n nuevo 8 de marzo donde valorar los avances alcanzados y renovar los compromisos y reivindicaciones que aún tenemos pendientes las mujeres en el largo camino por el logro de la igualdad de oportunidades. Un año marcado por cambios significativos en el mercado de trabajo, en las relaciones laborales y en la organización productiva. La reforma laboral ha supuesto una adecuación de la legislación a los requerimientos de la economía empresarial configurando un nuevo modelo laboral marcado por la inestabilidad. Todo ello está suponiendo en la práctica un aumento de las dificultades para la integración laboral de las mujeres. Factores como la movilidad geográfica y funcional y la contratación a tiempo parcial suponen una mayor barrera para la especialización, ascenso y promoción profesional de las mujeres. . Asimismo la política gubernamental de recorte en las prestaciones sociales y económicas está afectando muy especialmente a las mujeres en un doble sentido: porque están presentes mayoritariamente en el empleo precario y tienen unas elevadas tasas de desempleo, y porque los recortes en las poi íticas de bienestar social suponen en la práctica la sustitución de los servicios sociales estatales por trabajo femenino no retribuido. Si bien estas políticas neoliberales, no consiguen vaciar de contenido, el esfuerzo y la lucha de las mujeres por conseguir de pleno derecho su espacio social, sindical y laboral. Este nuevo panorama supone un reto en sí mismo para las organizaciones sindicales, pero de manera especial para las mujeres. La desregulación de derechos laborales establece un marco poco apto para potenciar, de forma generalizada, políticas de igualdad de oportunidades y puede suponer un retroceso en las cotas de participación estable alcanzadas por las mujeres en el mercado de trabajo. Pero al mismo tiempo los cambios que se producen en la organización del trabajo, los cambios tecnológicos, los nuevos requerimientos empresariales respecto a la mano de obra, mayor polivalencia, mayor capacidad de control y gestión, están modificando el contenido de los puestos de tra- U bajo y la profesionalidad. Las mujeres tenemos que estar presentes participando y negocian do estos cambios, haciendo propuestas imaginativas para hacer valer las competencias especificas femeninas y romper con la tradicional asignación de las mujeres a empleos y profesiones consideradas "no cualificadas". LOGROS Y REIVINDICACIONES Valoramos positivamente, la consecución en 1994 de reivindicaciones como: • El reconocimiento del concepto de salario igual por un trabajo de igual valor. • Garantía del 100% del salario durante el período de descanso por maternidad y eliminación del concepto de ILT por baja maternal. Si bien, aún sigue pendiente de aprobación definitiva la Ley de Salud Labora, que recoge una reivindicación primordial: el cambio de puesto de trabajo durante el embarazo cuando suponga riesgo para la mujer o para el futuro hijo/a. Asimismo sigue sin materializarse la Ley de Plazos de IVE, por la que débilmente apostó el Gobierno, pero actualmente paralizada. Es necesario avanzar asimismo, en el reconocimiento legal de las parejas de hecho. Sigue siendo absolutamente necesario seguir incidiendo en políticas de educación no sexista y campañas a favor del equilibrio en el reparto de las responsabilidades familiares y domésticas. Seguir trabajando en la sensibilización y denuncia del acoso sexual y en la mejora de las condiciones laborales de colectivos tradicionalmente precarizados como las trabajadoras del servicio doméstico, emigrantes, etc. A nivel comunitario se sigue otorgando un papel importante al tema de la igualdad de oportunidades y de trato de las mujeres implementando políticas que mejoren su participación y eliminen la discriminación, en los distintos ámbitos sociales, laborales y sindicales. Se ha aprobado una resolución del Consejo de la CE relativa a la participación equitativa de las mujeres en una estrategia de crecimiento económico orientada hacia la intensificación del empleo en la Unión Europea. A nivel sindical se está trabajando en la realización de un Plan de Acción para aumentar la participación de las mujeres en las organizaciones sindicales. Sin olvidar, en el ámbito europeo, la celebración en mayo próximo del Congreso de la Confederación Europea de Sindicatos así como en abril la Conferencia de Mujeres de la CES, donde se debatirán aspectos de extraordinaria importancia para el avance de la igualdad de oportunidades y el programa de Acción para el incremento de mujeres a los órganos de dirección de las confederaciones sindicales. Internacionalmente 1994 está marcado por la celebración, el próximo mes de septiembre en Pekín, de la IV Conferencia Mundial sobre mujeres, donde debatir, desde la visión de las mujeres, los grandes temas que nos afectan, la igualdad, el desarrollo y la paz. Oportunidad de oro para identificar los obstáculos, definir los objetivos y avanzar en la igualdad de oportunidades. PARTICIPAR ES AVANZAR · Estamos en un momento clave, la celebración de EE.SS. en España, por lo que desde las Secretarías y Departamentos de la Mujer de CC.00. y UGT hacemos un llamamiento a la participación sindical de las mujeres, a que se presenten en las candidaturas y exijan estar en puestos con posibilidades de elección. Participar supone estar presentes en la negociación colectiva general y activar negociaciones específicas en torno a la igualdad de oportunidades. Es hora de elaborar proyectos de acción positiva dentro de las empresas que actúan sobre la segregación ocupacional, sobre la formación, la promoción y la clasificación profesional de las mujeres. Establecer programas realistas en los que las mujeres se vean implicadas y las ayuden a aumentar su autoestima y posibilidades de mejorar su posición en el mundo laboral. PARTICIPACION QUE SE HACE IMPRESCINDIBLE • Para conseguir una política sindical más cercana a las realidades diversas de trabajadores y trabajadoras. • Para un mejor aprovechamiento de la potencialidad de la mujeres. • Como forma de promover y hacer efectiva la igualdad de oportunidades.