253-EMQCM-12 CÁMARA TERCERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO: San Salvador, a las once horas veinte minutos de veintinueve de noviembre de dos mil doce. Por recibido el oficio número 1812, de fecha veintinueve de octubre del presente año, procedente del Juzgado Quinto de lo Civil y Mercantil, juntamente con el Proceso Mercantil Ejecutivo, promovido por el “FONDO DE SANEAMIENTO Y FORTALECIMIENTO FINANCIERO”, por medio de su apoderado licenciado Jorge Adalberto Salazar Grande; contra los señores MARIO ISABEL V. M. y ROXANA GRACIELA P. C. DE V., constando de ciento cincuenta y seis folios útiles, escrito mediante el cual se interpone recurso de apelación suscrito por el doctor JULIO CÉSAR MENA VARELA y boleta de presentación del mismo. Tome nota la Secretaría del lugar señalado para recibir notificaciones y del medio electrónico indicado para tal fin. Respecto del recurso de apelación interpuesto por el doctor Mena Varela, este Tribunal formula las siguientes consideraciones: I. ASPECTOS PREVIOS. La apelación es un recurso ordinario que tiene por finalidad el re-examen de las infracciones procesales y sustantivas contra resoluciones de primera instancia, a través de un procedimiento único con el que el tribunal competente (ad quem) ejercita una potestad de jurisdicción similar a la desplegada por el órgano inferior (a quo). Es un remedio procesal encaminado a lograr que un órgano superior en grado, en relación al que dictó una resolución que se estima es injusta, la anule, revoque o reforme total o parcialmente. Dicho recurso encuentra su asidero legal en el Art. 508 CPCM, el cual a su letra REZA: “Serán recurribles en apelación las sentencias y los autos que, en primera Instancia, pongan fin al proceso, así como las resoluciones que la ley señale expresamente.” II. DE LA APELACIÓN INTERPUESTA. El doctor Mena Varela, en su escrito de mérito manifiesta que interpone recurso de apelación de la sentencia pronunciada por el señor Juez Quinto de lo Mercantil a las ocho horas del día quince horas (SIC) del día once de octubre del presente año, mediante la cual se accedió a una parte de sus pretensiones, y se declaró sin lugar la condena de las costas procesales y al resarcimiento de daños y perjuicios que también solicitó, siendo ésta la parte que manifiesta le causa agravios. III. ANALISIS Y CONCLUSIONES. De lo establecido en el Art. 508 CPCM, transcrito anteriormente se infiere que sólo puede interponerse recurso de apelación de las sentencias y autos definitivos, salvo los casos en que expresamente se establezca dicho recurso para otra clase de resoluciones; en el caso de autos nos encontramos frente a la sentencia, a la que la ley expresamente ha otorgado recurso de apelación de conformidad a lo prescrito en el inciso uno del Art. 469 CPCM, que literalmente dice: “Contra la sentencia que se pronuncie podrá interponerse recurso de apelación.” Sin embargo, de conformidad al inciso uno del Art. 511 CPCM encontramos que: “El recurso de apelación deberá presentarse ante el juez que dictó la resolución impugnada, y a más tardar dentro del plazo de cinco días contados a partir del siguiente, al de la comunicación de aquélla.” Asimismo, los incisos uno y dos del Art. 145 CPCM, establecen: “Los plazos establecidos para las partes comenzarán, para cada una de ellas, el día siguiente al de la respectiva notificación, salvo que, por disposición legal o por la naturaleza de la actividad que haya de cumplirse, tengan el carácter de comunes, en cuyo caso aquéllos comenzarán a correr el día siguiente al de la última notificación. En los plazos fijados en días sólo se contarán los hábiles.” Finalmente, en el mismo sentido el Art. 143 CPCM dice: “Los plazos conferidos a las partes para realizar los actos procesales son perentorios e improrrogables, salvo disposición en contrario.” (Subrayados son nuestros) Las disposiciones legales anteriormente transcritas evidencian el ámbito procesal de aplicación del recurso de alzada, por lo cual se torna imperativo dilucidar si el recurso de apelación interpuesto se enmarca o no dentro de tales disposiciones. En el caso que nos ocupa, se hace notar que la sentencia que corre agregada de fs. 139 a 142 p.p., le fue notificada al impetrante, el día once de octubre del año en curso (fs. 143 p.p.), es decir, que el plazo empezó a correr a partir del día doce, siendo hasta el día diecinueve del mismo mes y año, que el interesado interpuso recurso de apelación ante el Tribunal respectivo; habiendo trascurrido seis días hábiles, contados a partir del día siguiente de la notificación, si bien la ley concede este derecho, el mismo está limitado en el tiempo, resguardándose así el principio de legalidad y de seguridad jurídica, por lo cual el plazo para la interposición del recurso de apelación establecido en el Art. 511 CPCM, que es de cinco días, por disposición expresa el mismo es perentorio e improrrogable. Consecuentemente, se evidencia que la alzada se interpuso fuera del plazo señalado por la ley, debiendo rechazarse el mismo, porque ha precluído la oportunidad para hacerlo, siendo el mismo extemporáneo, y así deberá declararse. En virtud que se denegará la admisión de la alzada y para los efectos del Art. 513 CPCM, considera esta Cámara que en el sub júdice no existe abuso del derecho por parte del recurrente, puesto que el recurso de apelación, se interpuso de una resolución apelable y fue fundamentado apropiadamente, y que no obstante ser extemporáneo, esta cualidad deviene de un error excusable. En consecuencia, de conformidad a las razones expuesta y disposiciones legales citadas, se RESUELVE: 1) DECLÁRASE INADMISIBLE el recurso de apelación interpuesto por el doctor JULIO CÉSAR MENA VARELA, como apoderado de los señores MARIO ISABEL V. M. y ROXANA GRACIELA P. C. DE V., habida cuenta de las consideraciones anteriores; 2) Omítase la imposición de multa a que se refiere la parte final del inciso primero del Art. 513 CPCM, en base a las razones expuestas; y, 3) Oportunamente, devuélvase la pieza principal al Tribunal de origen, con certificación del presente, para los fines de rigor. HÁGASE SABER. PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.