Las "Preocupaciones" son intereses pagados anticipadamente por problemas imaginarios ¿Alguna vez te has preocupado por el posible resultado de una llamada o una reunión de ventas, o por una decisión pendiente por parte de un posible cliente? ¿Alguna vez te has preocupado por tu papel durante una presentación o reunión de negocios pasada? ¿o tal vez por un comentario realizado por un cliente actual o con previsiones de serlo? Por lo general los vendedores se preocupan por circunstancias pasadas o futuras que no existen en este momento. Una dosis de preocupación puede ser útil si esto nos lleva a revisar la estrategia y buscar caminos para mejorar el resultado. Pero, cuando la preocupación empieza a llenar el día de un comercial, nublar sus pensamientos y distraer su atención de las tareas y los temas importantes, la creatividad para poder desarrollar alternativas se bloquea, sin ser de ayuda tampoco en sucesos pasados, entonces ya estamos hablando de sentimientos y conductas poco sanas. Además las preocupaciones oscurecen el juicio y obstaculizan un análisis objetivo y lógico. Así, la preocupación no es una emoción saludable, por lo tanto preocuparse no es constructivo. Preocuparse acerca de circunstancias pasadas puede evitarse con una organización inteligente. Algunos consejos útiles para la organización inteligente son: 1. Asignar una cantidad de tiempo específica para anticipadamente planear y preparar actos futuros. 2. Anotarlos para que no interfieran con otras actividades. 3. Finalmente, tener la agenda cerca y luego dejarse ir. Preocuparse por el futuro puede evitarse si se acepta desde un principio la posibilidad de contratiempos. Algunas veces, los inconvenientes surgirán exactamente tal como se había previsto, pero se alcanzarán los resultados esperados. Los contratiempos son parte de la experiencia humana y hay que aceptarlos, porque además, ninguna preocupación los cambiará. Minimizar las preocupaciones es posible si se planea a conciencia la semana, y se priorizan y organizan las actividades. Si las actividades de hoy están bien organizadas, se puede empezar a desarrollarlas sin preocuparse acerca de lo que ocurrirá mañana. Y, si las actividades de mañana están planeadas a conciencia, completar las actividades de hoy es posible sin preocuparse por lo que pase mañana. Economía difícil; grandes recompensas Mientras que algunos sectores de la economía han sido golpeados fuertemente, apostamos a que la mayoría de sus clientes actuales y potenciales aún están comprando. También estamos seguros de que algunos de sus competidores con visión a corto plazo han frenado y reducido sus actividades, esfuerzos e inversiones en el mercado. ¿Qué significa eso? Es tiempo de realizar mayores esfuerzos. Mantener una perspectiva a largo plazo puede ser difícil, pero las recompensas son muchas. Tradicionalmente, las compañías ganadoras no se detienen durante crisis económicas, por eso, terminan obteniendo una mayor parte del mercado cuando la economía se recupera. Mientras tus competidores están sentados en sus oficinas, preocupándose por el estado de la economía y perdiendo clientes, lo que hay que estar en la calle haciendo contactos, desarrollando nuevas relaciones, cerrando ventas, y ganando cuota de mercado. Las recompensas no serán automáticas y por eso hay que concentrarse, organizarse, y ser eficiente. Se necesitará un proceso efectivo de identificación y calificación de oportunidades. Pero, si hay esfuerzo, tarde o temprano, la recompensa se materializará. La suerte aparece cuando la preparación y la oportunidad se juntan La Suerte se suele describir como el estar en el lugar correcto en el momento adecuado. Pero, para que ocurra: se debe saber lo que se quiere. La cuestión es que se puede estar en el lugar correcto en el momento correcto y ni si quiera darse cuenta. Imaginamos a dos corredores en una pista con los ojos vendados. Uno de ellos le dice al otro, “¿Tienes idea hacia donde está la meta?” El otro contesta, “No, ni idea. ¿Pero que dices si comenzamos a correr ya?” ¿A quien le gusta correr en este tipo de competencias? Ninguno de estos corredores ganaría. Si un corredor supera al otro, ¿Cómo podrían saberlo? Es una situación absurda, pero no es más absurda que la forma en que muchos vendedores ejercen su trabajo. Preguntando a una muestra de 100 vendedores dónde quieren estar en uno, dos, o cinco años, qué “metas” esperan cruzar para lograr resultados de crecimiento personal y profesional, qué necesitan lograr para contribuir al crecimiento de su compañía, o para cualquier área significativa de su vida, tal vez 5 de estos 100 vendedores podrían específicamente decir lo que quieren alcanzar en la vida en cada área y con tiempos específicos. De las 95 personas restantes, obtendríamos silencio o una respuesta improvisada. Si ponemos a estas 5 personas en el “lugar correcto”, en el “momento adecuado”, sucederán hechos extraordinarias porque ellos saben exactamente lo que quieren, porque pueden visualizar los resultados, y están enfocados en lograr esos resultados. Una vez los vendedores saben lo que quieren, pueden aprovechar las circunstancias, las relaciones, y las coincidencias que contribuyen al logro de sus metas. No podemos poner a los otros 95 en el “lugar correcto” en el “momento adecuado” porque ellos no saben lo que quieren. No hay lugar correcto, ni tiempo correcto, no hay metas. La “Suerte” realmente sucede cuando se juntan la preparación y la oportunidad. Se tendrá más suerte mientras más claro se tenga .lo que se quiere en la vida.