QUE REFORMA EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, A CARGO DE LA DIPUTADA MARÍA DEL CARMEN SALVATORI BRONCA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE CONVERGENCIA La suscrita, diputada María del Carmen Salvatori Bronca, del Grupo Parlamentario de Convergencia, en ejercicio de la facultad que le confieren los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y 55, fracción II, del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, se permite someter a consideración de esta soberanía la iniciativa con proyecto de decreto que adiciona el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de acuerdo con la siguiente Exposición de Motivos Las instituciones públicas y las normas jurídicas deben actualizarse y hacerse vigentes en un mundo globalizado y cambiante. La única forma de referirnos a un estado de derecho democrático es garantizando los derechos fundamentales de los ciudadanos. Si recordamos que México ha suscrito diversos instrumentos internacionales sobre los derechos fundamentales, tales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos, por medio de los cuales nuestro país ha adquirido la obligación de actualizar su marco jurídico, es pertinente realizar las reformas indispensables para garantizar el efectivo acceso a la justicia en materia de derechos humanos. La teoría jurídica ha señalado tres diferentes generaciones de derechos fundamentales: la primera, referente a los derechos individuales; la segunda, sobre derechos económicos y sociales; y la tercera, relativa a los intereses colectivos y difusos. Idóneamente, cada generación habría de estar compuesta del derecho sustantivo (garantía pública subjetiva) y del derecho adjetivo (procedimiento) que la garantizara. En este sentido, los derechos individuales en México están garantizados por el juicio de amparo, mismo que únicamente salvaguarda los derechos de un particular frente a actos de autoridad, dejando fuera los derechos de las colectividades así como también los derechos de individuos frente a las acciones de particulares. Y qué decir de las garantías procesales sobre derechos económicos y sociales que tampoco encuentran eco en la normatividad vigente. 1 Si nos vamos al ámbito internacional, en prácticamente todas las Constituciones del mundo tienen garantizada al menos la tutela judicial efectiva para violaciones de derechos fundamentales por actos de autoridad o en su caso, de personas privadas. Es decir, existe un procedimiento judicial sumario para que los particulares inicien acciones si se ven afectados sus derechos humanos. Por citar un ejemplo, la Constitución colombiana en su artículo 88 señala: "La ley regulará las acciones populares para la protección de los derechos e intereses colectivos, relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y la salubridad públicos, la moral administrativa, el ambiente, la libre competencia económica y otros de similar naturaleza que se definen en ella. "También regulará las acciones originadas en los daños ocasionados a un número plural de personas, sin perjuicio de las correspondientes acciones particulares. Así mismo, definirá los casos de responsabilidad civil objetiva por el daño inferido a los derechos e intereses colectivos". Por lo anterior, esta reforma tiene por objeto colmar la falta de existencia de un procedimiento judicial que garantice el acceso a la justicia por violaciones a derechos colectivos y difusos. Es importante señalar que los derechos colectivos y difusos son aquellos supraindividuales, es decir, van más allá de la persona privada por lo que corresponden a un grupo de personas y que además son de naturaleza indivisible, lo cual significa que el daño por su violación no puede cuantificarse persona por persona, sino por grupo. Distinguiendo que los derechos difusos corresponden a una colectividad indeterminada, por ejemplo el derecho a un medio ambiente sano y sin contaminación. Y los derechos colectivos corresponden a una colectividad determinada, cuyos miembros se encuentran vinculados por circunstancias de hecho o de derecho, por ejemplo la intoxicación de una comunidad específica por el consumo de agua contaminada, como resultado de malos manejos por parte de una empresa pública o privada. Finalmente, si reconocemos la existencia de sociedades plurales, abiertas y dinámicas en donde la participación de la sociedad civil es indispensable para garantizar que sus demandas serán tomadas en cuenta al llevar a cabo decisiones políticas, se advierte también que la previsión constitucional de los derechos fundamentales (ya sean de libertad, sociales y económicos o colectivos y difusos) no es suficiente para permitir el efectivo acceso a los mismos, siendo indispensable la presencia de garantías, en el sentido adjetivo, como instrumentos procesales. En la evolución del estado de derecho es indispensable: 2 a) Garantizar constitucionalmente las libertades, los derechos sociales y los derechos de tercera e incluso cuarta generación a los cuales les corresponden principalmente la protección de intereses difusos, b) Y al mismo tiempo tener presentes los mecanismos procesales que garanticen los derechos fundamentales de cada generación. Artículo Único. Se adicionan los párrafos octavo y noveno al Artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para quedar como sigue: Artículo 17.- … … … … … … … Las leyes regularán aquellas acciones y procedimientos para la protección adecuada de los derechos e intereses colectivos y difusos. Asimismo, las acciones por responsabilidad civil por el daño inferido a los derechos e intereses colectivos y difusos que se ocasionen a un número plural de personas, sin perjuicio de las correspondientes acciones individuales. Transitorios Primero. El presente decreto entrará en vigor al día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Segundo. El Congreso de la Unión, las Legislaturas de los Estados y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal deberán realizar las adecuaciones que correspondan en las leyes de su competencia, en un plazo máximo de doce meses contados a partir del inicio de la vigencia de este decreto. Diputada María del Carmen Salvatori Bronca (rúbrica) 3