Artículo del Taller Los procesos de identificación

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Artículo del Taller
Los procesos de identificación, normalidad y patología
Por Adelaida Corrales ©
No hay duda que el concepto de identificación fue adquiriendo una importancia cada vez
mayor dentro del corpus teórico psicoanalítico. También es cierto que su uso adoptó
diferentes connotaciones dentro de los distintos esquemas teóricos que lo conforman.
Gracias a ello, dicho concepto se ha enriquecido en cuanto a sus significaciones,
haciéndose más complejo. Pero al mismo tiempo, su empleo ha suscitado cierto grado de
ambigüedad, al punto que llega a ser difícil diferenciar cuándo la identificación designa un
proceso y cuándo se refiere al producto de este proceso.
Por ejemplo, la relación que se establece entre la actividad imitativa del niño en la
experiencia con los objetos y su identificación con ellos. Esta imitación puede favorecer la
construcción de una identidad propia, mediante procesos identificatorios, o bien, llevarlo a
una confusión con ellos. Esto dependerá de factores añadidos, como las motivaciones y
significaciones que tengan para él tales experiencias y también la capacidad de integración
y síntesis del yo, que a su vez, depende de otros procesos como la introyección y la
internalización (Grinberg, 1978). Aquí es donde uno puede cuestionarse si es conveniente
que ambas situaciones sean designadas con el término identificación.
Desde mi punto de vista, es indispensable una mejor comprensión de este concepto,
entendiéndolo como un proceso mental complejo que incluye además otros mecanismos.
Parecen ser precisamente estos otros mecanismos los que van a determinar el destino del
proceso dentro de la estructura psíquica, así como su influencia en el funcionamiento de la
mente.
La importancia del estudio de este concepto radica en dos razones principales: la primera es
que la identificación se trata de un mecanismo fundamental para la estructuración de la
personalidad, se encuentra en la base de la formación del yo y la constitución de la
identidad, interviene de manera directa en la formación del superyó y es uno de los
mecanismos más importantes para la conformación del carácter (Freud, 1923). La segunda,
que no es independiente de la primera, tiene que ver con la participación de este mecanismo
en la producción de la enfermedad mental y, por ende, en el proceso de la cura.
De manera general, es posible distinguir tres principales formulaciones del concepto de
identificación en el interior de la obra freudiana.
En la primera formulación, el modelo es la identificación histérica y su participación en el
trabajo del sueño: un sujeto se identifica con otro sobre la base de un elemento común, que
para el sujeto es inconsciente. Aquí, la identificación es un medio para lograr la descarga de
impulsos sexuales y hostiles, burlando la represión (Freud, 1900).
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La segunda formulación surge a partir de los trabajos que elaboró Freud sobre el narcisismo
y el análisis de la diferencia entre duelo y melancolía; el modelo fundamental de estas
teorizaciones es la identificación narcisista, en donde el objeto es incorporado al yo
mediante una regresión a la etapa oral canibalística.
Una tercera y quizá la más conocida conceptualización de los procesos identificatorios, es
la que participa en la solución de la conflictiva edípica, en la que la identificación depende
de la relación con los objetos parentales, cuyo destino de es la constitución del superyó.
Freud advierte que estas identificaciones se van a reforzar mediante un enlace con la
identificación primaria con el padre primordial, para formar el ideal del yo (Freud, 1923).
Queda claro, entonces, que en estos procesos participan, en mayor o menor grado, distintos
tipos de identificación, la cual parece ser modelada por el grado de regresión e incide de
manera diferente en la estructuración y el funcionamiento mentales.
Entre los desarrollos teóricos postfreudianos sobre los diferentes tipos de identificación, el
más trascendente quizá sea el concepto de identificación proyectiva de Melanie Klein. Este
es un mecanismo complejo que hace posible la comunicación de ansiedades y emociones
entre el sujeto y el objeto, lo cual es una condición indispensable para el desarrollo mental.
No obstante, la autora destaca la participación de este mecanismo en el desarrollo de
patologías graves. El empleo excesivo (agresivo) de la identificación conduce a la
confusión y el empobrecimiento del yo (Klein, 1946).
Los trabajos de autores postkleinianos como Bion, Meltzer y Grinberg ampliaron la
comprensión de este mecanismo, distinguiendo diferentes modalidades del mismo, tanto en
el funcionamiento mental normal, como en las entidades patológicas.
Por otro lado, J. Lacan parte de las distinciones ya hechas por Freud para su propio
desarrollo del tema. El autor distingue dos tipos fundamentales: la identificación imaginaria
constitutiva del yo (moi), cuyo modelo es el estadio del espejo y la identificación simbólica
fundadora del sujeto.
El concepto de identificación ha sufrido una especie de dilución en la literatura
psicoanalítica. Muchas veces términos como incorporación, introyección, internalización,
entre otros, son utilizados de forma equivalente e intercambiable con el de identificación.
En ocasiones incluso se confunde con la noción de imitación o de aprendizaje que, aunque
están estrechamente relacionadas, pertenecen a distintas categorías. La identificación es un
proceso inconsciente que estructura y produce modificaciones perdurables en la mente del
sujeto (Grinberg, 1976).
En conclusión, si se toma en cuenta que la identificación es un mecanismo de influencia tan
fundamental para el desarrollo y la organización de la personalidad y que, además, es un
proceso esencial en todo tipo de relación humana y por ende, en la relación terapéutica, es
posible comprender la gran importancia que tiene para los analistas el profundizar en su
estudio y comprensión. Por tanto, el objetivo de este taller es compartir el resultado de esta
investigación con ustedes, en el marco del programa de Educación Continua que ofrece el
Centro Eleia.
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Fechas de inicio:
Sábado 13 de septiembre de 2014, Plantel Norte
Sábado 20 de septiembre de 2014, Plantel Sur
Horario: 10:00 a 13:00 hrs.
Duración del taller: 3 horas.
Imparte: Adelaida Corrales
Cupo limitado
Informes e inscripciones:
Coordinación de Educación Continua
Marlene Mercado mmercado@centroeleia.edu.mx
56612177 ext. 110
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