3.3. La Organización económica y social. Economía. La agricultura era la base de la economía. La trilogía mediterránea (trigo, vid, olivo) fue el sistema de cultivo más utilizado pero los musulmanes van a da un gran impulso al regadío con la construcción de norias, molinos de viento y molinos hidráulicos. También introdujeron nuevos cultivos, como los cítricos, el arroz, el algodón o el azafrán. En al-Ándalus abundaban también los árboles frutales y las plantas aromáticas y medicinales. En cuanto a la ganadería los musulmanes impulsaron la cría de ovejas y caballos. Se desarrolló la apicultura y un descendió la cría del cerdo. Seguían predominando los latifundios, pero los grandes propietarios residían en ciudades, que se convirtieron en centros de consumo, estimulándose la artesanía y el comercio. El Comercio. El comercio en al-Ándalus va a ser intenso, y se utilizan las monedas propias del mundo islámico. El dinar (oro) y el dirham (plata). Existen dos tipos de comercio: Interior, en el que las mercancías se vendían en el mercado de la ciudad (zoco). Exterior. Los musulmanes realizaron un intenso comercio exterior, tanto con los países islámicos como con la Europa cristiana. Exportaban (Productos agrícolas, minerales y tejidos). Importaban (especias, productos de lujo, pieles, metales, armas y esclavos). Sociedad. La población en época del califato oscilaría entre 5 y 7 millones de habitantes. La mayor ciudad era Córdoba, que tendía unos 100.000 habitantes, lo que demuestra que la mayor parte vivía en el ámbito rural. La sociedad era muy heterogénea. A la cabeza del Estado se sitúa el califa, con poder político y religioso. Por debajo se encuentran los grupos aristocráticos (árabes) o los grandes terratenientes formados por antiguos linajes visigodos. Por debajo está la clase media, formada por mercaderes, funcionarios, intelectuales, comerciantes, propietarios de talleres…Por debajo de estos se sitúan las masas populares formadas por artesanos y campesinos, estos no tienen derechos y tienen que pagar impuestos. En el escalón más bajo se encuentran los esclavos (negros y blancos), que carecían de derechos. También hay que recordar la inferioridad en la que se encontraban las mujeres del al-Ándalus.