DANOS HAMBRE DE LO ESENCIAL Felipe Santos, SDB Madre admirable, Tesoro de calma y serenidad, Te amamos por la luz De tus ojos abajados, Por la paz de tu rostro, Por la actitud reveladora De tu plenitud interior. Eres la Virgen De lo invisible y esencial. Te suplicamos que nos apartes, Desprendernos de todo lo que se ve Para llevarnos y fijarnos En el invisible que tus ojos miran: La invisible presencia, La invencible vida, La invencible acción, El invencible amor. En nuestras jornadas ocupadas, sobrecargadas, Guárdanos en la luz de las cosas Que no se ven. A través de lo accesorio que nos solicita Y nos sucede a menudo, Danos también El sentido y el hambre de lo esencial.