El arte de conversar

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el observador
4 i tubebé i Martes
3 de dicieMbre de 2013
minientrevista
ANA LAURA MORALES
El arte de conversar
En la escuela era un
poco charlatana,
pero se ganaba a
los maestros con
su simpatía
ficha
Nombre: ana Laura Morales
fecha de NacimieNto: 23/4/1978
Lugar de NacimieNto: Montevideo
ProfesióN: periodista
trabajo actuaL: canal 10, Univision Usa, directora del instituto
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¿Cómo era el barrio y la casa dónde naciste? Crecí en
la ciudad de Rosario en el
departamento de Colonia, junto
a los abuelos más hermosos del
mundo en un barrio de vecinos
compañeros y amigos entrañables.
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¿Tenés hermanos? ¿Cómo
te llevabas? Tengo un her-
mano mayor, Diego. ¡Me
llevo bárbaro!
¿Cómo era tu cuarto de
niña? Era de color rosado,
con un hermoso ventanal a
la calle que daba a la avenida principal. Los fines de semana mi casa
siempre era un lugar especial y de
reunión. Recuerdo que mis amigas se quedaban a dormir, todas
juntas, muchas veces en casa.
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5
hosPitaL:
hora:
Peso:
7
Pereira rossell
15.30
3,200 kg
¿Eras buena alumna en la
escuela? De la escuela tengo
los mejores recuerdos, pero
lo mío era –sin duda– la simpatía.
Nunca repetí o me llevé una materia pero hacía lo mínimo aceptable.
Desde chiquita me gustaba dedicarme a la conversación (risas).
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¿Cuál era tu materia favorita? ¿Y la que menos te
gustaba? En la escuela me
encantaba todo lo relacionado a
la lectura, aunque no tanto historia, que era de las que menos me
gustaba.
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¿A qué jugabas en los recreos? A un juego que lla-
¿Un regalo que hayas recibido de niña y que recuerdes con cariño? El regalo
mábamos La guerra de las
galaxias y al Balón prisionero.
¿Cuál era tu juego preferido? Tenía mucha imagina-
¿Alguna travesura
que haya quedado
para la historia de las
reuniones familiares? ¡Uf! ¡Có-
de mi tía Ana: una bicicleta rosa.
¡Lo máximo!
ción y tantos juegos como
nadie pueda creer. No habían preferidos, el qué hacer dependía de
la época, el clima. Eso sí, siempre
eran con mi prima Carola, éramos inseparables.
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Partida de nacimiento
¿Quiénes eran tus mejores amigos? ¿Aún los ves?
Los mismos de toda la vida: Ana y Ciro Fodere, Albana
Melognio, Lala Guerrero, Male
y Beti Díaz... son mis hermanos.
Por suerte los veo a todos, todo el
tiempo, incluso a Lala que ahora
vive en Canadá y a Ciro que está
en Miami.
mo olvidarlo! Una desgracia con
suerte. El día del cumpleaños de
mi amiga Ana mi abuelo me dijo
antes de salir: “Cuidado que la casa
de Ana tiene una piscina muy profunda. No te vayas a caer”. A lo que
le respondí: “Abuelo, no soy tonta.
¡Claro que no me voy a caer!”. Pero
sucedió que Ciro, hermano de la
cumplañera, subió un corralón y
tiró un cohete que cayó a mis pies.
Me asusté y di un paso atrás... hacia
la piscina de tres metros de altura,
¡sin agua! Tenía 10 años y causé y
me causó un gran susto. Pero terminé siendo la más mimada del
cumpleaños.
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¿Tu primera mascota? Mi perra pequi-
nesa Mona Mar y.
El nombre se lo puso mi abuelo
porque era fanático de la artista de
Hollywood.
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¿Cuál era tu comida
preferida? ¿Lo sigue
siendo? Como todo
niño me encantaban las milanesas
y la tortilla de papa de mi abuela
Blanca. Sigue siendo lo máximo.
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¿Practicabas algún
deporte? Andar en
bicicleta es una actividad de tiempo completo en
Rosario, pero además hacía ballet, gimnasia aeróbica y gimnasia
olímpica.
“
Mi grupo
de amigas
siempre fue especial,
distinto. somos
muy unidas”
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¿Coleccionabas algo?
Pegotines y billetes de
US$ 1 que estén en serie. Era difícil conseguirlos porque
solo era posible si eran nuevos. Todavía los guardo.
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¿Completaste alguna vez un álbum
de figuritas? Tenía
muchos álbumes, ¡me fascinaban!
Recuerdo que completé uno sobre
el cuerpo humano y me gané una
pelota.
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¿Qué mirabas en la
televisión? Me fasci-
naban los dibujos animados. Miraba a Los osos Gummi
y Los Pitufos, también a algunos
otros que pasaban en Argentina ya
que en Colonia se ve mucha programación de allí.
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¿Qué salidas disfrutabas de adolescente? ¡Organizábamos
muchas salidas con mis amigas!
Hacíamos caminatas, nos íbamos
de campamento, pedaleábamos en
bicicleta 22 kilómetros hasta la playa Blancarena. Mi grupo de amigas
era especial, distinto. Debatíamos
mucho. Recuerdo que nos sentábamos a intercambiar opiniones
del mundo, de las actitudes de las
personas, de tantas cosas, siempre
sentadas en una escalinata de una
zapatería por frente a mi casa. Somos muy unidas.
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¿Recordás tu primer
viaje al exterior? Sí y
no. En realidad, desde que tengo memoria viajábamos
con mi hermano Diego a Buenos
Aires a ver a papá. Eran viajes lindos porque Diego es muy divertido, un desfachatado. Siempre
bromeaba con que nos perdíamos
en la ciudad... Y me lo creía cada
vez (risas).
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¿Dónde pasabas
las vacaciones? Mis
abuelos tenían una
casa en la playa Blancarena así que
mi infancia está asociada a la vida
rodeada de naturaleza. Eran cuatro
meses de playa, de juegos con mis
primas, desde que despertábamos
hasta la noche. Días de pesca con
mi abuelo, recorrer quintas frutales
con mi abuela y perderse entre las
dunas... ¡Maravillosos momentos
y recuerdos!
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¿Alguna vez te pusieron en penitencia? ¡Ay! Claro que sí.
No recuerdo los motivos, pero la
verdad es que no era muy desobediente.
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¿Qué querías ser de
grande? Cualquier
cosa que tuviera que
ver con la lectura y un micrófono.
Papá me dijo un día: “Desde que
eras chiquita ya sabías lo que querías hacer”. ¡Increíble!
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¿Te imaginaste que
ibas a trabajar en los
medios de comunica-
ción? Sí, estaba segurísima.
¿Recordás la primera
vez que te pagaron
por ejercer tu profesión actual? ¡Claro! Fue en radio
del Plata al terminar mi diplomado en analista de medios en la Universidad Católica. En ese entonces
elegían a dos estudiantes para ser
pasantes y me eligieron. Cuando
terminó la pasantía la radio me
contrató y en ese entonces me encargaba de organizar los eventos y
las relaciones públicas.
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