A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 10 de agosto de 2011, habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores Soria, Negri, de Lázzari, Pettigiani, se reúnen Justicia los en señores acuerdo jueces ordinario de la para Suprema pronunciar Corte de sentencia definitiva en la causa L. 103.502, "Peñalva, Oscar Raúl contra Lavigne-Nuevo Muelle Bahía Blanca, U.T.E. Indemnización por estabilidad gremial". A N T E C E D E N T E S El Tribunal del Trabajo n° 1 del Departamento Judicial Bahía Blanca, con asiento en dicha ciudad, rechazó la demanda deducida por Oscar Raúl Peñalva contra LavigneNuevo Muelle Bahía Blanca U.T.E., con costas a la parte actora (v. fs. 356/368 vta.). Ésta dedujo recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (v. fs. 375/383). Dictada la providencia de autos y hallándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte decidió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario inaplicabilidad de ley? V O T A C I Ó N de A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Soria dijo: I. desestimó El el tribunal reclamo del incoado trabajo por Oscar interviniente Raúl Peñalva en concepto de indemnización por violación a la garantía de estabilidad gremial y los agravamientos indemnizatorios contemplados en los arts. 1 y 2 de la ley 25.323 y 16 de la ley 25.561. Con relación al primero de los rubros, desestimó su procedencia por entender que el vínculo laboral existente entre las partes se extinguió el día 29-III-2003, con motivo de haber finalizado el módulo "pilotaje" de la obra que la empresa demandada hubo de ejecutar como contratista del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (v. consecuencia, vered. fs. 361 consideró que vta., la sent. fs. situación 365). del En actor resultaba encuadrable en el art. 51 de la ley 23.551 que prescribe que la estabilidad gremial no puede ser invocada en los casos de cesación de actividades del establecimiento o de suspensión general de sus tareas (sent. fs. 365 vta.). Juzgó que el trabajador no resultaba acreedor de la indemnización estatuida en el art. 52 de la referida ley (v. sent. fs. 366). Respecto de las "multas" establecidas en los arts. 1 y 2 de la ley 25.323, partió de considerar que ellas están conformadas por un agravamiento de las indemnizaciones previstas en los arts. 232, 233 y 245 de la Ley de Contrato de Trabajo o del art. 7 de la ley 25.013. Luego dispuso su rechazo en razón de que el dispositivo legal aplicable a los trabajadores de la construcción (ley 22.250) desplaza expresamente al régimen de la Ley de Contrato de Trabajo en los aspectos indemnizatorios por uno no contemplado en la normativa sancionatoria citada. Sin perjuicio de ello, añadió que el actor tampoco logró acreditar haber percibido una remuneración superior a la registrada (sent., fs. 366). Asimismo, desestimó la reparación prevista en el art. 16 de la ley 25.561 por considerar que la situación contemplada en tal normativa -suspensión de los despidos sin causa justificada- no resultaba aprehendida por el estatuto de la construcción, puesto que en él, cualquiera de las partes puede denunciar el contrato de trabajo sin invocación de causa. Basta -declaró el a quo- con notificar la decisión extintiva que constituye el presupuesto del derecho del trabajador a percibir el fondo de desempleo que no tiene naturaleza indemnizatoria. Destacó, igualmente, que mediante el art. 4 del decreto reglamentario 264/2002, se estableció que la disposición legal citada era aplicable a todos los rubros indemnizatorios "originados con motivo de la extinción del contrato de trabajo" (sic). En este sentido, el sentenciante estimó que no correspondía acceder a la duplicación de la indemnización del art. 52 de la ley 23.551, responde toda a vez que causas y ésta es objetivos de naturaleza distintos de diversa los que y se producen con motivo de la extinción de la relación laboral (v. sent. fs. 366 y vta.). II. La parte actora interpone recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley en el que denuncia absurdo y violación de los arts. 48, 49, 51 y 52 de la ley 23.551; 1 y 2 de la ley 25.323; 16 de la ley 25.561; 1 y 3 de la ley 11.544 "y su decreto reglamentario"; 39 y 55 de la ley 11.653; 278 y 375 del Código Procesal Civil y Comercial; 14, 14 bis, 17 y 18 de la Constitución nacional y de la doctrina legal que cita. 1. Se agravia de lo resuelto por el juzgador de mérito en cuanto declaró que el despido del actor y del resto de los dependientes obedeció a la finalización de la obra para la cual habían sido contratados, cuando -a criterio del impugnante- ésta aún no había concluido (v. rec. fs. 379). Alega que la división de la construcción del muelle multipropósito en "módulos", respondió a un criterio de organización empresaria ajeno al trabajador, resultando absurda la conclusión a la que arribó el tribunal al afirmar que cada una de esas facetas podía ser considerada como una nueva obra. Cuestiona que en el fallo se haya juzgado que la totalidad del personal fue despedido en el mes de marzo de 2003, lo cual se contrapone -advierte el quejoso- con lo informado por el perito contador -quién señaló que el único período en el cual la patronal no verificó empleados fue en el mes de agosto de 2003- y con lo declarado por el testigo Reyes en la audiencia de vista de la causa, quien manifestó que cuando concurría a retirar los recibos de haberes veía gente trabajando en la reparación de una grúa (v. rec. fs. 379). Añade que basta la permanencia de un solo trabajador -alude aquí al mencionado Reyes-, para que deba reputarse subsistente el mandato del delegado. Alega también, que la firma demandada debió instar -lo que no hizo- el procedimiento de exclusión de tutela, cuya aplicación resulta genérica para todos los delegados gremiales, incluso para los que se desempeñan en la construcción, aún en el caso de terminación de la obra (v. rec. fs. 379 vta.). 2. Impugna lo resuelto en la instancia de origen, en cuanto se desestimaron los reclamos fundados en los arts. 1 y 2 de la ley 25.323. Señala que la conclusión que expresa que el actor no acreditó la percepción de sumas remuneratorias distintas a las consignadas en los recibos de haberes, es producto de no haber valorado el tribunal la totalidad de las constancias probatorias (cita las fs. 23/24; 343/350) y de haber juzgado -erróneamente- que era lícito abonar el 50% de la remuneración en tickets. Cita además ciertos pronunciamientos que a su criterio justifican la aplicación de la mentada ley. 3. Se agravia de lo decidido en sentencia en orden al rechazo del agravamiento del art. 16 de la ley 25.561. Sostiene que lo resuelto no se adecua al planteo que se formuló en el escrito de inicio, donde se peticionó la aplicación de la ley de emergencia económica a la indemnización contemplada en el art. 52 de la ley 23.551 y no al fondo de desempleo. III. El recurso no prospera. I. prevista en El el agravio art. relativo 52 de la a ley la indemnización 23.551 no resulta atendible. a. Con apoyo en las constancias probatorias obrantes en el expediente, especialmente copia del contrato de locación de servicios (fs. 122/129) los informes remitidos por el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (v. fs. 267/290), las pruebas pericial contable (v. fs. 11/12 del expediente agregado por cuerda) y testimonial, el tribunal de grado tuvo por acreditado que al momento del despido del actor -marzo de 2003- la primera etapa de la obra encomendada a la U.T.E demandada -en cuya órbita el accionante Peñalva había sido electo delegado gremial- se encontraba terminada y que como consecuencia de ello la accionada procedió a desvincular a la totalidad del personal dependiente. Sobre la base del referido marco fáctico, el a quo juzgó que el vínculo laboral existente entre el actor y el demandado se extinguió el día 29-III-2003, con motivo de la finalización de la obra para cuya ejecución había sido contratado (fs. 361), por lo que rechazó -con sustento en el art. 51 de la ley 23.551- la indemnización del art. 52 del citado cuerpo normativo (fs. 365/366). b. fines de Cabe señalar verificar si que, en valorar el caso la prueba a concurren los las circunstancias a las que alude el art. 51 de la Ley de Asociaciones Sindicales en su primera parte, constituye una labor privativa del tribunal de origen e insusceptible de revisión en esta sede, salvo absurdo (conf. doct. causas L. 84.277, "Ocampo", "González", sent. sent. de de 15-XI-2006; 8-XI-2006; L. 79.675, L. 86.290, "Oñativia", sent. de 29-XII-2003). Los ineficaces argumentos para excepcional vicio. demostrar que la trae el interesado configuración de son aquel c. Ponderando lo informado por el Consorcio de Gestión contrato del de Puerto de locación Bahía de Blanca servicios y las celebrado copias del entre éste -contratante- y la empresa demandada para la construcción del "Muelle Multipropósito", expresó el juzgador que el mencionado acuerdo contaba con varios convenios complementarios entre los que se encontraba el del mes de febrero del empresas requeridos 2002. acordaron se Con ello que la realizaría tuvo por ejecución en probado de distintas que las los trabajos etapas, mediante cuatro módulos (A. pilotaje; B. superestructura del muelle; C. tablestacado, anclajes y relleno; D. obras varias hasta la conclusión completa) finalizando -en el tramo temporal que interesa- la primera etapa el día 25-III-2003 y comenzando la segunda el día 16-X-2003. También entendió acreditado que en aquella primera fecha (25-III-2003) se comunicó la conclusión de los trabajos encomendados a la Comisión de Inspección del Consorcio; además, que entre los meses de abril y setiembre del año 2003 la accionada no ejecutó obra alguna en el muelle, la que recién inició a mediados de octubre de dicho año (fs. 358/359 vta.). Asimismo, ponderó la prueba pericial contable, sobre cuya base tuvo por probado que el reclamante fue despedido el mismo mes que el resto del personal -marzo de 2003- que el único trabajador que continuó vinculado a la accionada fue el señor Reyes, pero ello, porque se encontraba gozando de licencia por accidente de trabajo, siendo su última remuneración la del mes de julio de 2003, y que durante el mes de agosto, la firma demandada no registró la existencia de empleados en relación de dependencia (v. vered. fs. 359 vta./360). Remarcó -además- el tribunal que los referidos medios de prueba no fueron impugnados por las partes (v. vered. fs. 360). En este contexto, el apelante no logra acreditar que resulte absurda la conclusión a la que arribó el a quo al señalar que cada uno de los módulos en que se dividió la construcción del muelle podía considerarse una obra nueva. Cabe recordar que en virtud del sistema imperante en el fuero laboral, la apreciación, jerarquización y selección de las pruebas aportadas a la causa es tarea privativa del tribunal del trabajo, quien en el caso de autos ponderó la testimonial, interrelacionándola con los demás medios de convicción obrantes en el expediente, fundamentalmente, con los contratos mencionados, informes remitidos por el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca y la pericia contable (conf. causa L. 86.744, "Rodríguez", sent. de 23-IV-2008, entre otras), los que no han sido debidamente cuestionados por el interesado. Con relación al embate por el que impugna la valoración efectuada de la declaración testimonial del señor Reyes, es dable advertir que en el veredicto se dejó asentado que expuesto sus por dichos el debían testigo "complementarse" Tiscornia, quien con hubo lo de referenciar "... que los echaron a todos, que se había terminado el pilotaje..." (v. vered. fs. 360 vta.). En este sentido, cabe resaltar que las prerrogativas que en materia de selección, jerarquización, habilidad, mérito y eficacia de la prueba testimonial ejercen los jueces del trabajo, sólo ceden si razonamiento se demuestra absurdo (conf. la causa concurrencia L. 89.160, de un "Pucheta", sent. de 8-VII-2008), irregularidad no acreditada. Respecto a la subsistencia del contrato de trabajo del mencionado Reyes, no se ocupa el recurrente de analizar las trabajador y condujeron a particularidades que que exteriorizadas restarle rodearon por trascendencia al el a este tribunal hecho, pues lo en efecto, surge de la línea argumental trazada en el fallo que de todo el personal de la accionada aquél resultó ser el único que continuó vinculado, pero ello, en razón de que se encontraba bajo el régimen de licencia por accidente, siendo su última "remuneración" percibida la del mes de julio del 2003, en un contexto que muestra que el empleador, al mes de agosto de ese año, no tenía registrado ningún dependiente. En definitiva, el agravio no ha de tener acogida favorable, pues la configuración del vicio de absurdo exige la verificación de un desvío grave y palmario concretado en una conclusión del juzgador visiblemente incoherente y contradictoria en el orden lógico formal, e incompatible con las (conf. constancias L. 96.667, objetivas que "Iurescia", resultan sent. de de la causa 15-IV-2009), extremos no evidenciados por el recurrente, quien agota su crítica en la discordante con (conf. L. exhibición el 100.928, expuesto de un por "González", criterio el tribunal sent. de meramente de origen 21-IV-2010; L. 95.979, "Valerio", sent. de 28-X-2009). d. Debiendo permanecer firme la valoración de los hechos y las pruebas efectuada por el a quo, también ha de mantenerse inconmovible su decisión de rechazar la procedencia de la indemnización establecida en el art. 52 de la ley 23.551, toda vez que habiéndose acreditado que la extinción de finalización contratado la de el la actor relación obra laboral para cuya Peñalva en se produjo ejecución los términos había de la por sido ley 22.250, carece -por imperio del art. 51 de la ley 23.551de acción para reclamar el cobro de la indemnización por violación de la garantía de estabilidad sindical (conf. causas L. 86.290, "González", sent. de 8-XI-2006; L. 88.085, "González Cortez", sent. de 10-XI-2004; L. 47.335, "Quintanilla Lazo", sent. de 20-XI-1991). e. modifica Sentado la suerte lo anterior, adversa cabe de la agregar que impugnación, no la transcripción de ciertas citas de doctrina de los autores con la cual el interesado argumenta que la accionada no inició el procedimiento de exclusión de tutela sindical, de aplicación -según afirma- a los delegados gremiales que se desempeñan en la actividad de la construcción, aún cuando se trate de la terminación de la obra. Incólume lo juzgado por el sentenciante, tan escueta manifestación luce apartada de las directrices que -en el concreto ámbito de la norma aplicada en el falloemanan de la doctrina legal de este Tribunal que afirma que el presupuesto regulado en el art. 51 de la ley 23.551 configura el único caso en el que el legislador estableció expresamente que la estabilidad en el empleo del dirigente gremial no puede ser invocada ni resulta válida en las hipótesis a las que alude el citado precepto legal (conf. causas L. 55.284. "Abalo", sent. de 23-V-1995; L. 50.720, "Romero", sent. de 29-VI-1993; entre otras). 2. En lo concerniente al rechazo de las indemnizaciones peticionadas al amparo de los arts. 1 y 2 de la ley 25.323, los agravios que porta el recurso tampoco son de recibo. Centrados mayormente los esfuerzos del quejoso en evidenciar que resultó probada la percepción por parte del actor de sumas remuneratorias fuera de registro, temática a la que a mayor arribando a abundamiento una solución se refirió contraria, el no sentenciante se encarga de neutralizar la esencial y anterior definición por la cual el tribunal juzgó inaplicables las prescripciones de la mencionada ley; toda vez que éstas -afirmó- disponen un incremento sobre las indemnizaciones previstas en los arts. 232, 233 y 245 de la Ley de Contrato de Trabajo -o en su caso, precisó, la del art. 7 de la ley 25.013- siendo que en la especie rige la ley 22.250 que expresamente desplaza al régimen aspectos de la Ley de Contrato indemnizatorios". Sólo de Trabajo cuando cita "en los cierta jurisprudencia se detiene en esta decisiva motivación del fallo, empero, lo hace acudiendo a un pronunciamiento de esta Corte elaborado en torno a una norma distinta a aquéllas objeto de su reclamo y de estudio por el juzgador (art. 8 de la ley 24.013), o bien, con basamento en un fallo de un tribunal de extraña jurisdicción que alude a la aplicación de ley 25.323 pero en el ámbito de un estatuto diverso al de los empleados de la construcción (v. rec., fs. 381 y vta.). 3. Lo resuelto en el primer pasaje del presente también determina -sin necesidad de realizar ningún análisis adicional- el rechazo del agravio fundado en el art. 16 de la ley 25.561. Aún en la hipótesis de aceptarse como válida la posibilidad de que dicha norma (conf. dec. 264/2002) pueda ser aplicada a la relación laboral habida entre las partes, lo cierto es que rechazada la procedencia de la indemnización prevista en el art. 52 de la ley 23.551, única cuya "duplicación" se reclamó con basamento en el referido art. 16 de la ley 25.561 (v. demanda, fs. 43 y vta.; recurso, fs. 381 vta./382), no podría admitirse el progreso del agravante indemnizatorio por la simple razón que indica que en la especie no existe indemnización a agravar. En consecuencia, deviene innecesario -repito- expedirse sobre el acierto de los argumentos esgrimidos por el a quo para desestimar dicho rubro y la crítica contra ellos efectuada en el medio de impugnación. IV. En virtud de lo expuesto, corresponde rechazar el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley deducido, con costas (art. 289 del C.P.C.C.). Voto por la negativa. Los señores jueces doctores Negri, de Lázzari y Pettigiani, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Soria, votaron también por la negativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se rechaza el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley traído; con costas (art. 289, C.P.C.C.). Regístrese, notifíquese y devuélvase. EDUARDO JULIO PETTIGIANI EDUARDO NESTOR DE LAZZARI HECTOR NEGRI DANIEL FERNANDO SORIA GUILLERMO LUIS COMADIRA Secretario