INFILTRACIONES Y CORTICOIDES Las infiltraciones consisten en administrar pequeñas dosis de un medicamento (corticoides de depósito en la mayoria de las veces) dentro de la articulación afectada, bursas o vainas peritendinosas, debido respectivamente a inflamación articular, bursitis o tendinitis. El corticoide puede se administrado sólo o asociado a anestésicos como la lidocaína para potenciar el efecto antinflamatorio. Se recomienda realizar no más de tres infiltraciones al año. Está contraindicada en pacientes anticoagulados, con proceso infeccioso activo en la zona a infiltrar y se debe tener extrema precaución con los pacientes diabéticos e hipertensos, pues, si la glucemia y la tensión arterial no se encuentran dentro de valores normales, se puede producir un incremento de las mismas. El corticoide más utilizado es el Dipropionato de Betametasona, que en pocos casos puede precipitar y producir dolor. El otro corticoide que se utiliza es el Hexacetónido de Triamcinolona que precipita menos, sin embargo es más costoso. Material necesario para la realización de infiltraciones Utilizar siempre material estéril descartable de un sólo uso. Se necesita: 1. 2. 3. 4. 5. Agujas descartables, varios modelos según localización y patología. Jeringas descartables. Gasas estériles. Guantes estériles. Antisépticos. (Alcohol, Yodo povidona…) Efectos adversos de la infiltración con glucocorticoides 1. Infección articular: es la complicación más grave. Ocurre aproximadamente en 1/10.000 infiltraciones. 2. Artritis postinyección (artritis por microcristales de corticoides). Ocurre en el 1-3% de los casos y se caracteriza por una artritis aguda en las 48 horas siguientes a la infiltración. 3. Roturas tendinosas: no se deben hacer infiltraciones intratendinosas. 4. Artropatía corticoidea: la infiltración repetida de una misma articulación puede producir una artropatía semejante a una artropatía neuropática. 5. Síncope vasovagal, por dolor intenso durante la técnica o en personas predispuestas o aprensivas. 6. Hematoma en la zona infiltrada. 7. Los efectos adversos derivados de su difusión a la circulación sistémica (sudoración, taquicardia…)