• El legatum partitionis, el heredero exigía al legatario una

Anuncio
436
•
FERDINANDO CASADIEGOS CÁCERES
El legatum partitionis, el heredero exigía al legatario una contribución
proporcional al pago de las deudas hereditarias, cuando tenía que liquidar
una deuda de la herencia, y a su turno el legatario cobraba al heredero una
participación proporcional a cada crédito de la herencia que el heredero
cobraría.
Lo que se ha legado en esta forma, aunque haya sido puramente y sin condición
no se hace inmediatamente del legatario, al ser aceptada la herencia, como
ocurre en el legado por vindicación, sino que es propiedad del heredero, y por
esto el legatario debe entablar una acción personal, es decir, pretender que el
heredero le tiene que transmitir una cosa; entonces el heredero tiene que
transmitírsela por mancipación o por cesión ante el pretor, si se trata de una
cosa mancipable, y si no es mancipable hasta que se haga entrega de ella. Si
entrega una cosa mancipable sin manciparla, solo con el transcurso de la
usucapión se hará aquella de la propiedad del legatario. La usucapión se cumple,
al año, tratándose de muebles, y a los dos años tratándose de inmuebles, según
las Doce Tablas.
Hay también otra diferencia entre esta clase de legado y el legado por vindicación:
si una misma cosa es legada por damnación a una o más personas, el heredero
debe a cada una su parte pero tan solo cuando se hizo conjuntamente; si se hizo
por separado, debe todo a cada una de ellas, de modo que tiene que transmitir
la cosa a una e indemnizar la otra o demás. En el legado conjunto, si falta uno de
los legatarios, su porción no pertenece a los colegatarios, sino que se queda en
la herencia.
4.2. LEYES CADUCARIAS. REFERENTES A LOS LEGADOS
Respecto a lo que se ha dicho de que cuando falta un legatario en el legado, por
donación, su porción se queda en la herencia, y el legado por vindicación, en este
acrece a los colegatarios, hay que advertir que era así por derecho civil antes de la
Ley Papia, pero que después de esta ley la porción del legatario que falta se hace
caduca y pertenece a los instituidos en el testamento que tengan hijos.
Las leyes caducarias tenían la particularidad no sólo de cobijar a los célibes (solteros)
y a los orbi (casados sin hijos), sino que además hacían radicar el respectivo derecho
de los herederos y legatarios no en la época del dies cedit y de la adición de la
herencia, sino en el momento de la apertura del testamento. De este modo, las
disposiciones válidas en aquellas épocas, conforme a las reglas ordinarias del
derecho civil, se hacían caducas por aplicación de las leyes Julia y Papia.
Descargar