Los consejos escolares abrieron los centros educativos y la educación a la sociedad Hay que felicitar al Consejo Escolar del Estado por dedicar este número monográco de su revista al vigésimo quinto aniversario de la aprobación de la LODE, que supuso la implantación en España de un modelo de educación derivado de la Constitución. Puede decirse que con la LODE culminó en España la transición educativa y la democracia entró en las aulas. Es una buena ocasión para reconocer el avance sin precedentes de la educación en este país desde entonces. Los logros, que son visibles y han sido puestos de maniesto por indicadores internacionales que comenzaron a elaborarse precisamente unos años después de la aprobación de la LODE, le deben mucho a esta norma. La LODE fue la primera ley de la democracia española que desarrolló el mandato constitucional (derecho de todos los españoles a una educación básica obligatoria y gratuita) y estableció un modelo educativo cuyas características esenciales han permanecido estables en paralelo con el activo debate educativo, político e ideológico de la sociedad española. Sentó también las bases de la organización y el funcionamiento democrático de los centros educativos y, particularmente, claricó la participación de la comunidad educativa en las tareas de decisión. Con la LODE se especicó el importante papel de todos los agentes implicados en el ámbito de la enseñanza (incluidos padres y alumnos) y se crearon los consejos escolares –el del Estado, los de las comunidades autónomas, los de los centros escolares y los municipales–, que abrieron los centros educativos y la educación a la sociedad. El Consejo Escolar del Estado y los Consejos Escolares autonómicos se convirtieron desde el principio en el gran ágora de la comunidad educativa, asumiendo su mandato de informar las normas educativas y de aconsejar a las autoridades en su formulación. Pero lo más destacable quizá haya sido su decidida evolución hacia la reexión sobre el conjunto de retos, circunstancias y dicultades de la educación. Los informes del Consejo Escolar del Estado se han convertido en un análisis riguroso de la situación educativa, en una valoración mesurada y consensuada de aquellos indicadores y evaluaciones que ofrecen información segura sobre la educación. Y, sobre todo, sus propuestas muestran el auténtico esfuerzo de la comunidad educativa por contribuir y participar en la mejora de la educación. A los consejos de los centros escolares, la LODE les concedió la elección del director, la aprobación de la gestión de los presupuestos, las decisiones sobre el régimen CEE Participación Educativa, 14, julio 2010, pp. 2-3 2 disciplinario del alumnado, las normas de convivencia y las actividades complementarias y extraescolares. Muchos consejos escolares de centro se constituyeron en un auténtico foro de reexión y debate, contribuyendo a la tarea educadora y convirtiéndose en un soporte efectivo de equipos directivos y docentes. La Ley suscitó un debate ideológico en torno al servicio público de la educación y el derecho de las familias a elegir centro educativo que, en alguna medida, aún se mantiene, pero que no solventará las dicultades y retos del sistema educativo español en la actualidad. Sus problemas, subrayados por informes objetivos, se concentran en el denominado fracaso escolar, el elevado abandono temprano de la educación y la formación y la relativa escasez de titulados en educación secundaria postobligatoria, particularmente en Formación Profesional. Hay otro tipo de dicultades del sistema educativo que tienen relación con la autonomía y la organización de los centros escolares, con la capacidad de decisión de sus equipos directivos y consejos, con los recursos puestos a su disposición y con su rendición de cuentas. Son esos los aspectos que debemos abordar, porque el funcionamiento de los centros y las aulas y su organización, junto al trabajo, la formación e implicación de los equipos docentes, son elementos decisivos para la mejora del rendimiento académico según ponen de maniesto todos los expertos. Con el tiempo, la participación de las familias en los consejos escolares ha sido desigual y la elección de los equipos directivos en la escuela pública afronta una creciente escasez de candidatos. Estos desajustes son importantes retos como importante es mantener el equilibrio entre la autonomía de los centros, la corresponsabilidad de toda la comunidad y el apoyo a los centros por parte de las distintas administraciones educativas. A la LODE debemos lo mucho que se ha avanzado en la participación de la comunidad educativa, en la capacidad de decisión y de corresponsabilidad, así como en la posibilidad efectiva de las familias de elegir para sus hijos la mejor educación. A la LODE debemos también la riqueza y el estímulo del debate ideológico y político sobre el modelo educativo que deseamos. Pero a la LODE y a este debate no podemos, no debemos, exigirles soluciones a los retos de rendimiento de nuestras escuelas. La reexión acerca de la mejora del funcionamiento de nuestros centros educativos y del rendimiento de nuestros alumnos es el debate concreto al que el Ministerio convocó, a principios de 2010, a la comunidad educativa, a los partidos políticos y al conjunto de la sociedad para la consecución de un Pacto Social y Político por la Educación. Este país, que ha cambiado mucho en 25 años, está en el momento adecuado para exigirnos a los partidos políticos y agentes implicados en el desarrollo educativo lo mismo que habitualmente solicitamos a los alumnos: esfuerzo y más esfuerzo para aprobar los retos pendientes. Ángel Gabilondo Ministro de Educación CEE Participación Educativa, 14, julio 2010, pp. 2-3 3