No le dieron tareas livianas y deberán indemnizarlo La Cámara Laboral ordenó a una empresa a que indemnice a un trabajador que se consideró despedido ya que se le negó la posibilidad de realizar “tareas livianas”. El empleado, portador de hiv, contaba con un certificado médico que recomendaba la realización de este tipo de tareas. No obstante, los magistrados desecharon el resarcimiento por daño moral ya que el daño en el orden psicológico tiene que ver con “sus padecimientos físicos”, y no con su despido. FALLO COMPLETO Miguel Maza y Graciela González, integrantes de la sala II de la Cámara Laboral, confirmaron una sentencia que ordena a una empresa a indemnizar a un trabajador que se consideró despedido tras haber sido negado su pedido de realizar tareas livianas en el trabajo a raíz de su situación psicológica derivada de la enfermedad que padece. <p> Se trata de la causa “RJL c/ Finexcor S.A. s/ despido”, en la que el trabajador hacia el año 2005 solicitó a la empresa que de acuerdo al certificado médico, se hallaba “en condiciones neurológicas de realizar tareas livianas”, razón por la cual se ponía “a la espera de otorgamiento de tareas acordes a su salud”. La empresa jamás le otorgó este tipo de tareas lo que derivó en que se considerase despedido por “culpa y accionar” de la organización. <p> En su apelación, Finexcor sostuvo que el empleado “si bien alude a un certificado médico, no indica la fecha del mismo, diagnóstico, médico tratante, ni el día y la hora en que supuestamente lo habría entregado en la empresa, lo cual resultaba a todas luces imposible para la empresa saber a qué certificado médico se refería el actor en su intimación, extremo que relevaba a su parte de negarlo, pues no había sido debidamente individualizado”. <p> Sin embargo, los magistrados indicaron que el despido dispuesto por el trabajador “resultó ajustado a derecho”, ya que basándose en los testimonios presentados en la causa, “la empresa contaba con sectores donde el actor podía realizar labores de menor exigencia”. <p> Asimismo, aunque la resolución hizo lugar a la consideración de despido indirecto por parte del empleado, no acogió la solicitud de un resarcimiento por daño psicológico, ni por gastos de tratamiento por dicho daño. <p> Ello, teniendo en cuenta que “el actor presenta un Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida con antecedente de una tuberculosis generalizada, con tuberculosa cerebral y una reacción vivencial anormal neurótica con manifestación depresiva”, aunque “la incapacidad que presenta el actor es debida a su infección por HIV y las enfermedades padecidas”. Lo que “no permitiría inferir que el daño psicológico padecido por el actor sea consecuencia de su despido sino que, parecería prima facie encontrarse vinculado a sus padecimientos físicos”. <p><a name="fb_share" type="button" href="http://www.facebook.com/sharer.php">Compartir</a><script src="http://static.ak.fbcdn.net/connect.php/js/FB.Share" type="text/javascript"></script>