CUANDO LA CULPA ES DEL ORDEÑE Análisis de las causas referidas al ordeñe mecánico que provocan mastitis. Definimos mastitis como la inflamación de la glándula mamaria ocasionada por bacterias que al multiplicarse crean condiciones bajos las cuales se altera totalmente o parcialmente la leche (Coágulos a partir de una mezcla de leucocitos, células epiteliales y proteínas precipitadas) y el tejido secretor. La vía de infección tiene lugar luego que el patógeno penetra al canal del pezón, por lo tanto es fundamental mantener el orificio del pezón en perfectas condiciones de funcionalidad ya que es la principal barrera al avance bacteriano. Las pérdidas acumulativas que resultan de las infecciones sub-clínicas son las que determinan el mayor costo de la enfermedad. Las estimaciones del efecto de la mastitis sobre la producción sufren las complicaciones de muchos otros factores que afectan el rendimiento lácteo tales como edad, fase de lactancia y plano nutritivo. Si bien las causas predisponentes a contraer mastitis son numerosas (inadecuada higiene, deficiente rutina de ordeño, uso inapropiado de antibióticos, manejo de los animales, etc), hay otras que se refieren al ordeño mecánico, ya que una máquina que no funciona adecuadamente lesiona el esfínter del pezón y puede provocar un flujo inverso de leche consistente en el bombardeo de gotas de leche de un cuarto enfermo al pezón de uno sano, creando condiciones de stress a las vacas. Los factores propios de la máquina de ordeñar son: 1) Nivel de vacío. 2) Fluctuaciones de vacío. 3) Pulsación. 4) Diseño de la pezonera. 5) Diseño de la garra. 6) Línea de leche. 1) Nivel de vacío. Los niveles de vacío sugerido para loas diferentes alturas de línea de leche son los siguientes: Línea alta: 46 a 50 kpa. Línea media: 44 a 46 kpa. Línea baja: de 42 a 45 kpa. Los problemas más comúnmente encontrados son: exceso e inestabilidad de vacío. El exceso genera un mayor trepado de las pezoneras, lo que ocasiona un ordeño más lento, una situación de stress para la vaca, y un posible daño al pezón. 2) Fluctuaciones de vacío. El vacío inestable alarga el tiempo de ordeño, y puede incrementar los deslizamientos de las pezoneras, con su consiguiente entrada de aire, aumentando notoriamente el % de mastitis. Dicha inestabilidad se puede deber entre otras causas a: - Falta de reserva de vacío, que ocasiona un ordeñe más lento, cambios en el pulsado, y eventualmente caída de pezoneras. - Diseño inadecuado de tuberías y de la unidad de ordeñe. - Incorrecto mantenimiento del equipo (pezoneras, chiclers, etc.). Pueden ocurrir en cualquier tipo de máquina, en particular cuando no hay admisión de aire en las garras (orificios sucios u obstruidos). En esta situación la pezonera queda inundada de leche impidiendo la fase de masaje, se forma una columna de leche en la manguera que une con la línea, cuyo peso disminuye el vacío. - Rutina de ordeño inadecuada. Cuando el cambio de garras entre las vacas se hace sin cuidado se desprenden. 3) Pulsación La función del sistema de pulsación consiste en permitir la circulación de la sangre en el pezón, evitando el congestionamiento del mismo. Dicha función la cumple presionando al pezón con el cuerpo de la pezonera. Si bien un pulsador que tenga un buen diseño y funcione correctamente no es causal de mastitis, ésta situación no siempre se da, existiendo casos donde pueden cambiar la frecuencia (ppm) y/o la relación de pulsado (%O y %M). Es importante verificar que se cumpla las características de funcionamiento que sugiere cada fabricante. 4) Diseño de las pezoneras Por intermedio de la pezonera se aplican las fuerzas que causan el flujo de leche desde el pezón, estando por lo tanto éste en íntimo contacto con aquella. De allí la importancia que tiene su diseño y los materiales que la componen. En lineas generales se puede decir que pezoneras de mayor diámetro interno permiten ordeñar más rápido, pero a su vez generan una mayor distensión de los tejidos del pezón. Al disminuir en 2 mm. el diámetro interno aumentan en un 100% los deslizamientos. Existen también algunas que trepan con facilidad, determinando un ordeñe más lento, y un grado de incomodidad mayor para las vacas. 5) Diseño de la garra Si bien el diseño del colector es importante, colectores de poca capacidad efectiva (ml), tienden a ser limitantes en el ordeno de vacas de alta producción, máxime si se utilizan pulsadores simultáneos (4+0) La función del chicler del colector es la de fraccionar la columna de leche acelerando su velocidad de entrada a la línea de leche, evitando de tal forma la caída de vacío en la punta del pezón, como ocurre cuando se tapa con suciedad dicho chicler. Es importante no agrandar el diámetro del mismo (0,8 mm.). Las piezas de la garra deben contener orificios de administración de aire para ayudar al pasaje de la leche desde la pezonera al centralizado y de allí a los tubos largos de leche, reduciendo de esta forma las inundaciones con las consecuencias que ellas traen sobre las fluctuaciones de vacío. 6) Línea de leche 6) Línea de leche En la línea de leche circula leche en fase líquida, algunos constituyentes volátiles de esta fase gaseosa, vapor de agua y aire. Tanto la fase líquida como la gaseosa pueden ser portadoras de bacterias a cuartos sanos al invertirse la circulación de leche y aire. Esto puede provocar la infección de animales sanos al revertirse la circulación de leche y aire. Lo ideal es que la leche circule con flujo laminar en la parte inferior de la cañería, dejando un espacio contínuo en la parte superior para que circule el aire a una velocidad tal que no forme olas. A efectos de lograr un efecto estable, la línea de leche debe tener una pendiente del 1% hacia el releaser. Además debe tener la menor cantidad de curvas, ser perfectamente rectas y poseer aberturas para la entrada de leche cuidadosamente diseñadas para evitar que el flujo de leche proveniente de las pezoneras altere el flujo laminar del a leche que se desplaza por la línea. FUENTE: Daniel Aloisi, José Geraci INFORTAMBO, julio de 1995