Dirigido a Clientes Profesionales ¿GOL EN PROPIA PUERTA DE CAMERON? EL REINO UNIDO VOTA A FAVOR DE SALIR DE LA UE La campaña a favor del Brexit ha ganado el referéndum británico, con alrededor del 52% de los votos y una participación estimada del 72% del electorado. Por Sinead Colton, Directora de estrategia de inversión, Mellon Capital Management 1 Lo que ocurra a partir de ahora será una cuestión más política que jurídica. Según el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, el gobierno británico “puede decidir retirarse de la Unión Europea de conformidad con sus propios requisitos constitucionales”. Irónicamente, la soberanía del gobierno británico y sus requisitos constitucionales se interponen ahora a la salida formal del Reino Unido de la UE. Sin duda alguna, el requisito constitucional requerirá una ley parlamentaria, y no es seguro que la Cámara de los Comunes –en su forma actual– vaya a aprobarla: se estima que un 70% de sus miembros actuales son partidarios de la permanencia, un 20% están a favor de la salida, y un 10% son indecisos. El Tratado de Lisboa contempla un periodo fijo de dos años para la negociación sobre la salida del Reino Unido, que solamente puede ampliarse con el acuerdo unánime de los demás 27 estados miembros de la UE. Por consiguiente, el momento elegido para dicha notificación es significativo. El primer ministro David Cameron se ha comprometido a notificar de inmediato a la UE si el referéndum se decidía con una victoria de la campaña a favor de la salida. Así, la notificación podría tener lugar en la cumbre europea que se celebrará en Bruselas los días 28 y 29 de junio. No obstante, comentarios realizados durante la campaña indicaron que la notificación formal a la UE podría retrasarse varios años. Esta notificación probablemente aplazada marcará el comienzo de un periodo prolongado de incertidumbre. No está claro qué tipo de arreglo adoptará el Reino Unido con la UE, o qué aceptará o no esta última. El país podría permanecer íntimamente vinculado a la UE con una relación similar a la de Noruega, adoptando gran parte de la legislación comunitaria e incluso contribuyendo al presupuesto de la UE. En el otro extremo del espectro, el Reino Unido podría pasar a ser una entidad completamente independiente y basarse en los acuerdos de la OMC para gobernar su comercio internacional, lo cual supondría un cambio significativo del mismo. La ambigüedad reinante durante este periodo de negociación conducirá probablemente a una ralentización del crecimiento de la economía británica, pues las empresas aplazarían la toma de decisiones de inversión a la espera de una mayor claridad sobre el paisaje económico futuro. Algunas compañías internacionales con una presencia significativa en el Reino Unido podrían activar planes para trasladar al menos parte de sus actividades a otros países de la UE, con objeto de asegurarse un acceso ininterrumpido a ese mercado. Al mismo tiempo, a corto plazo cabe esperar agitación política en el Reino Unido. El primer ministro Cameron ofreció el referéndum como una oportunidad para unificar el partido Conservador y silenciar a sus euroescépticos más prominentes, una estrategia que ha fracasado estrepitosamente. Muchos de los defensores más fervientes de la campaña del “Leave” han sido tories, y resultaba difícil imaginar a Cameron manteniendo el liderazgo del partido. También es probable que otros partidos de extrema derecha, como UKIP (Partido de la Independencia del Reino Unido), obtengan una mayor influencia dados sus vociferantes puntos de vista contra la inmigración. 1 BNY Mellon Investment Management EMEA Limited (BNYMIM EMEA) o las compañías afiliadas de operación de fondos nombran a las gestoras de inversiones para que asuman actividades de gestión de carteras en el marco de contratos relativos a productos y servicios celebrados entre clientes y BNYMIM EMEA o los fondos BNY Mellon. NOTICIAS Y OPINIÓN: El Reino Unido vota a favor de salir de la UE 2 Dado el abrumador apoyo del Partido Nacionalista Escocés (SNP) a la campaña por la permanencia, las próximas semanas serán probablemente escenario de llamamientos a un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia. La UE ha tendido a gozar de un apoyo considerablemente mayor en Escocia que en otras partes del Reino Unido, y una de las claves del bando “Remain” en dicho referéndum de 2014 fue que una Escocia independiente no sería miembro de la UE. El resultado del referéndum escocés no fue aplastante: un 55,3% de los votantes se manifestó a favor de seguir formando parte del Reino Unido, y un 44,7% votó a favor de la independencia, con un nivel de participación del 84,59%. Impacto en los mercados financieros Anticipamos que el resultado del referéndum tendrá implicaciones significativas para los mercados financieros durante este periodo de incertidumbre. 1. Todo apunta a que los mercados de renta variable británicos perderán terreno, debido al mayor coste que presumiblemente deberán soportar las compañías británicas a la hora de hacer negocios con el extranjero. Aunque muchas de las empresas que constituyen el índice FTSE 100 son multinacionales, suelen tener una presencia significativa en el Reino Unido, y por consiguiente se ven afectadas por este mayor coste esperado. 2. En este contexto, cabe esperar una depreciación de la libra esterlina a causa del impacto negativo sobre el PIB británico. El mínimo reciente del par GBP/USD apenas superó los 1,35 dólares, nivel que no veía desde enero de 2009. De perforarse este importante suelo psicológico, la libra podría caer fácilmente hasta 1,30 o 1,25. 3. La deuda pública británica se verá zarandeada por múltiples factores. Una libra más débil provocaría inflación importada, lo cual daría pie a una subida de las rentabilidades por cupón de los gilts. Sin embargo, un descenso del crecimiento económico llevaría al Banco de Inglaterra a continuar aplicando una política monetaria acomodaticia, lo cual podría conducir a un descenso de dichas TIR. 4. Los mercados inmobiliarios británicos podrían verse perjudicados, pues los inmuebles del país pierden atractivo para los inversores extranjeros. 5. De igual modo, el resultado del referéndum tiene implicaciones potencialmente significativas para los activos ubicados fuera del Reino Unido. a. El país deja de ser miembro permanente de la UE, y pese a no haber formado parte de la eurozona, su ruta de salida podría delimitar un marco operativo a seguir por otros países –con una serie de pasos adicionales– para abandonar la unión monetaria. En el contexto de este mayor riesgo percibido, las rentabilidades por cupón de la deuda pública periférica podrían subir. Durante la siguiente ola de discusiones de rescate o crisis que tengan lugar en estados miembros, es probable que los participantes en los mercados consideren que el potencial de una salida de la UE o del euro ha aumentado de forma significativa. b. A medida que los participantes del mercado digieren el nuevo orden –en el que la UE podría carecer de la contribución del Reino Unido a su presupuesto– y el mayor riesgo percibido en torno a la UE en su conjunto, cabe esperar una depreciación del euro. c. Dada la fragilidad de los mercados globales y la lenta recuperación desde la crisis financiera, es probable que el voto británico eleve la aversión al riesgo de los inversores –como mínimo durante un tiempo–, así como la demanda de activos refugio como la deuda pública, el franco suizo y el yen. INFORMACIÓN IMPORTANTE Las rentabilidades obtenidas en el pasado no son indicación alguna de rentabilidades futuras. El valor de las inversiones puede tanto subir como bajar. Los inversores podrían no recuperar la suma invertida. La renta generada por las inversiones puede variar y no está garantizada. Dirigido exclusivamente a Clientes Profesionales. 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