Sobre lo Generativo…

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Cristina Real Domínguez
Sobre lo Generativo…
En este artículo profundizaremos en la definición del término “generativo”, y
expondremos un par de ejemplos de sus aplicaciones en el ámbito de la moda actual.
Para explicarlo, realizaremos una aproximación desde la esfera del arte, que ha
teorizado sobre “lo generativo” (o “lo emergente”, como también es conocido) desde
diferentes puntos de vista.
El término generativo, tal y como lo entendemos hoy, hace referencia a una
representación que se genera o se construye por medio de algoritmos usando
principalmente un ordenador. Los procesos generativos se desarrollan, por tanto,
según unas normas y dan como resultado un “producto” integrado por códigos,
instrucciones y procedimientos autónomos o mecánicos.
Ya en los años 60, artistas como Frieder Nake o George Nees comenzaron a indagar
en el potencial de las máquinas para elaborar sus obras. Entre ellas, los primeros
ordenadores se alzaron como herramientas fundamentales en la creación de gráficos
computarizados, que abrieron un amplio abanico de nuevas posibilidades digitales
para el arte, destacando el movimiento conocido como Arte Generativo.
Pearson (2011), señala que: “El Arte Generativo no es ni arte ni programación […] es
ambas y ninguna de las dos cosas. […] Es la disciplina de tomar el estricto, frío y
lógico proceso técnico y subvertirlo, creando ilógicos, impredecibles y expresivos
resultados”.
Por su parte, Galanter (2003), incide en que el Arte Generativo toma como medio un
sistema mecánico de procedimientos, que cuenta con un cierto grado de autonomía y
que ofrece como resultado una obra total o parcialmente terminada.
Para este autor, la clave reside en la cesión del control al elemento mecánico.
Si focalizamos en la relación máquina-obra, observaremos que los trabajos
generativos son entendidos como una colaboración entre lo humano y lo mecánico.
Parte de la autoría de los resultados recae en los mecanismos usados por el artista, es
decir, en los sistemas que generan las obras. El papel de la máquina es el de ejercer
como soporte para la creación, pero también permitir la extensión de las capacidades
humanas e incentivar la creatividad, permitiéndonos proyectar imaginarios que serían
imposibles de otra manera.
En este sentido, Laffert (2013) afirma que el foco de las obras generativas “se
establece en la idea del artista relacionada con la acción libre de la máquina, en un
proceso técnicamente autónomo pero creativamente guiado por el autor”. Se otorga a
la máquina, por tanto, una cierta capacidad para obrar “libremente”, con lo que el ser
humano pierde parte del control sobre el resultado final. Una característica
fundamental de la creación generativa es, por tanto, la no predictibilidad; y participar
de este tipo de procesos aleatorios significa esperar lo inesperado.
El Arte Generativo se interesa por los procesos azarosos en tanto en cuanto generen
hechos impredecibles y produzcan una “no intencionada”, inesperada, arbitraria e
imperecedera diversidad de alternativas.
Dejando de lado el hecho de que las herramientas digitales llevan implícitas la
utilización de algoritmos, nos interesamos aquí por el uso creativo de éstos. Todos los
procesos generativos describen pautas definidas por reglas y son éstas las que
determinan el funcionamiento, la ejecución y el tipo de resultado que se obtendrá. En
palabras de Benjamín Aranda: “La regla controla el algoritmo […]. Las reglas no hacen
formas, las limitaciones que unas reglas imponen sobre otras, sí las hacen”.
Dependiendo de la cantidad de reglas de operatividad y las variables establecidas, se
pueden obtener un número limitado o ilimitado de posibilidades. Sin embargo, estos
sistemas no tienen como objetivo generar todas las alternativas posibles, sino explorar
distintas soluciones de manera no determinística. El “no determinismo” se entiende
como la posibilidad de incorporar procesos aleatorios a la creación computarizada,
que es uno de los pedestales en los que se fundamenta el Arte Generativo.
Vinculando arte y diseño, Mitchell (1975) señala que la creación generativa es una
“[…] Manera sistemática de generar alternativas de diseño”. Por ello, los procesos
generativos no deben entenderse como medios para llegar a un fin, sino para obtener
múltiples fines; posteriormente, el artista se decantará por uno u otro en función de sus
objetivos estéticos. Así, podemos decir que los procesos generativos fusionan
objetividad y subjetividad, lógica y azar.
Éstos son los términos que utiliza Umberto Eco (1985) al teorizar la “Obra Abierta”,
donde explica que las obras de arte consisten: “en la posibilidad de varias
organizaciones confiadas a la iniciativa del intérprete”. Estas configuraciones se
presentarían ante el creador como un “misterio a investigar […], un estímulo para la
vivacidad de la imaginación”. Se sobreentiende pues, que las metodologías y los
procesos generativos pueden ser una buena herramienta de diseño para fomentar la
búsqueda de alternativas formales ante un problema a solucionar.
Si echamos un vistazo al ámbito de la moda, las aplicaciones de este tipo de procesos
son principalmente dos: una ornamental y otra estructural.
En relación al primer tipo, nos gustaría destacar la colección The Tissue Collection, de
Cait Reas. En ella, se utilizan parámetros algorítmicos para crear una serie de motivos
que posteriormente se imprimen sobre tejidos con los que se construyen las prendas.
El segundo tipo, y quizá el más interesante y
extendido,
es
aquel
que
usa
procedimientos
generativos para integrarlos a la estructura de una
prenda, es decir, los elementos generativos y los
textiles son la misma cosa.
Es especialmente relevante el caso de la diseñadora
Iris van Herpen, cuyas prendas se originan aunando lo
orgánico y lo mecánico, lo natural y lo sintético, lo
simple y lo complejo, lo tecnológico y lo artesanal…y
como no podía ser de otra forma, el orden y el caos, es
decir, lo generativo.
Iris van Herpen, 2013
PEARSON, M. Generative Art: a practical guide using processing. Nueva York: Manning Publications, 2011.
GALANTER, P. What is Generative Art? Complexity Theory as a Context for Art Theory. 6th Generative Art Conference, 2003.
MITCHELL W. J. The theoretical foundation of computer-aided architectural design. En Environment and Planning B, 1975.
ECO, U.; BERDAGUÉ, R. Obra abierta. Barcelona: Planeta DeAgostini, 1962.
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