DEFENSA DE LOS ESTOICOS Michel Foucault, en su último período creativo analiza el pensamiento helenista desde dos ejes de pensamiento, el cuidado de sí y la noción de parresia. Aborda específicamente a epicúreos, estoicos, cínicos y otros pensadores en esta línea filosófica, desde el siglo V ac. hasta el imperio romano. Foucault está influenciado y ha mantenido contactos con Pierre Hadot, un importante estudioso del pensamiento griego y romano. A diferencia de los epicúreos que buscaban el placer de existir y evitaban la política y otros condicionamientos sociales, los estoicos seguían a Sócrates en el cumplimiento de un bien dictado por la razón y que trasciende al individuo. La coherencia consigo mismo sin atender a los resultados de las acciones permite encontrar la libertad, la independencia y la invulnerabilidad. Zenón definía así la elección de vida estoica “Vivir de manera coherente, es decir, conforme a una regla de vida única y armoniosa, pues los que viven en al incoherencia son desdichados.” (1998) 144 Esta escuela, tuvo posiciones diversas en su larga historia, también aquí se diferencias de los epicúreos que seguían las enseñanzas de su gran maestro. Elaboraron una física, una lógica o teoría del conocimiento y una moral, todas esas dimensiones doctrinarias apuntan a una terapéutica, a una transformación de la manera de vivir, a una ética, tal cual las demás escuelas helenistas. La finalidad de la física es también ética y se enseña para distinguir los bienes y los males. La racionalidad de la acción humana se fundamenta en la de la Naturaleza, en el interior de todo ser y en el conjunto de los seres. El Universo es racional y material, siendo la Razón estoica semejante al fuego de Heráclito. Los epicúreos construyeron una teoría atómica en que el azar tenía un rol protagónico y en el vacío infinito se construían infinidad de mundos. Para los estoicos, todo está en todo, el Mundo es un todo orgánico y todo sucede por necesidad racional, en un destino ineluctable a través del principio de causalidad. La libertad se juega en la aceptación o no del destino universal. Según la fórmula de Cleantes repetida por Séneca “Los destinos guían a quien los acepta, arrastran a quien se les resiste.” (1998) 147 Hay en el hombre una razón discursiva que da sentido al destino emitiendo juicios. Dice Epícteto que “No son las cosas en su materialidad las que nos perturban, sino los juicios que emitimos sobre las cosas.” (1998) 147. La teoría del conocimiento estoica lleva una doble dimensión, afirma que los objetos sensibles dejan su huella en la facultad de sensación y que no podemos dudar de ciertas representaciones que son evidentes, son las representaciones comprensivas u objetivas, que no dependen de nuestra voluntad. Pero nuestro discurso interior describe el contenido de estas representaciones y damos o no nuestro consentimientos a ese enunciado. Es aquí donde se sitúa la posibilidad de error y de la libertad. Para hacer comprender este aspecto subjetivo Crísipo lo comparaba con un cilindro. El destino puede poner en movimiento a un cilindro pero este rodará conforme a su forma exacta de cilindro. Nuestros juicios otorgarán o no consentimiento, pero este nunca dejará de tener su forma propia, independiente y libre. Epícteto explica que si percibo una tempestad en el mar abierto, no puedo negar que estoy percibiendo esos aterradores ruidos, es la representación comprensiva objetiva y estoy en la verdad. Pero esta representación se sumirá en el terror, la emoción y el temor a la muerte, entonces estaré en el error, ya que no hay más mal que el moral que es un recto obrar. Lo moral es lo que depende nosotros, lo que no depende de nosotros será indiferente. Son indiferentes la vida y la muerte, la saludo y la enfermedad, la belleza y la fealdad, la fuerza y la debilidad, la riqueza y la pobreza, la nobleza y la baja condición, las carreras políticas. Una frase de Epícteto muestra de manera espléndida la actitud moral de los estoicos “No procures que lo que sucede suceda como lo quieres, sino quiere que lo que sucede suceda como sucede, y serás feliz.” (1998) 149 Se pasa de una visión humana de la realidad de acuerdo a las convenciones sociales y las pasiones naturales y físicas en el marco de la naturaleza y la Razón universal. La indiferencia estoica en aceptar y amar todo lo que es deseado por el destino. Por otra parte, la teoría de los deberes permite elegir aquello que responda a las tendencias naturales, el amor a los niños, el amor a los conciudadanos, hay un instinto de sociabilidad que permite casarse, tener actividades políticas, y servir a la patria siguiendo conductas adecuadas. Escribe Séneca; “Ninguna escuela tiene más bondad y dulzura, ninguna tiene más amor a los hombres, más atención al bien común. El fin que nos asigna es ser útiles, ayudar a los demás y preocuparnos no sólo por nosotros mismos, sino por todos en general y por cada uno en particular.” (1998) 151 Es necesaria la práctica, los ejercicios y un entrenamiento adecuado para lograr una metamorfosis y restaurar la paz y tranquilidad del alma. Incluso ejercitaban un preejercicio de los males para inmunizarse y estar preparados. Pensar la muerte para asumir bien el presente. Marco Aurelio precisaba que “hay que llevar a cabo cada acción de la vida como si fuera la única.” (1998) 154 Pierre Hadot escoge la noción de ejercicios espirituales. Le resulta más adecuada que otras palabras como físico, moral, ético, intelectuales o de pensamiento ya que deben incluirse a la imaginación y la sensibilidad. Gracias a dos textos de Filón de Alejandría se pueden reconstruir la listas de ejercicios espirituales estoicos analizando sucesivamente los siguientes grupos, en primer lugar al atención, después la meditación y la rememoración de cuanto es beneficioso, más tarde aquellos ejercicios de carácter más intelectual como son la lectura, la escucha, el estudio y el examen en profundidad, para concluir con aquellos ejercicios de naturaleza más activa como son el dominio de uno mismo, el cumplimiento de los deberes y la indiferencia ante las cosas indiferentes. “Según los estoicos filosofar consiste, por lo tanto, en ejercitarse en vivir, es decir, en vivir consciente y libremente, conscientemente, pues son superados los límites de la individualidad para reconocerse parte de un cosmos animado por la razón; libremente, al renunciar a desear aquello que no depende de nosotros y que se nos escapa, no ocupándonos más que lo que depende de nosotros -una rectitud de acción en conformidad con la razón.” (2006) 30 En el último libro de Pierre Hadot, La filosofía como forma de vida – Conversaciones don Jeannie Carlier y Arnold Davidson- el autor sigue abordando estos temas afirmando que los textos de filosofía antigua son muy distintos a los modernos porque se relacionan con el estilo oral y estaban destinados a lecturas públicas y pensados en función del diálogo mientras que la escritura moderna puede ser leída por todos en cualquier momento. La filosofía griega tuvo influencia en la evolución de la vida política, los historiadores del derecho reconocen que bajo la influencia del estoicismo el derecho evoluciona en la manera de tratar a los esclavos o en la responsabilidad penal, que supone una voluntad consciente. Hadot encuentra una continuidad de la filosofía como forma de vida en el pensamiento moderno, y toma como ejemplo la lección inaugural de Merleau-Ponty en el College de France titulada Elogio de la filosofía, como anteriormente Nietzsche o Kierkegaard con su método de comunicación indirecta o descripción de una experiencia espiritual vivida por otro, podemos entrever y sugerir una llamada, que el lector tiene la libertad de aceptar o rechazar. O el acaso de Heidegger y Foucault que estudian a los griegos. En el final del libro Hadot transcribe fragmentos de pensadores, Séneca, Pascal, Kant, Goethe, Blake, Thoreau, Rilke, Wittgenstein, Cézanne y uno de Nietzsche con el que cerramos la exposición: “Suponiendo que digamos sï a un único instante, con ello hemos dicho sí no solo a nosotros mismos sino a toda existencia. Pues nada se basta a sí mismo, ni en nosotros ni en las cosas: y si nuestra alma solo ha vibrado y resonando de felicidad como uan cuerda una única vez, toda eternidad ha sido necesaria para ocasionar ese acontecimiento un o –y en ese instante único de nuestro decir sí toda la eternidad estaba aprobada, redimida, justificada y afirmada.” (2009) 261 Hadot, Pierre (1995) ¿Qué es la filosofía antigua? México, FCE. Hadot, Pierre (2006) Ejercicios espirituales y filosofía antigua. Madrid. Siruela. Hadot, Pierre ((2009) La filosofia como forma de vida –Conversaciones con Jeannie Carlier y Arnold Davidson- Barcelona. Alpha Decay.