Perez Nelson Hector c/ Antonio Burattini e Hijos SA s/ Indemnización por antigüedad. ACUERDO En la ciudad de La Plata, a diez de julio de mil novecientos noventa y seis, habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores Salas, Negri, Pisano, San Martín, Hitters, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa L. 57.629, "Pérez, Nelson Héctor y otros contra Antonio Burattini e Hijos S.A. Indemnización por antigüedad y otros". ANTECEDENTES El Tribunal del Trabajo nº 3 de Tres Arroyos hizo lugar parcialmente a la demanda e impuso las costas en un 55% a cargo de la parte actora y en 45% a cargo de la demandada. La primera dedujo recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Dictada la providencia de autos y hallándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte decidió plantear y votar la siguiente CUESTION ¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley? VOTACION A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Salas dijo: I. El tribunal del trabajo interviniente consideró que el empleador acreditó en autos la situación que regula el art. 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, esto es la falta o disminución de trabajo no imputable al empleador, alegada como causa de la suspensión y cesantía de los accionantes y, con ese alcance, hizo lugar parcialmente a la demanda. II. En el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley la parte actora denuncia violación de los arts. 45 inc. "e" y 48 del dec. ley 7718/71 -t.o.-; 34 inc. 4º, 384 y 474 del Código Procesal Civil y Comercial; 247 y 245 de Ley de Contrato de Trabajo. III. El recurso, en mi opinión, debe prosperar. a) Tiene establecido este Tribunal, a través de reiterados fallos, que para la admisión de la validez sustancial de la causal del despido por "falta o disminución de trabajo" con limitación del importe de la indemnización por antigüedad debida al trabajador a la mitad de la que le hubiere correspondido en caso de despido incausado (arts. 245 y 247 de la L.C.T.), al principal corresponde acreditar tanto la existencia de la "falta o disminución de trabajo" como su "inimputabilidad", es decir la "ajenidad" de las circunstancias que la han determinado (conf. causas L. 40.393, sent. del 11-X-88; L. 44.332, sent. del 14-VIII-90). En este sentido, para que tenga operatividad la medida patronal motivada por "falta o disminución de trabajo" no basta invocar la existencia de una crisis general, o una importante disminución de las ventas; sino que es necesario que el principal aporte a la causa datos convincentes que demuestren la concreta repercusión de la misma en el seno de la empresa, como asimismo que adoptó oportunamente medidas tendientes a evitar el desequilibrio que lo llevó a esta situación de falta o disminución de trabajo (conf. doct. causas L. 45.002, sent. del 17-X-90; L. 51.652, sent. del 28-IX-93). b) Considero que en la especie, tal como sostiene el apelante, el tribunal de grado incurrió en absurdo al concluir que la empresa demandada demostró que la suspensión y el despido de los actores no fue arbitrario sino que se debió a una situación de crisis que le fue ajena e inimputable. Ello es así en tanto la prueba acumulada (documental, informativa, pericial contable y testimonial) resulta eficaz, en todo caso, para acreditar la existencia de una crisis en el sector industrial al que se dedica la empresa demandada fabricación de maquinaria agrícola pero es insuficiente para probar la incidencia que tuvo en el seno del establecimiento accionado, en tanto ni un resultado económico negativo ni una disminución en las ventas es suficiente a los fines legales que se invocan. En el caso de autos, el desequilibrio económico constatado no resultaría más que una eventual consecuencia del riesgo inherente a la producción de la empresa demandada que hizo depender su actividad fabril de la capacidad de inversión del sector agropecuario, lo que conforma un riesgo empresario asumido originalmente. En consecuencia la caída de las ventas del sector de que se trata no constituye argumento válido para que se tenga por verificado que el accionado resulta ajeno a las causas del desajuste económico ocurrido en su empresa. Tampoco se produjo prueba asertiva de las medidas concretas adoptadas que acrediten su ajenidad a dicha situación. Los elementos de convicción hábiles para acreditar dicho extremo (informativa, documental, pericial contable) -y que en la especie, fueron ineficaces no pueden suplirse por prueba testimonial que, debido a su propia naturaleza, no resulta útil para que se tenga por cumplido el recaudo de la demostración fehaciente del supuesto de excepción que autoriza la suspensión o el despido por la causa económica invocada. Considero en consecuencia que la decisión del tribunal de grado debe descalificarse, mas aún cuando fue acreditado que a menos de tres meses de adoptarse la drástica decisión de resolver los vínculos de trabajo en febrero de 1991, la empresa continuó el proceso productivo, situación que se mantuvo, al menos, hasta junio de 1994. IV. Por las razones expuestas corresponde hacer lugar al recurso deducido y casar la sentencia dictada, en tanto no hizo lugar a los rubros de salarios por los días de suspensión y diferencia de indemnización por antigüedad conforme a las pautas del art. 245 de la Ley de Contrato de Trabajo, que se declaran procedentes. En el tribunal de origen se practicará la liquidación que corresponda de acuerdo a lo que aquí se decide. Costas de ambas instancias al demandado (arts. 19, ley 11.653 y 289, C.P.C.C.). Voto por la afirmativa. Los señores jueces doctores Negri, Pisano, San Martín e Hitters, por los fundamentos expuestos por el señor Juez doctor Salas, votaron también por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente SENTENCIA Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se hace lugar al recurso extraordinario traído conforme lo establecido en el punto IV de la votación precedente. Notifíquese y devuélvase.