Pontificia Universidad Catolica del Peru From the SelectedWorks of Leysser L. León Spring December 18, 2012 Retos de la enseñanza del Derecho Civil Leysser L. Leon Available at: http://works.bepress.com/leysser_leon/18/ RETOS DE LA ENSEÑANZA DEL DERECHO CIVIL LEYSSER LEÓN HILARIO Doctor en Derecho – SSSUP S. Anna (Pisa-Italia) Profesor Derecho Civil – PUCP, UP, AMAG Miembro de Ferrero Abogados Para los docentes de derecho civil, como para toda la comunidad universitaria peruana, es actual un noble y desafiante magisterio: “si no ofrecemos educación científica, no hay universidad. Sin rigor, no hay universidad. Sin exigencia, no hay universidad”1. Culminada la primera década del siglo XXI, la enseñanza de nuestra disciplina enfrenta dos retos principales: el de abandonar la estructura curricular basada en los libros del Código Civil y el de forjar una generación de estudiantes (y de nuevos docentes, por lo tanto) hábiles y sapientes para desenvolverse, con profundidad y conocimientos prácticos, en múltiples áreas: de la tutela de la persona a las operaciones de intercambio, de las relaciones de familia a la circulación de los bienes mortis causa. La superación del acostumbrado currículo de cursos universitarios de derecho civil apegado a los libros del Código (explícitamente o veladamente) se halla a la espera de autoridades decididas a implementar el cambio, a remover la tara y a poner al día, de esta forma, la educación jurídica en nuestro país. Muchos son los perjuicios que el modelo consuetudinario ha producido: de la segmentación del conocimiento de una disciplina ligada uniformemente, por firmes raíces históricas, con la actividad jurídica humana, a la generación de especialidades ficticias. Sintomático es el caso del derecho de familia, cuyo artificial alejamiento del derecho civil –irrazonablemente y tercamente auspiciado por algunos– se nota en el recurso, incluso en la práctica judicial, a cláusulas normativas generales reducidas a expedientes retóricos, como el “interés superior del niño”, o a visiones distorsionadas, lindantes en la ilegalidad, del control difuso de la constitucionalidad de las normas. No distinto es el caso del llamado “derecho del consumo”, enfangado por discursos pedestres, ya económicos (o que pretenden pasar por tales) ya administrativos, que opacan su pétrea pertenencia al derecho 1 CISNEROS VIZQUERRA, Luis Jaime, “Aula abierta”, Grupo Ed. Norma, Lima, 2009, p. 297. En estas líneas, sin embargo, por razones que bien pueden entenderse, no me detendré en la acaso insuperable crisis por la que atraviesa la educación en el Perú, en todos sus niveles. Tampoco abordaré la temática de la metodología de enseñanza, hoy saturada de discursos (uniformemente superficiales) sobre la conveniencia del “aprendizaje casuístico” frente al (tradicional) “aprendizaje frontal” (mal denominado “magistral”). Remito, en este punto, a FULLER, Lon L., “On Teaching Law”, en “Stanford Law Review”, vol. 3, 1950-1951, p. 35 y s. civil, en cuyo carácter igualitario2 –hay que saberlo– se encuentran las bases de su desarrollo, que nadie, en ninguna experiencia cercana a la nuestra, ha puesto en discusión, ni, mucho menos, ha negado para concretar una ulterior fragmentación del campo civilista. El segundo reto es, igualmente, perentorio. Todo docente de derecho civil está obligado a conocer plenamente su materia y, desde luego, a enriquecer su saber cada día. En él recae la nada sencilla misión (y el compromiso, a la vez) de trazar para los estudiantes un panorama global de su sector, que alcance, con ambición y legitimidad, al ius privatum de las fuentes romanas3, que comprende al derecho comercial, al derecho del trabajo, al derecho industrial, al derecho agrario. Ideal, para mejorar las cosas, sería la programación de un curso dedicado a la parte general del derecho civil, que sustituya hasta cinco de los habitualmente dictados en las Facultades, con nulo criterio e injustificada autonomía: introducción a las ciencias jurídicas (fuentes del derecho, norma jurídica, interpretación, etc.) derechos de la personalidad, personas jurídicas, teoría de los bienes y cosas (hoy confinada a clases introductorias del curso de derechos reales), fenomenología jurídica (negocios, actos y hechos jurídicos, en ese orden) y dos instituciones que, pese a su importancia, se descuidan siempre: la prescripción y la caducidad. Si convenimos en que al profesor derecho civil se confía la enseñanza del alfabeto jurídico, o sea de nociones que habrá de acompañar al estudiante durante toda su carrera y, luego, en la praxis profesional4, al margen de la rama particular en la que él se desenvuelva finalmente, se entenderá la importancia de diseñar y dictar este curso introductorio. El docente de derecho civil debe cumplir con responsabilidad, además, la tarea de concientizar a los estudiantes sobre un fenómeno histórico y cultural: que formamos parte de una de las familias o tradiciones jurídicas del mundo, la del civil law, justamente, pero que, a la vez, no somos ajenos a los problemas inherentes a la implantación de los modelos civilistas en un país de realidad social compleja, como el nuestro. Aquí, como otras áreas del derecho, la comparación crítica es valiosa para conjurar y prevenir los efectos deformantes de una visión europeizante de fenómenos dependientes del contexto social, económico y multicultural peruano, donde estamos destinados a interactuar. Lima, 7 de diciembre de 2012 2 RAVÀ, Tito, “La bilateralità del diritto civile”, Giuffrè, Milán, 1963, p. 10: “la norma jurídica, por el hecho de ser bilateral, es también única y también igualitaria, parifica a los seres humanos en el uso del mundo”. 3 Cfr. KASER, Max y Rolf KNÜTEL, “Römisches Privatrecht”, 19 . ed., C. H. Beck, Múnich, 2008, p. 31 y s. 4 Cfr. IRTI, Natalino, “Il problema delle «Istituzioni di diritto privato»”, en AA.VV., “L’insegnamento del diritto privato”, actas del congreso celebrado en Roma, 12-13 de noviembre de 1983, Giuffrè, Milán, 1987, p. 6. a