósofo español, el cual aclara que el Estado es también sociedad, pero no toda ella, sino un modo de ella. Con un fin didáctico, puede definirse el Estado como "la colectividad humana, organizada políticamente sobre un territorio". Definirlo por sus elementos, es didáctico, pero equivale a una presentación heterogénea, que pugna con la esencia unitaria homogénea del Estado, sumar sus elementos es una manera aritmética de definirlo, pero no brinda la concepción unitaria que le corresponde. Con todo, en calidad de aproximación al personaje Estado, es válido definirlo por sus tres elementos: pueblo, territorio y poder o autoridad, agregando la finalidad que la anima, o sea el bien común. El poder y el fin son los datos que fundamente el orden jurídico, el cual es la textura institucional del Estado. Naturaleza del Estado. La palabra Estado es moderna y corresponde a la unificación política lograda después de la era medieval. Para los griegos, la palabra "polis", o sea ciudad, expresaba la comunidad diferenciada por un modo de vida propia. El Estado era entendido por los romanos como "res pública" o "civitas". Del uso de las expresiones tales como "status rei romanae", pude provenir la voz Estado. Al extender su dominación, Roma llamó "imperium" a su organización política, acentuando así el elemento decisivo del concepto "Estado", que es el imperio o potestad de mandar. En el derecho germánico también se acentuó el elemento de dominio, pues el Estado fue llamado "Reich", voz que procede de "regnum", o sea mando de un príncipe. El Estado moderno en cuanto construcción consistente u obra de arte, apareció en la Italia de los siglos CIV y XV, cuando se centralizó el poder por reacción contra el feudalismo. La denominación "Estado" fue acuñada por Maquiavelo, desde las líneas iniciales de su obra "El Príncipe" (ver bibliografía). Tal acepción de l palabra "stato", deriva de la voz latina "status", que expresa un orden, vino a responder a una necesidad general qua que ninguna de los voces antes usadas servía para denominar la pluralidad de formas políticas existentes en la Italia renacentista. Unido al nombre de una ciudad como Florencia, Génova o Venecia, el término "stato" dio expresión a todas las formas, fueran republicanas, monárquicas o tiránicas, o bien aplicada sólo a una ciudad o sea a toda una Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 8 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 región sometida a una misma autoridad. La nueva denominación fue adoptada antes de dos siglos por los principales idiomas y su uso se convirtió en universal. El Estado es el resultado de una larga evolución de la convivencia humana de la convivencia humana. Aparece con la civilización sedentaria, cuando el grupo pasa de la vida nómada a la vida agraria. Esto es que el Estado surge cuando la sociedad se divide en clases sociales. Con el Estado se alcanza el grado más alto de la organización social, el de la unidad colectiva dotada de capacidad para la autodeterminación y regida por una ordenación jurídica. El hecho de que el Hombre esté naturalmente destinado a la convivencia fue lo que determinó las formas primitivas de la vida social y la aparición del Estado Los elementos humanos más próximos del Estado no son los individuos, puesto que la sociedad no es un agregado de átomos, sino las comunidades locales y las familias. Se ha constituido históricamente por las asociaciones de los grupos naturales, o sea la familia y comunidades locales, las cuales formaron un grupo superior en cuyo desarrollo se fueron distinguiendo las funciones que hacen necesario el poder. La primera sociedad natural, fue sin duda la familia. Por extensión o crecimiento espontáneo de la familia, o bien por agregación de otras, se formaron el clan y la tribu. Esta fundó la ciudad, realidad permanente que arraiga al hombre a un territorio. Las necesidades de la defensa común y el intercambio comercial favorecieron la agregación de ciudades dentro de una más vasta unidad social: la nación. Sólo dentro de ella puede el hombre realizar sus destinos y alcanzar el mayor grado posible de perfección. Históricamente, ha sido el Poder el que ha creado el Estado, organismo social encargado de realizar el derecho. Lo más probable es que el Estado reconozca su origen en el acatamiento tácito de la autoridad de quienes asumieron el Poder por un simple impulso de voluntad. La coexistencia de familias, o bien quizá de sujeción de unas familias a otras, añadida a la descendencia común en una estirpe, no bastan para dar nacimiento a la sociedad civil, que es específicamente distinta de la familia. Se precisa siempre un factor de asentimiento a las obligaciones recíprocas, de costumbre o aceptación tácita, para explicarse la formación del Estado. Elementos constitutivos del Estado. El Estado es una comunidad política cuyos elementos constitutivos son el territorio, la población (el pueblo) y la autoridad, en el sentido equivalente a gobierno. 1. El territorio es la base espacial del Estado, aún cuando el Estado es un fenómeno social no podría existir sin un sustento físico, material. Esta base física es, pues, una de las condiciones que hace posible la existencia del Estado, sin ella no podría ni siquiera concebirse un Estado en el mundo real. Sin territorio no hay Estado, aunque naturalmente su ámbito espacial puede variar en el tiempo. Esto ocurre, por ejemplo, cuando a causa de una guerra el Estado derrocado pierde parte de su territorio o cuando el Estado vencedor lo amplía. Fenómenos como la expansión colonial que dan origen a grandes imperios son también una de multitudes formas en que un Estado extiende su ámbito territorial. En estos casos las áreas coloniales pertenecen al territorio del imperio, a pesar de las grande Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 9 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 distancias y la heterogeneidad socio-cultural que hay entre las metrópolis y ellas. El territorio es el ámbito de un Estado ocupado por su población y en el cual tiene plena vigencia la autoridad ejercida por la élite a través de las normas jurídicas. Uno de los objetivos fundamentales de las élites que no están al servicio de potencias extranjeras a garantizar la integridad territorial del Estado, para lo cual emplean diversos medios que van desde la diplomacia hasta la guerra, La defensa de la integridad territorial exige, por otro lado, la demarcación cuidadosa de las fronteras de cada Estado, así como su fijación en documentos de Derecho Internacional como son, por ejemplo, los tratados. El nacimiento y desaparición de los Estados está esencialmente vinculadas al territorio; ello explica que su integridad sea materia de los más agudos conflictos. Conviene recordar que el territorio de los Estados comprende: el suelo, el subsuelo, el espacio aéreo y el mar territorial, y que no se reduce a lo que se llama tierra firme. Ello significa que el Estado ejerce su autoridad soberana en dichos ámbitos, estando facultado a defenderlos de la intervención externa de otros Estados o de particulares. En el mundo moderno la problemática del territorio de los Estados se ha complicado, un tanto, por la emergencia de los fenómenos como el colonialismo y el neocolonialismo. Como ya es harto conocido, la dominación colonial clásica tenía como consecuencia la incorporación del territorio de las pareas periféricas al imperio. De este modo se configuraba una dependencia política, administrativa y económica abierta, apoyada en la superioridad militar de las metrópolis imperiales. De allí que , el nacimiento de los nuevos Estados independientes implique para el imperio, la pérdida de territorios que antes le pertenecía. Esto es lo ocurrió precisamente en la emancipación latinoamericana, frente al imperio español en el siglo XIX, y en la descomposición del imperio colonial británico, francés, belga, holandés y portugués, respectivamente, desde la segunda guerra mundial. Los nuevos Estados independientes ocuparon áreas territoriales que antes formaban parte de los imperios. Al entrar en crisis el colonialismo clásico en la forma en que los hemos descrito, no por ello se garantizó la plena integridad de los nuevos Estados, apareciendo el fenómeno neo-colonial. En la dominación neo-colonial se respeta la autonomía jurídica de los nuevos estados en la comunidad internacional, pero los Estados dominantes ejercen de hecho un enorme poder sobre los dependientes, hasta tal extremo de vulnerar la soberanía de éstos sobre partes de su territorio. Esto ocurre, por ejemplo, cuando los Estados dependientes ceden parte de su territorio para la instalación de bases militares extranjeras sobre las cuales carecen de control alguno, o cuando los recursos naturales de una determina zona de territorio son sometidos a una explotación extensiva que en poco o nada beneficia al Estado dependiente. Naturalmente que en estos casos el Estado no pierde su territorio en términos globales, pero si se restringe su autoridad sobre partes de él, constituyéndose enclaves militares o económicos que escapan a su control. Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 10 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 Otra forma en que los Estados reducen su autoridad en parte del territorio es a través de la ocupación por tropas extranjeras que se mantienen allí a pesar del rechazo de la población. Finalmente, un Estado ve reducida su autoridad en parte del territorio cuando como consecuencia de una insurgencia guerrillera los rebeldes establecen las llamadas "zonas liberadas". Estas zonas son formalmente áreas territoriales del Estado, pero sus gobernantes carecen de autoridad real sobre éllas; ya que los líderes insurgentes crean órganos de administración más o menos embrionarios, según los casos, y poseen el control militar, físico, de las zonas mencionadas. Por lo expuesto, es fácil concluir que un territorio relativamente estable y que garantizada su integridad en una condición esencial para la existencia del Estado. Y es en torno al control de la base física del Estado que se desencadena gran parte de los conflictos políticos internos y externos. 2. El segundo elemento constitutivo del Estado es la población, es decir, la comunidad humana asentada en su territorio y que se halla subordinada a su autoridad. Aquí aparece la problemática de la nación, así como la relación entre la nación y el Estado. La nación puede caracterizarse de modo genérico como un grupo social relativamente extenso cuyos integrantes poseen un sentido de pertenencia a él debido a rasgos culturales y a una conciencia histórica comunes, Los integrantes de una nación tiene una conciencia más o menos explícita, según los casos, de formar parte de una comunidad distinta a las demás. Esta conciencia nacional implica la identificación con valores culturales comunes, así como vínculos efectivos de solidaridad entre los integrantes de una nación. La nación se define, por lo tanto, en términos esencialmente socio-culturales e históricos. Ello significa que a pesar de la diferenciación social y económica que haber al interior de una nación, subsisten vínculos comunes que establecen la solidaridad nacional. Es decir que las diferencias entre las castas, los estamentos y las clases sociales que hay en una nación no impiden el desarrollo de la conciencia y el sentimiento de pertenecer a una comunidad nacional distinta a las demás. La nación es un fenómeno colectivo en el cual puede coexistir la heterogeneidad de subgrupos, con intereses sociales y económicos específicos, con la homogeneidad de la conciencia y el sentimiento nacional. Es por ello que la nación es una comunidad integradora frente a los subgrupos que la conforman. Ahora bien, la población del Estado puede estar constituida por una sola nación o ser multinacional. En la actualidad hay muchos Estados multinacionales, como por ejemplo el caso peruano, el británico, el belga, el suizo, entre otros, cuyas respectivas poblaciones pertenecen a grupos nacionales distintos. Aún cuando la autoridad política del Estado se impone sobre diversos grupos nacionales que coexisten en su territorio, con frecuencia las relaciones entre ellas son tensas y en casos extremos conflictivas. En los Estados multinacionales, el conflicto interno puede poner en peligro la estabilidad política, al parecer movimientos separatistas que buscan constituir un Estado autónomo. En algunas ocasiones, los movimientos separatistas llevan a cabo la lucha armada en Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 11 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 forma de guerrilla y terrorismo para alcanzar la ansiada independencia nacional, como es el caso de los vascos. Por lo expuesto, puede apreciarse que todo Estado se sustenta por lo menos en una nación, aunque con cierta frecuencia se desarrollan Estados multinacionales. También es claro que aunque no hay estados sin base nacional, si puede haber naciones sin Estado. Como fue el caso de la nación hebrea antes de la creación del Estado de Israel en 1948, y el de la nación palestina que hasta el presente no ha logrado constituir un propio Estado. En suma, la nación es una condición necesaria pero no suficiente para la formación del Estado; para ello hacen falta un territorio y una autoridad gubernamental, esto es, un gobierno. 3. El tercer elemento constitutivo del Estado es la autoridad, es decir, la relación de supraordinación y subordinación que se da entre la élite política y el resto de la sociedad. La élite política impone coercitivamente su autoridad, valiéndose para ello de las normas jurídicas. Como se sabe, las normas jurídicas se imponen coercitivamente en la medida que su violación faculta a los Órganos del Estado a aplicar sanciones. La autoridad se ejerce a través de dichas normas y a ellas apelan los gobernantes y el aparato administrativo para encauzar la conducta de la masas. Las normas jurídicas establecen lo que debe de hacerse, aunque su cumplimiento nunca se a plenitud. En la medida en que un Estado la mayoría de la población acate dichas normas se dice que tiene eficacia. La autoridad política es, en ese sentido, reguladora de la conducta de los integrantes de un Estado, ya que las normas motivan su conducta. En el Estado, los hombres se hallan sometidos al sistema jurídico establecido y aplicado por la élite y el aparato burocrático. Naturalmente que dicho sistema no es neutral con respecto a los intereses de los diversos grupos y clases existentes en una sociedad determinada. Es justamente a través de él que los grupos hegemónicos en una sociedad imponen coactivamente su voluntad. La autoridad de los gobernantes, apoyados en un aparato de violencia institucionalidad (tribunales, fuerza represiva, cárceles, etc), pueden aplicar sanciones previstas por el sistema jurídico. Es pertinente señalar que la autoridad de la élite política en el Estado es de carácter institucional. Vale decir, que no hay que confundir a las personas que circunstancialmente ejercen dicha autoridad con la autoridad misma que pertenece a la comunidad política que llamamos Estado y que existe en el marco de un proyecto global de los grupos hegemónicos en una situación dada. Las personas que integran la élite cambian, pero la autoridad institucional del Estado no por ello desaparece, salvo en los casos en que dicho cambio vaya acompañado de la disolución del Estado por causas diversas, como por ejemplo, una guerra civil, o el sojuzgamiento ante otro Estado. Finalmente, la autoridad del Estado es soberana, es decir que se erige como autoridad suprema en su territorio y como autónoma en la comunidad internacional. Ello significa que la autoridad estatal es jurídicamente superior a la de cualquier otra institución en su ámbito Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 12 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 territorial. En el ámbito internacional, la soberanía se expresa en el hecho de que las autoridades de un Estado no tienen la obligación jurídica de cumplir órdenes de otros Estados. En suma, el Estado es una unidad política constituida por una comunidad humana nacional o multinacional, fijada en un territorio determinado, en la que existe un orden jurídico establecido y mantenido por una élite que monopoliza la autoridad intitucionalizad, dotada con poderes de coacción. 4. EL NACIONALISMO Nacionalismo, durante la historia moderna, movimiento que considera la creación del Estado nacional como indispensable para realizar las aspiraciones sociales, económicas y culturales de un pueblo. El nacionalismo se caracteriza ante todo por el sentimiento de comunidad de un pueblo, sentimiento basado en un origen, un lenguaje y una religión comunes. Antes del siglo XVIII, momento en que el nacionalismo se conformó como un movimiento específico, los Estados estaban basados en vínculos religiosos o dinásticos: los ciudadanos debían lealtad a su Iglesia o a la familia gobernante. Inmersos en el ámbito del clan, la tribu, el pueblo o la provincia, la gente extendía en raras ocasiones sus intereses al espacio que comprendían las fronteras estatales. Desde el punto de vista histórico, las reivindicaciones nacionalistas se generaron a raíz de diversos avances tecnológicos, culturales, políticos y económicos. Las mejoras en las comunicaciones permitieron aumentar los contactos culturales más allá de su pueblo o su provincia. La extensión de la educación en lenguas vernáculas a los grupos menos favorecidos les permitió conocer sus particularidades y sentirse miembros de una herencia cultural común que compartían con sus vecinos, y empezaron a identificarse con la continuidad histórica de la comunidad. La introducción de Constituciones nacionales y la lucha por los derechos políticos otorgaron a los pueblos la conciencia de determinar su destino como nación. Al mismo tiempo, el crecimiento del comercio y de la industria allanó el camino hacia la formación de unidades económicas mayores que las ciudades o provincias tradicionales. La mayor parte de las naciones modernas se han desarrollado de modo gradual sobre la base de unos vínculos compartidos como la historia común, la religión y el lenguaje. Sin embargo, existen algunas excepciones muy llamativas como Suiza, Estados Unidos, Israel y la India entre otras. Suiza es una nación donde nunca se estableció un lenguaje o una religión comunes. Entre los helvéticos se encuentran católicos y protestantes; tampoco poseen un unidad lingüística ya que se habla francés, alemán, flamenco e italiano en diferentes zonas del país. El nacionalismo suizo apareció más que nada a partir del aislamiento en una región montañosa, del deseo de mantener la independencia política y de la rivalidad entre poderes imperialistas que se disuadían entre sí en su propósito de conquistar Suiza. Estados Unidos se configuró a través de la colaboración de inmigrantes de diferentes religiones y procedencias, y se desarrollaron de forma importante gracias a la llegada de nuevos inmigrantes que tenían poco en común, excepto compartir un deseo de libertad religiosa, económica y política. Aunque sólo se Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 13 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 hablaba un idioma, el nacionalismo estadounidense se basó ante todo en un compromiso con la idea de la libertad individual y de un gobierno representativo, según la tradición británica. Lo que en Gran Bretaña se consideraba el derecho por nacimiento de los británicos, en Estados Unidos se convirtió, gracias a la influencia del Siglo de las Luces, en el derecho natural de cualquier persona. La Declaración de Independencia culminó esta ética de las libertades. Israel se constituyó casi en su totalidad por la inmigración de diferentes grupos nacionales de judíos que compartían un ideal común basado en un nacionalismo religioso. El tradicional deseo de los judíos de un renacimiento nacional en Palestina había permanecido incumplido durante casi 2.000 años. Como resultado del genocidio perpetrado por los gobernantes nacionalsocialistas de Alemania antes y durante la II Guerra Mundial, la reivindicación de un Estado por parte de los judíos cobró de pronto una importante fuerza. Más de un millón de refugiados procedentes de muchos países emigraron a Palestina. Aprendieron hebreo, el recuperado idioma nacional, e implantaron un nuevo Estado que proclamó el judaísmo como religión oficial. Sin embargo, entre los judíos del mundo, los de Israel son una minoría: la mayoría sigue viviendo como un grupo religioso minoritario en sus respectivos países de origen. La India es una nación en la que el hinduismo actuó de un modo tradicional como elemento de cohesión entre pueblos de diversos idiomas, religiones y razas. La India alcanzó la unidad nacional a través de la influencia de ideas occidentales, y sobre todo durante su lucha contra la dominación británica. Orígenes. Los inicios del nacionalismo moderno se remontan hasta la desintegración, al final de la edad media, del orden social feudal y de la unidad cultural (en especial la religiosa) de varios Estados europeos. La vida cultural europea estaba basada en la herencia común de ideas y actitudes transmitidas a través del latín, el idioma de las clases cultivadas. Todos los europeos occidentales profesaban entonces la misma religión: el catolicismo. El derrumbe del sistema social y económico dominante, el feudalismo, vino acompañado del desarrollo de comunidades más grandes, interrelaciones sociales más amplias y dinastías que favorecieron los valores nacionales para conseguir apoyos a su dominación. El sentimiento nacional se vio reforzado en algunos países durante la Reforma, cuando la adopción del catolicismo o del protestantismo como religión nacional actuó como fuerza de cohesión colectiva adicional. La Revolución Francesa. El gran punto de inflexión en la historia del nacionalismo en Europa fue la Revolución Francesa. Los sentimientos nacionales franceses se habían encarnado hasta ese momento en la figura de su rey. Como resultado de la Revolución, la lealtad al monarca fue sustituida por la lealtad hacia la patria. Por eso La Marsellesa, una de las canciones más populares durante la Revolución Francesa que luego sería el himno de la nación, empieza con las palabras Allons enfants de la patrie ('Marchemos, hijos de la patria'). Francia alcanzó de hecho un gobierno representativo cuando la Asamblea Nacional Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 14 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 sustituyó en 1789 a los Estados Generales, que consistían en cuerpos autónomos que representaban al clero, la aristocracia y la ciudadanía. Las divisiones regionales, con sus diferentes tradiciones y derechos, fueron abolidas y Francia se convirtió en un territorio estructurado según rígidos esquemas centralistas, unido y uniforme, con instituciones y leyes comunes. Las tropas francesas transmitieron el espíritu nacionalista derivado de la Ilustración a otros países. La aparición del nacionalismo coincidió en su mayor parte con la generalización de la Revolución Industrial que favorecía el desarrollo económico nacional, la aparición de una clase media y la petición popular de un gobierno representativo. Surgieron literaturas nacionales que expresaban las tradiciones y el espíritu común de cada pueblo. Se concedió nueva importancia a los símbolos nacionales de todo tipo, como por ejemplo mediante la creación de nuevos días de fiesta para conmemorar diferentes sucesos de la historia nacional. Con anterioridad al brote nacionalista en Europa, el primer tercio del siglo XIX contempló el asombroso y múltiple nacimiento de una veintena de naciones en el continente americano, desde el Mississippi (frontera entre los dominios de España y los Estados de la Unión), hasta la Tierra del Fuego en Argentina. Entre 1810 y 1830 fueron apareciendo nuevas naciones que, al final de ese proceso, en el que hubo anexiones, pérdidas y cambios de nombre, quedaron constituidas tal y como son en la actualidad, entre otras México, Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Venezuela. Las revoluciones de 1848. Las revoluciones de 1848 marcaron el despertar de varios pueblos europeos a la conciencia nacional. Ese año, tanto alemanes, italianos como otros grupos sometidos a Estados plurinacionales, como los imperios austriaco, ruso y turco, iniciaron sus movimientos de unidad y establecimiento de Estados nacionales. Aunque los intentos de revolución fracasaron en 1848, estos movimientos ganaron fuerza con el paso de los años. Después de algunos años y de mucha agitación política, se creó el Reino de Italia en 1861 y el Imperio Alemán en 1871. Otros pueblos de Europa Central que combatieron por su independencia nacional en 1848 fueron los polacos (cuyo territorio fue repartido entre Rusia, Alemania y Austria), los checos y los húngaros (súbditos de la monarquía austriaca), y los pueblos cristianos de la península de los Balcanes que estaban bajo dominio del sultán turco. Los sucesos acaecidos en Europa entre 1878 y 1918 fueron desencadenados sobre todo por las aspiraciones nacionalistas de estos pueblos en su deseo de formar sus propios Estados independientes de los imperios de los que formaban parte. La I Guerra Mundial. La I Guerra Mundial colmó las aspiraciones nacionales de los pueblos de Europa Central. Cuando Estados Unidos entró en guerra, el presidente Woodrow Wilson proclamó el principio de la autodeterminación nacional como uno de los aspectos a solucionar al concluir el conflicto. Como resultado de la Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 15 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 contienda concluyó la soberanía de las dinastías reinantes en Turquía, Rusia, Austria y Alemania. En Europa Central y Oriental aparecieron nuevos Estados: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Checoslovaquia, el Reino de los Serbios, los Croatas y los Eslovenos (posteriormente Yugoslavia) y Hungría. Otros como Rumania ampliaron sus fronteras. A pesar de todo, los problemas nacionalistas continuaron en esta zona europea. Muchos de los nuevos Estados absorbieron minorías que pedían la independencia o cambios en las fronteras. Las reclamaciones contrapuestas del nacionalismo alemán y polaco se convirtieron en la causa directa del comienzo de la II Guerra Mundial. La radicalización de las pasiones nacionalistas durante y después de la I Guerra Mundial llevó a la aparición del fascismo y del nacionalsocialismo. El fascismo en Italia y el nacionalsocialismo en Alemania adoptaron el sistema totalitario que había sido introducido con anterioridad en la Unión Soviética por el comunismo. El autoritarismo era un medio de destruir la oposición y de integrar todos los recursos del Estado en la realización de un programa de engrandecimiento nacional. Dado que una política semejante chocaba con los intereses e incluso la supervivencia de otras naciones, la guerra generalizada en Europa se hizo inevitable. La Unión Soviética, aunque había sido proclamada a través de un movimiento con ideales internacionalistas, recurrió a una política de engrandecimiento nacional en la década de 1940. El himno del comunismo internacional, La Internacional, fue sustituido por un nuevo himno nacional soviético y la URSS intentó conseguir que los partidos comunistas de todos los países sirvieran los intereses del Estado soviético. Otra de las consecuencias decisivas de la I Guerra Mundial fue la aparición del nacionalismo en Asia y África, sometidos al imperialismo europeo y del industrialismo. El nacionalismo asiático fue reforzado por el ejemplo de Japón, el primer país del Lejano Oriente que adoptó por propia iniciativa la forma de una nación moderna y que ganó, en 1905, una guerra contra una potencia europea: la Guerra Ruso-japonesa. Después de la I Guerra Mundial, los turcos, bajo el mando de Mustafá Kemal Atatürk, derrotaron (1922-1923) a los aliados occidentales y modernizaron su Estado siguiendo el modelo europeo. Durante el mismo periodo, el dirigente del Congreso Nacional Indio, Mohandas Gandhi, fomentó activamente las aspiraciones de las masas indias por la independencia nacional. En China, el dirigente del Guomindang o Kuomintang (Partido Popular Nacionalista), Sun Yat-sen, inició una exitosa revolución nacional. Puesto que todos estos movimientos se definían como enemigos acérrimos del imperialismo, fueron apoyados por el comunismo soviético, que consideraba el imperialismo "fase superior del capitalismo", según Lenin. Desde la II Guerra Mundial en adelante. La penetración del nacionalismo en las colonias se aceleró con la II Guerra Mundial. Los imperios británico, francés y holandés en Asia Oriental fueron derrotados por los japoneses que proclamaron el lema nacionalista "Asia para los asiáticos", consiguiendo el apoyo de numerosos grupos nacionales durante la ocupación de sus territorios. Las potencias coloniales fueron aún más debilitadas por las consecuencias militares y económicas de la guerra y de la expansión del poder soviético. En su propaganda, la Unión Soviética subrayaba en primer término el derecho de las colonias a la autodeterminación y la independencia. Gran Bretaña otorgó la independencia a la India, a Pakistán, a Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 16 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 Ceilán (hoy Sri Lanka), a Birmania, a Malaya (en la actualidad integrada en Malaysia) y a la Costa de Oro (Ghana en el presente). Del mismo modo, Estados Unidos otorgó la independencia a las Filipinas. Los Países Bajos cedieron por su parte el control de las Indias Holandesas, que se convirtieron en la República de Indonesia. Después de una guerra muy sangrienta, Francia perdió su imperio colonial en Indochina. Hacia 1957, el nacionalismo se había extendido por toda Asia y casi todos los imperios coloniales asiáticos habían desaparecido. Durante la posguerra, los movimientos nacionalistas se desarrollaron y consiguieron muchos éxitos, sobre todo en África y Oriente Medio. Hacia 1958, entre los nuevos Estados nacionales que habían aparecido en esas regiones se encontraban Israel, Marruecos, Túnez, Libia, Sudán, Ghana, la República Árabe Unida (Egipto y Siria) e Irak. De 1960 a 1970 los argelinos, los libios y muchas antiguas colonias británicas, francesas o belgas del África negra se independizaron. Al comenzar la década de 1990, el nacionalismo sigue siendo una fuerza muy poderosa en los asuntos mundiales. Las aspiraciones nacionalistas opuestas de judíos, árabes y palestinos siguen generando inestabilidad política en Oriente Próximo. En Europa del Este, donde las pasiones nacionalistas habían permanecido sometidas por la presión de los sistemas comunistas desde la II Guerra Mundial, el declive de la autoridad comunista ha provocado la aparición de grupos que han contribuido a la violenta disolución de la Unión Soviética y de la antigua Yugoslavia, y han puesto en peligro la integridad de otros países, aunque también se han producido disoluciones pacíficas de Estados, caso de la antigua Checoslovaquia (escindida desde el 1 de enero de 1993 entre Eslovaquia y la República Checa) o antiguas repúblicas socialistas integradas en la extinta Unión Soviética, como Estonia, Letonia, Lituania, Bielorrusia, Ucrania o Moldavia. EL NACIONALISMO. TIPOS Se distinguen dos: El nacionalismo liberal o "voluntarista" Su máximo defensor fue el filósofo y revolucionario italiano Mazzini. Éste consideraba que una nación surge de la voluntad de los individuos que la componen y el compromiso que estos adquieren de convivir y ser regidos por unas instituciones comunes. Es pues, la persona quien de forma subjetiva e individual decide formar parte de una determinada unidad política a través de un compromiso o pacto Desde ese punto de vista cualquier colectividad era susceptible de convertirse en nación por deseo propio, bien separándose de un estado ya existente, bien constituyendo una nueva realidad mediante la libre elección. La nacionalidad de un individuo estaría por lo tanto sujeta a su exclusivo deseo. Este tipo de nacionalismo fue el que se desarrolló en Italia y Francia, muy influido por las ideas de la Ilustración. Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 17 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 El nacionalismo conservador u "orgánico" Sus principales valedores fueron Herder y Fichte ("Discursos a la nación alemana", 1808). Según ellos, la nación conforma un órgano vivo que presenta unos rasgos externos hereditarios, expresados en una lengua, una cultura, un territorio y unas tradiciones comunes, madurados a lo largo de un largo proceso histórico La nación posee una existencia objetiva que está por encima del deseo particular de los individuos. El que pertenece a ella lo seguirá haciendo de por vida, con independencia del lugar donde se encuentre. Sería -sirva el ejemplocomo una especie de "carga genética" a la que no es posible sustraerse mediante la voluntad. Este tipo de nacionalismo fue el esgrimido por la mayoría de los protagonistas de la unificación alemana 5. MODELOS DE ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL ESTADO. Un Estado Unitario es aquel en donde existe un solo centro de poder político que extiende su accionar a lo largo de todo el territorio del respectivo Estado, mediante sus agentes y autoridades locales, delegadas de ese mismo poder central. Además cuenta con un solo poder legislativo que legisla para todo el país; un poder judicial, que aplica el derecho vigente a todo el territorio del Estado y que en su seno se establece una Corte Suprema de Justicia, la cual tiene jurisdicción a nivel nacional, un solo poder ejecutivo que esta conformado por todos los gobernantes (presidente, gobernadores, alcaldes...); y además cuenta con una sola constitución política que rige en todo el territorio y a la cual se hallan sometidas todas las autoridades y habitantes del Estado. En otras palabras en el Estado unitario se da la cuádruple unidad: unidad de ordenamiento jurídico (derecho), unidad de autoridades gubernativas, unidad de gobernados o destinatarios del ordenamiento jurídico y de las decisiones políticas y unidad de territorio. Federalismo y estado federal. Sistema o principio de organización territorial de un Estado por el que las unidades políticas de que se compone se reservan un alto grado de autogobierno, que queda garantizado. Al mismo tiempo, estas partes se subordinan a un poder central para la gestión de ciertas competencias esenciales. En una estructura federal no queda claro dónde reside la soberanía, pues se conjuga la pluralidad constituyente de cada uno de los estados que forman la unidad con la voluntad común que da lugar a la federación. Los miembros de ésta suelen gozar de poderes simétricos para la dirección de sus asuntos y participan, a través de foros multilaterales como los que son propios de un parlamento bicameral, en la conformación de la voluntad común de la federación. Además, existen tribunales federales que se encargan de dirimir los posibles conflictos de jurisdicción que sudan entre las partes. Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 18 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 Su origen ideológico se relaciona con el principio de negociación entre voluntades diversas y la tendencia de la democracia liberal a dotarse de checks and balances institucionales. Su surgimiento histórico coincide con la promulgación de la Constitución norteamericana de 1787, cuando estados previamente soberanos pactaron asociarse con un vínculo más fuerte que el basado en el derecho internacional, propio de las confederaciones. No obstante, el fenómeno federal puede también resultar de un proceso de autonomización de los integrantes de un Estado organizado previamente de forma unitaria (donde la descentralización, si es que existe, se basa en la transferencia desde el centro de competencias tasadas). Una federación (del latín fœdus, "pacto") es una agrupación institucionalizada de entidades sociales relativamente autónomas. Generalmente asociado directamente a la conformación de Estados conformados a su vez por la reunión de varias entidades territoriales y políticas. También suele denominarse estado federal o república federal y, generalmente, tiene un sistema político republicano y excepcionalmente monárquico. En el plano macro-político las federaciones están compuestas por divisiones territoriales que se autogobiernan, a las cuales se llega a dar con frecuencia el nombre de estados, cantones, regiones, provincias u otras, que gozan de un mayor o menor grado de autonomía pero que, en cualquier caso, tienen facultades de gobierno o legislación sobre determinadas materias, distintas de las que corresponden a la administración federal (gobierno de la federación). El estatus de autogobierno de las regiones que lo componen está establecido por su constitución y, habitualmente, no puede alterarse unilateralmente por decisión del gobierno de la federación. El modelo federal puede alcanzar incluso al derecho de autodeterminación de los territorios federados, que fue precisamente lo que ocurrió durante el desmembramiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. El término se contrapone al de estado unitario o centralizado. Las federaciones pueden ser multiétnicas o extenderse por amplios territorios, aunque no necesariamente ha de darse alguna de estas situaciones. Con frecuencia las federaciones se constituyen sobre un acuerdo original entre estados soberanos. Los estados que forman la federación no suelen tener derecho a separarse unilateralmente de la misma. Entre las federaciones más significativas de nuestros días se encuentran Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Estados Unidos, India, México, Rusia y Venezuela. La organización política o estructura constitucional que caracteriza a una federación se conoce como federalismo. Estado autonómico. Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 19 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 La Constitución española de 1978 ha establecido un modelo que desde el punto de vista de la organización territorial del poder se encuentra a medio camino entre el Estado unitario y el Estado federal; ese modelo ha recibido el nombre, tanto en la doctrina como entre los propios agentes políticos, de Estado Autonómico o Estado de las Autonomías Territoriales, aunque ningún precepto constitucional utilice esta calificación. El Estado español se encuentra estructurado en un triple nivel, constituido por ordenes separados pero integrados: instituciones políticas centrales, Comunidades Autónomas y entes locales. El Estado Central, como organización política de la Nación española, dispone de soberanía; las Comunidades Autónomas, institucionalización de las nacionalidades y regiones de autonomía política; y a las instituciones de régimen local se les asegura la autonomía administrativa. Autonomía no es soberanía , sino un poder limitado, congruente con la unidad total del orden jurídico-político , reducida al haz de competencias o potestades para “la gestión de sus respectivos intereses”, lo que exige que se dote a cada ente de todas las competencias propias y exclusivas que sean necesarias para satisfacer el interés respectivo. Si la autonomía, como poder limitado, es diferente de la soberanía, no es tampoco igual la autonomía de las Comunidades Autónomas que la de los Entes locales. Aquélla es una autonomía política, ésta administrativa, siendo la autonomía política, como ha señalado el Tribunal Constitucional, “cualitativamente” superior a la autonomía administrativa. La estructura de la organización territorial española es una estructura, por decirlo así, graduada. El Estado central queda situado en la posición de superioridad y las Comunidades Autónomas y Entes locales en una posición de inferioridad, pero que no equivale a una ordenación jerárquica, porque la misma es contraria a la admisión del pluralismo político, también el de base territorial, en nuestro Ordenamiento, toda vez que los Entes locales, aunque limitada a la gestión de sus propios intereses, tienen reconocida constitucionalmente la garantía de su autonomía. El Estado español autonómico es un Estado descentralizado políticamente. En él coexisten, de un lado, una organización política central o general con jurisdicción sobre todo el territorio nacional: un parlamento, un gobierno y una organización judicial comunes; de otro, un nivel de autoridades territoriales con sus correspondientes parlamentos y gobiernos. En el plano jurídico existe al lado del sistema de normas producidas por los órganos centrales, otros diecisiete subordenamientos territoriales consecuencia de la actividad normativa de los correspondientes órganos territoriales. No obstante, es principio esencial (como en los Estados unitarios) la unidad del Estado como organización común correspondiente a la existencia de un sólo pueblo español, a quien la Constitución - art. 1º- atribuye la soberanía nacional; en el plano jurídico el ordenamiento central y los ordenamientos territoriales forman una especie de superordenamiento o sistema jurídico general dotado de una cierta homogeneidad, consecuencia de la posición preeminente que en el mismo corresponde a la propia Constitución, que es la cabeza del complejo Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 20 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 normativo - según el artículo 9º 2- , cuyos principios estructural- organizativos y valorativos rigen en todo el sistema ; y dentro del cual se atribuye una función articuladora e integradora al ordenamiento del Estado Central. Se presentan también determinados rasgos federales, consecuencia sobre todo de la disposición de un Senado, denominado un tanto impropiamente por la propia Constitución cámara de representación territorial, al que se le confiere una cuota en la designación de integrantes de algún órgano constitucional como el Tribunal Constitucional o el Consejo General de Poder Judicial, imponiendo además su autorización de la intervención del Gobierno en los supuestos de graves ataques al orden constitucional a cargo de las Comunidades Autónomas a que se refiere el artículo 155; o la previsión de solicitar al Gobierno la adopción de un proyecto de Ley o la presentación de una proposición por la Asamblea de las Comunidades Autónomas ante el Congreso de los Diputados, u otras actuaciones de información o sugerencias , así por ejemplo en la confección del Plan económico por el Parlamento Central. Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 21 de 22 Temario General de la ESTT - OEP 2011 Grupo de Materias Generales Elaborado en 2011 BIBLIOGRAFÍA KELSEN, Hans: Teoría general del Estado (trad. de Luis Legaz Lacambra), Editora Nacional, México, 1979. KRIELE, Martin.: Introducción a la Teoría del Estado (trad. de Eugenio Bulygin), Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1980. ALBERTI ROVIRA, Enoch: Autonomía política y unidad económica, Civitas, Madrid, 1995. CANO BUESO, Juan (comp.): Comunidades Autónomas e instrumentos de cooperación interterritorial, Tecnos, Madrid, 1990. MUÑOZ MACHADO, Santiago: Derecho Público de las Comunidades Autónomas, Civitas, Tomos I (1982) y II (1984). Autor: Ernesto Abati García-Manso Tema 3. Página 22 de 22