La realidad es nacer o morir Por Rubén A. Dalby, F.R.C. Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. Jesús, hijo de Sirac, dijo al final de su oración: "Haced lo que tengáis que hacer antes de que el tiempo pase; y EL os dará a su tiempo vuestra recompensa". Muchas personas se están concentrando en la idea de conservarse saludables y vivir una vida fructífera aún después de los 65 años. En la década de los 40's se pensaba en lo poco que duraría el individuo después de jubilarse; hoy en día, gran cantidad de personas de 45 a 65 años de edad planean la forma como vivirán después de los 70 años. Las estadísticas indican que, en Norteamérica, el índice promedio de vida subió a los 68 años en la década de los 50's, y a 74 años en 1985. En la actualidad, en los Estados Unidos viven 2,700,000 personas mayores de 85 años y se calcula que para el año 2,020 serán 7 millones o mas. La sociedad no está preparada para esta creciente población de personas de mayor edad. Actualmente, tan solo en los Estados Unidos hay más de 25 millones de personas mayores de 65 años. Este fenómeno se está repitiendo en las estadísticas de distintas áreas del mundo, por lo que pienso que cada uno de nosotros debe prepararse para vivir fructífera y saludablemente los años venideros. Viene a mi mente el caso de una antigua y querida amiga de nombre Rosa, quien estuvo visitándonos procedente de Panamá. A la edad de 87 años, ha estado viajando sola durante varios meses, recorriendo distintas ciudades de este país, donde tiene familiares. Últimamente estuvo en la India, en México y en otros países, y siempre se le ve optimista y gozando a plenitud de todo lo que le brinda la vida y la naturaleza que le rodea. Un día Rosa nos sorprendió cuando, al escuchar música de los años 50 en un programa de televisión, se puso a bailar (dejando a un lado el bastón en el que se apoya después de una reciente caída y operación de la rodilla), ante el asombro de mis hijos. Luego exclamó: "lo único que me falta es tener un parejo que me invite a bailar por lo menos una vez al mes". Todo esto me ha hecho llegar a la conclusión de que el secreto reside en gozar del presente, ejercitar la prudencia y pensar joven. Como estoy sobre los 50, aproveché la oportunidad para analizar la dieta de doña Rosa; tuve que dejar a un lado mis apuntes, pues la señora come de todo. Le pregunté qué dieta le había prescrito su médico y respondió: "Me dijo que siga la misma dieta que he llevado durante todos estos años, pues mi corazón palpita como el de una joven y mi mente está muy despierta". Doña Rosa no fuma, pero no se priva del placer de beber un poco de vino cuando le apetece. Su preferido es el "Amareto", junto con su taza de té; dice que esto le da energía al cuerpo y le permite pensar como una joven. En los Estados Unidos de Norteamérica, los legisladores (muchos de ellos sobre los 65 años), están preocupados por el futuro que correrá el programa del Seguro Social, pues de seguir aumentando el número de personas que se jubilan e ingresando menos jóvenes a la fuerza laboral, el fondo de jubilación no alcanzará para pagar las pensiones que la ley establece. Después de los 50 años tenemos una nueva vida por delante y a nosotros toca vivirla a plenitud, dejando a un lado prejuicios negativos, olvidando los errores del pasado, comiendo sanamente, evitando aquellas comidas que aumentan el colesterol o que contienen mucho sodio o sal, pues debemos cuidar que nuestro sistema circulatorio se mantenga libre de obstrucciones para que nuestro cerebro reciba su correspondiente dosis de oxígeno y podamos gozar, día a día, del placer de vivir a plenitud. "Una generación va y otra generación viene, mas la Tierra es siempre la misma". "El Sol se levanta, el Sol se pone y camina presuroso hacia su lugar, donde nace (de nuevo)". Palabras del Predicador. Tratemos, pues, de vivir felices cada instante del periodo actual de nuestra vida, sabiendo que ésta es un leve peregrinaje hacia las fronteras de la muerte. No pensemos mal de nadie después de cumplir los 50 años; toda nuestra actividad debe estar dirigida a encontrar el bien en todo, y a proyectar AMOR y PAZ hacía toda la creación. De este modo llegaremos sonrientes a la frontera, listos para renacer y comenzar una nueva etapa. Las perspectivas son buenas; pongamos todo nuestro cuidado para conservarnos saludables, a fin de vivir felices a los 80, 90 o más años. ¿Por qué no?