¿Qué es la resilencia?

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¿Qué es la resilencia?
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Es un término de moda; la gente lo relaciona con la capacidad para sobreponerse a
situaciones adversas, salir adelante, resistir… superarse, no desmayar. En Chile, por
ejemplo, se destacan casos de personas que han sufrido catástrofes naturales
(terremotos, inundaciones)… abusos, cárcel, violencia, graves enfermedades, etc. y se
sobreponen a ellas. Simplemente, “no se dejan morir”.
La Real Academia de la Lengua consigna dos acepciones:
Psicología. Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y
sobreponerse a ellas.
Mecánica. Capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de
deformación.
Boris Cyrulnik (1937), neurólogo, psiquiatra,
psicoanalista y etólogo francés, vivió desde niño la
persecución nazi y se sobrepuso a grandes penurias y
obstáculos. Es el creador del término resiliencia
Las personas exitosas se destacan por su
perseverancia y por su motivación de logro. Están
llenas de energía y sienten pasión por lo que
hacen. En general, consideran que lo que hacen
tiene mucho sentido y creen en lo que están
empeñados. Más aun, frente a las dificultades se
muestran capaces de salir fortalecidos y muchas
veces se reinventan a sí mismos para superar las
crisis. Los que tienen éxito aceptan sus
responsabilidades, admiten sus faltas y errores y
se ocupan de solucionar los problemas, sin obsesionarse con el fracaso.
Este contexto se refiere a la capacidad de resiliencia, característica que se
encuentra muy relacionada a un componente de la inteligencia emocional: tiene que ver
con la capacidad de ordenar las emociones en pro de un objetivo, con empuje, iniciativa,
afán de éxito y adaptabilidad.
Se alude, con este concepto a la capacidad de recuperación; a la habilidad de
levantarse después de caer derrotado y volver a emprender el logro de sus objetivos. El
concepto de resiliencia no es nuevo, muchas de las personalidades públicas y líderes
reconocidos que han demostrado esa capacidad, en algún momento de su vida han caído
profundamente para luego recuperarse y regresar reforzados.
La resiliencia es un término que proviene de la física y se refiere a la capacidad
de un material de recobrar su forma original después de estar sometido a altas
presiones.
Por analogía, en las ciencias humanas se comenzó a utilizar esta palabra para
designar la facultad que permite a las personas, a pesar de atravesar situaciones
adversas, salir no solamente a salvo, sino aún trasformados por la experiencia.
Los estudios sobre la resiliencia con relativamente recientes; surgen de las
observaciones que realizaron algunos científicos que veían con asombro cómo ciertos
niños expuestos a condiciones de vida altamente estresantes, lograban sobreponerse
constructivamente, mientras otros terminaban como adultos dañados.
Teniendo en cuenta que la resiliencia, como la mayoría de las facultades humanas,
no es totalmente innata, ni totalmente adquirida, trataron de identificar los factores que
promueven aquella protección, para buscar herramientas que permitan fomentarlos en
las personas.
Si bien esto se puede aplicarse a familias, grupos o individuos, hasta ahora han
sido mayormente los niños y jóvenes los grupos sobre los que más se ha trabajado. Esto es
comprensible porque estas etapas de la vida humana representan oportunidades muy
favorables de intervención para el desarrollo de posibilidades para una mejor calidad de
vida futura.
¿Cuáles son los pilares de la resiliencia?
Se trató de identificar los factores que son protectores para los seres humanos,
más allá de los efectos negativos de la adversidad, con el propósito de estimularlos en
niños y jóvenes:
- Autoestima: es la base de los demás pilares y es el fruto del cuidado afectivo
del niño o adolescente por un adulto significativo, suficientemente sano y bueno y capaz
de dar respuestas sensibles.
- Conocimiento de sí mismo: implica el hábito mental de hacerse preguntas
difíciles y darse respuestas honestas, de leer señales en otras personas, identificar las
fuentes de problemas y determinar cómo funcionan las cosas para uno mismo y para los
demás.
- Independencia: es el derecho a poner límites que lo resguarden de otras
personas cercanas, lo que incluye una distancia emocional y saber separarse de relaciones
dañinas. Además, implica desarrollar y mantener vínculos íntimos y satisfactorios con
otras personas, lo que incluye elegir compañías saludables, empezar relaciones nuevas y
mantener, en general, relaciones sanas.
- Iniciativa: alude a la capacidad para mantener un adecuado control sobre uno
mismo y su ambiente, lo que incluye el resolver problemas en forma creativa, disfrutar
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resolviendo problemas y generando actividades constructivas. También implica el gusto
por los desafíos, por exigirse y ponerse a prueba en tareas progresivamente más
exigentes.
- Moralidad: supone distinguir lo que está bien de lo que está mal y la capacidad
de defender sus creencias, incluyendo el riesgo al hacerlo. También, disfrutar ayudando a
otros en momentos de necesidad.
- Sentido del humor: no todo ha de mirarse siempre desde una altura de seriedad
absoluta; el humor supone encontrar lo “razonablemente” cómico en los propios
problemas, por abrumadores que a veces aparezcan. Permite ahorrar sentimientos
negativos aunque sea transitoriamente y soportar situaciones adversas.
- Creatividad: es la capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del caos y
el desorden. Esto incluye el uso de la creatividad y el humor para olvidarse del dolor, para
expresar emociones, reducir tensiones o mejorar una situación negativa.
- Capacidad de relacionarse: es la habilidad para establecer lazos de afecto con
otras personas, para balancear la propia necesidad de afecto con la actitud de brindarse a
otros. Una autoestima baja o exageradamente alta producen aislamiento: si es baja
puede generar autoexclusión; si es demasiado alta puede provocar rechazo por la
soberbia que supone.
Documento base: EL DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO EN LOS NIÑOS DE PRIMER CICLO BÁSICO. Tesis, Universidad
Mayor, 2004. Facultad de Educación. Mónica Álvarez F., María M. Becerra V., Fabiola E. Meneses S. Profesor Guía:
Bartolomé Yankovic N.
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