From the SelectedWorks of Guillermo Arosemena May, 2011 Capitalismo asiático Guillermo Arosemena Available at: http://works.bepress.com/guillermo_arosemena/430/ Capitalismo asiático Guillermo Arosemena Arosemena Terminada la II Guerra Mundial, Japón había sido derrotado, destruido y estuvo gobernado por Douglas MacArthur durante cinco de los siete años de la ocupación de Estados Unidos. En su permanencia en Japón, se aseguró de introducir la democracia en ese país, impulsó la redacción de la Constitución y dejó las bases para el desarrollo capitalista tomando en cuenta la cultura asiática de cooperación y consenso. También contrató a más de 300 profesionales estadounidenses en diferentes disciplinas, para ayudar a la construcción de un nuevo y poderoso sector privado. Entre ellos estuvo Edwards Deming, el más famoso experto mundial en calidad durante la segunda mitad del siglo XX. En su honor y por su extraordinario aporte, el Gobierno de Japón estableció el Premio Deming que anualmente se entrega a la empresa que más ha sobresalido en el manejo de la calidad. El capitalismo japonés nació en base a estrechos acuerdos entre los sectores público y privado poniéndose en armonía con los sectores prioritarios de la economía, fomentando un crecimiento basado en la conquista de los mercados internacionales. Para los años sesenta, los llamados Tigres de Asia (Singapur, Malasia,Taiwan, Corea del Sur y Hong Kong) siguieron el mismo modelo de capitalismo, logrando salir de la pobreza en tres décadas. Sus gobernantes dedicaron todas sus energías al desarrollo económico, impulsando al pequeño, mediano y gran empresario, apuntando al comercio exterior. Países que eran más pobres que Ecuador tienen una renta anual por habitante entre 10,000 y 40,000 dólares, es decir entre tres y 12 veces más que la ecuatoriana. En los ochenta, China optó por hacer lo que habían hecho los países mencionados anteriormente y en los noventa India hizo lo propio. Sus gobernantes no sufren complejo alguno, se dieron cuenta de que era cierto lo que decía Churchill de que el socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la prédica de la envidia. Hace tres décadas China tenía la quinta parte de la renta del ecuatoriano, actualmente es similar. Si América Latina hubiera seguido el camino de los países mencionados, hubiese sido más próspera.