Taller sobre Política Fiscal Prof. Arbey Bustamante Valdés 1. En la economía del País Cafelandia, la propensión marginal a consumir es de 0.4. la inversión es de 40 mil millones de dólares, las compras gubernamentales de bienes y servicios son de 40 mil millones de dólares y los impuestos son de 30 mil millones de dólares. a. ¿Cuál es el nivel de demanda o ingresos en Cafelandia? Pista: sume todas las variables del PIB. b. c. Si el gobierno aumenta sus compras gubernamentales a 60 mil millones de dólares ¿Cuál es el cambio en la demanda o ingreso? d. ¿Cual es el valor del multiplicador del gasto del gobierno? e. ¿En que nivel queda la demanda o ingreso después de la variación del gasto? (tenga en cuenta el incremento por el multiplicador) f. Si el gobierno continua comprando los mismos 60 mil millones en bienes y servicios, pero aumenta los impuestos a 70 mil millones ¿Cuál es el cambio en la demanda ingreso? g. ¿Cual es el valor del multiplicador del impuesto? h. Explique de que manera la variación de las compras gubernamentales y los impuestos afectan a la economía. i. Si el gobierno en forma simultanea aumenta en 10 mil millones de dólares sus compras gubernamentales y sus impuestos ¿Cuál es el cambio en el ingreso de equilibrio? 2. Suponga que una economía presenta la siguiente información: la inversión es igual a 100, el gasto publico es de 75, los impuestos fijos son de 100 y el consumo (C), esta dado por la siguiente función: C= 25 + 0.8 YD, donde YD es el ingreso disponible y Y es el ingreso de equilibrio, recuerde que en equilibrio el ingreso es igual a la demanda. a. b. c. d. ¿Cuál es el ingreso de equilibrio (Y)? ¿Cuál es el multiplicador del gasto público? ¿Cuál es el multiplicador de los impuestos? Suponga que los impuestos se reducen a un nivel de 80. ¿Cuál es el cambio en la demanda? Estas dos preguntas se deben entregar el próximo viernes en parejas. Taller sobre Política Fiscal Prof. Arbey Bustamante Valdés 3. Leer el siguiente artículo sobre política fiscal. (será evaluado mediante una comprobación de lectura el próximo viernes a las 6:30 p.m) Mauricio Cabrera Galvis Política fiscal en contravía Publicado el 31-03-09 Como el cónyuge engañado que es el último en enterarse de su infortunio, así los funcionarios oficiales de Presidente para abajo- fueron los últimos en percatarse que la economía colombiana no estaba blindada ante los coletazos de la crisis financiera internacional. La falsa ilusión de que la confianza inversionista y la Seguridad 'Democrática' eran los motores del crecimiento, los hizo creer que la multiplicación de las inequitativas gabelas tributarias a los empresarios y los exitosos golpes asestados a la guerrilla eran suficientes para garantizar que seguiríamos creciendo a pesar de la recesión mundial. Las cifras del Dane confirmaron que tenían (teníamos) razón los analistas que anunciaron la desaceleración de la economía, pero fueron más negativas de lo esperado, porque nadie había pronosticado una caída del PIB como la que hubo (el -0.7%) en el último trimestre del año pasado. También se cayeron las proyecciones de crecimiento para este año que eran hasta del 3%, y ahora escasamente superan el 0,5%. Por supuesto que este frenazo no es culpa del Gobierno, como tampoco lo fueron los buenos resultados de los años anteriores, sino que tanto la bonanza como la recesión fueron impulsadas por el contexto internacional. Lo que sí es responsabilidad del Gobierno es la falta de una respuesta adecuada al choque externo, que se evidencia en tres aspectos. Primero por la falta de ahorro durante las 'vacas gordas', que le impide ahora tener recursos para incrementar el gasto público; segundo, por la lentitud en adoptar medidas reales y efectivas de estímulo, que vayan más allá de reempacar el presupuesto anterior y presentarlo como gasto adicional. Tercero, por la adopción de medidas fiscales pro-cíclícas, es decir, que van a agudizar la recesión. La política fiscal del Gobierno colombiano va en contravía de lo que están haciendo los gobiernos del mundo entero. Mientras en otras latitudes se trata de impulsar la demanda interna mediante inversión pública adicional y, en algunos casos como E.U., mediante la reducción de impuestos a los grupos de ingresos medios y bajos, en Colombia se hace todo lo contrario. El aumento (ilegal) del impuesto a la gasolina y la propuesta de reforma de los impuestos de departamentos y municipios son casos evidentes de esta contravía. Se trata de medidas que en otras circunstancias podrían ser convenientes y hasta necesarias, pero ahora son tan inoportunas como pedirle una donación de sangre a un anémico. En efecto, subir el precio interno de la gasolina dizque para crear un fondo de ahorro para la eventualidad de que el precio internacional del petróleo vuelva a subirse, es reducir la capacidad adquisitiva de los consumidores, cuando lo que se necesita es aumentarla para que gasten más. Lo mismo sucede con los Taller sobre Política Fiscal Prof. Arbey Bustamante Valdés aumentos de los impuestos de motos, vehículos, licores y prediales. Nadie discute la necesidad de fortalecer los fiscos de las entidades territoriales, pero estos los paga sobre todo la clase media que tendrá que apretarse el cinturón y reducir sus otros gastos. Aún en medio de la crisis es una actitud responsable preocuparse porque no aumente demasiado el déficit fiscal, pero esto debe hacerse como lo hizo Obama, aumentando los impuestos a los más ricos, cuyo consumo no se ve afectado por esta razón. Aquí el Gobierno debería eliminar todas las exenciones tributarias a las empresas que valen más de $6 billones y poco o nada contribuyen al crecimiento y al empleo.