Jornadas de formación: herramientas filosóficas aplicadas a las prácticas profesionales con niños, niñas y adolescentes. Coordinadores a cargo: Contreras, María del Valle (Maestra de Inicial y Primaria) Quizas, Juan (Estudiante Avanzado de Lic. en Filosofía) Shapiro, Carmina (Prof. en Filosofía ­ UNR) A partir de la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño mediante la promulgación de la Ley N° 23849/90, se inicia un cambio en el enfoque de la infancia y adolescencia. La Ley N° 26061/05 contempla el principio del interés superior del niño y establece en su artículo segundo que “Las niñas, niños o adolescentes tienen derecho a ser oídos y atendidos cualquiera sea la forma en que se manifiesten, en todos los ámbitos. Los derechos y las garantías de los sujetos de esta ley son de orden público, irrenunciables, interdependientes, indivisibles e intransigibles.” Se inicia, de este modo, un desafío imprescindible, el más difícil de todos: el de la transformación de las miradas. Si el primer paso es un cambio jurídico, el segundo es cultural. Surge la necesidad de revisar la forma de considerar, de pensar a la infancia y a la adolescencia. Nuestra propuesta se plantea en el sentido de la reflexión sobre nuestras creencias, de la revisión de esos pequeños y grandes gestos que construyen día a día nuestro modo de vincularnos con las niñas, niños y adolescentes desde los diferentes lugares que ocupamos. Pensamos en un proyecto enmarcado en el programa “Filosofía para Niños” creado por Matthew Lipman y Ann Sharp en los Estados Unidos a fines de los años sesenta, resignificado a partir de los aportes recientes de filósofos latinoamericanos. Dicho programa fue creado para favorecer el desarrollo del pensamiento autónomo y de habilidades de pensamiento crítico. creativo y ético en niños y jóvenes, a través del contacto con novelas filosóficas y estrategias metodológicas específicas de la filosofía que favorecen el diálogo y, consecuentemente, la emergencia de valores (éticos, antropológicos, gnoseológicos, estéticos) y la búsqueda de sentidos en las experiencias cotidianas. Establece una relación dialogante horizontal (no jerárquica) teniendo en cuenta el interés del niño, niña y adolescente además de la relación entre lo que piensa y su experiencia vital. Siguiendo lo planteado por Walter Kohan1 proponemos repensar la infancia para repensarnos a nosotros mismos. Se trata de disentir, de volver a pensar cómo definimos eso que llamamos infancia, de cuestionar nuestras ideas de lo social, nuestra visión de justicia, de sostener una mirada crítica del presente y tratar de abrir alguna brecha que haga posible lo por venir, revisando una historia de lo que somos y de lo que, tal vez, ya no queremos ser. 1 Kohan, W. O. (2004). Infancia. Entre Educación y Filosofía. Laertes. Si vinculamos la noción de infancia a la de experiencia, podríamos partir de la base de que habrá tantas infancias como experiencias haya. De modo que existen infancias y juventudes en plural. Esta necesidad de diferenciar experiencias sociales, conduce a considerar las formas de desigualdad y los procesos de exclusión. Esto, entre otras cosas, nos invita a caminar juntos hacia un cambio de paradigma, a revisar nuestros supuestos y nuestras prácticas. Ningún cambio se transita sin conflictos, sin contradicciones, sin discusión, pero tampoco sin decisión política, sin construcción colectiva, sin la voluntad de buscar obstinadamente la forma de recorrer ese camino. Muchas veces sentimos, frente a nuestros niños y niñas y, fundamentalmente, frente a nuestros adolescentes y jóvenes, una gran distancia. Nos cuesta entenderlos, comprender lo que les sucede. Los vemos tan diferentes a como éramos nosotros a esa misma edad que nos desconciertan. Hay, sin duda, muchos matices, muchas zonas de intersección posibles en las que es preciso profundizar para no convertirnos en tiranos y autoritarios, pero tampoco transformarnos, nosotros también, en adolescentes. Ni una ni otra perspectiva nos sirve para generar mejores formas de relacionarnos con ellos. Hay una cuestión que nos parece fundamental destacar: es preciso que los adultos sostengamos un lugar de asimetría respecto a las niñas, niños y adolescentes, pero no fundado en una supuesta incapacidad esencial de los mismos, sino en una diferencia de responsabilidades. Ubicarlos y ubicarnos en otro lugar es lo que nos permite un acercamiento y desplegar un “amparo simbólico”2 como mediadores entre el sujeto y su realidad, acción que se sumaría a las operaciones inherentes a la función adulta. Objetivos generales: ● Examinar y repensar nuestra concepción de infancia. ● Recuperar la “infancia del pensamiento” como cualidad no cronológica. ● Revisar los modos de vincularse de los adultos con niñas, niños y adolescentes. ● Conocer y emplear algunas herramientas del pensamiento. Objetivos específicos: ● Propiciar un acercamiento entre el abogado del niño y sus representados. ● Brindar herramientas para que el abogado del niño pueda comunicarse con sus representados conservando la horizontalidad, sosteniendo la asimetría y facilitando la comprensión de los hechos y acciones por parte de las niñas, niños y adolescentes. ● Reflexionar acerca del uso de un vocabulario acorde a la realidad de las niñas, niños y adolescentes. Zelmanovich, P. (2003) Contra el desamparo. En Enseñar hoy. Una introducción a la educación en tiempos de crisis. Dussel, I. y Finocchio S. (comp.) Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires. 2 ● Favorecer la toma de decisiones respetuosa del interés, deseo y bienestar de niñas, niños y adolescentes. ● Estimular en la práctica del abogado del niño el desarrollo de una escucha activa y paciente (dar el tiempo), atendiendo a la interpretación y comprensión de demandas. ● Discernir la formulación apropiada de preguntas. Desarrollo: Primer encuentro: Trabajo individual: Breve narrativa sin inclusión de terminología técnica. Trabajo grupal: Interpelación de narrativas, formulación de preguntas. Problematización del concepto de infancia. Análisis del marco teórico. Lectura de diferentes autores. Segundo encuentro: Deconstrucción del concepto de infancia y construcción de uno “nuevo”. Ejercitación con habilidades de pensamiento: analogías, inferencias, detección de supuestos, formulación de preguntas, ejercicios de combinatoria. Evaluación de la jornada. Bibliografía: ● Ariés, P. (1992). “La individualización del niño” en Historia de la vida privada (5 vol.). Gélis, J. Madrid. Taurus. ● Epicteto. Máximas y Disertaciones por Arriano. Madrid. Gredos. ● Kohan, W. O. (2004). Infancia. Entre Educación y Filosofía. Barcelona. Laertes. ● Larrosa, J. (2000). “El enigma de la infancia. O lo que va de lo imposible a lo verdadero” en Pedagogía profana. Buenos Aires. Novedades educativas. ● Lipman, M. (1992) “Dirigir una discusión filosófica” en La filosofía en el aula. Madrid. Ediciones de la Torre. ● Zelmanovich, P. (2003) “Contra el desamparo” en Dussel, I. y Finocchio S. (Comps.) Enseñar hoy. Una introducción a la educación en tiempos de crisis. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.