Programa de Mejoramiento e Innovación de la Docencia de Pregrado Facultad de Recursos Naturales Taller de Inducción dirigido a estudiantes de primer año de Ingeniería de Alimentos Proyecto que busca orientar y motivar a los estudiantes que recién ingresan a la carrera de Ingeniería de Alimentos, buscando bajar los niveles de deserción. El proyecto liderado por la profesora Jacqueline Reveco y acompañado por las docentes Lorena González y Carolina Astudillo, es una idea que las docentes de esta escuela venían trabajando desde el año 2011 pero debido a las movilizaciones estudiantiles no lograron llevarlo a cabo. Ahora, con la posibilidad de postular al Programa de Mejoramiento e Innovación de la Docencia de Pregrado de la UMDU, basándose en los aprendizajes significativos levantaron el proyecto para atacar el problema de deserción de primer año que posee la carrera. Según la jefa de docencia de Ingeniería de Alimentos, Lorena González, existe entre un 40% a 50% de estudiantes de primer año que se retiran de la carrera. Esto lo atribuye principalmente a que los alumnos no logran a llegar a conocer realmente la carrera como tal, generando un alto nivel de desmotivación. La idea del proyecto es que los estudiantes ya desde primer año sepan hacia dónde va la carrera, tengan la posibilidad de tener mayor contacto con la realidad laboral y puedan generar la capacidad de proyectarse. El proyecto La primera parte del proyecto consistía en la realización de clases presenciales como taller de formación, donde se les enseñara a los alumnos en 4 o 5 sesiones algunas técnicas y metodologías de estudio. En esta etapa se trabajó con una psicopedagoga, con quien se buscaba lograr descubrir las mejores maneras de estudiar para ser aplicadas a la diversidad de cada estudiante. Siendo esta la primera actividad, la profesora Lorena González ya advirtió uno de los primeros conflictos, puesto que de los 39 alumnos que recibieron en primer año sólo 18 de ellos realizaron una carta de compromiso para participar en el proyecto, y fueron finalmente 12 las personas que cumplieron con la cuota mínima de asistencia, reflejo de la situación que vive la escuela. Por este motivo, al ser un proyecto que se pretende replicar todos los años en el primer semestre, existe una modificación al ver esta falta de interés por un trabajo pensado exclusivamente en el mejoramiento del aprendizaje de los estudiantes, sin tener incluso que adentrarse en materias de mayor complejidad como lo son las matemáticas y el cálculo. Este año la convocatoria fue voluntaria, pero desde la dirección de la carrera, han decidido realizarlo como una actividad obligatoria, independiente si lleva créditos o no, valorando la importancia de este tipo de iniciativas para el cumplimiento de las metas del Plan de Desarrollo Estratégico 2011-2016 para pregrado. El segundo momento del proyecto contó con charlas de expertos en la materia, donde los alumnos pudieron conversar y debatir con profesionales del área y conocer un poco más sobre el campo laboral, las proyecciones que pueden tener y dónde desempeñarse a futuro. Finalmente, el último momento del proyecto consiste en la visita a dos empresas del rubro alimenticio. Según Lorena González esta es la parte que más entusiasma a los participantes del proyecto, puesto que antiguamente los alumnos de la carrera no tenían contacto con las empresas sino hasta tercer año, lo cual se ha convertido en un privilegio para estos 12 Programa de Mejoramiento e Innovación de la Docencia de Pregrado alumnos de primer año que cumplieron con los requisitos mínimos de participación a lo largo del semestre. Modificando la práctica docente Lorena González se refiere particularmente a su colega Carolina Astudillo, que es quien interactúa de mayor manera con los alumnos de primer año. Destaca en primer lugar que a pesar de que su asignatura tenga un alto porcentaje de repitencia es una de las docentes con mejor evaluación por parte de los estudiantes. Esto se ve reflejado por el constante trabajo en innovación por parte de Astudillo, quien comprende que debe motivar a los estudiantes que vienen desde el esquema pasivo del sistema escolar chileno, por lo cual ha desarrollado nuevas metodologías en sus clases, en las cuales se incluyen actividades interactivas e incluso juegos. Evaluación y proyecciones Son pocos los estudiantes que están realmente comprometidos según las apreciaciones de la docente, de no ser una actividad impositiva no va a funcionar “tiene que ser evaluado, tiene que ir una nota de por medio, porque de esa manera funciona, si es libre no llegan o llegan atrasados”, aclara González. Sin embargo, destaca al grupo de 12 personas que perseveraron a lo largo del semestre por cumplir su compromiso y participar del proyecto, quienes finalmente se vieron recompensados con tener una mayor cercanía hacia el mundo laboral y mejores herramientas para el estudio personal. Se cree entonces que si bien no se logra llegar a un generalidad de los estudiantes, es posible rescatar a un grupo e ir realizando de esta forma perfiles de estudiantes que se motivan y generan lazos con la carrera. En términos de réplica, la profesora explica que el proyecto propiamente tal será replicado internamente el 2013, comenzando en el primer semestre, incluyendo algunas de las actividades en asignaturas obligatorias y haciendo de esta iniciativa una parte fundamental de la formación de los estudiantes, con especial énfasis en aquellos que recién ingresan a la carrera de Ingeniería de Alimentos. De igual modo, se recalca que esta idea de realizar talleres de apoyo, charlas y visitas a empresas, puede ser fácilmente replicable por otras carreras o unidades académicas, especialmente por parte de aquellas que poseen dentro de su ejercicio una relación cercana con el mundo industrial.