Oficio 220-049806 del 12 de octubre de 2007 ASUNTO: Ley 550 de 1999 Obligaciones causadas con anterioridad al inicio de un acuerdo de reestructuración de acreencias y obligaciones causadas con posterioridad a éste. Me refiero a su escrito remitido al web master de esta Superintendencia, radicado con el número 2007-01-155090, mediante el cual consulta, respecto de las sociedades que fueron admitidas al tramite de la Ley 550 de 1999, cómo es el régimen de pagos de las obligaciones a cargo de éstas, causadas con anterioridad y con posterioridad a tal admisión. Sobre el particular, sea lo primero manifestar que la promoción de un acuerdo de reestructuración según las formalidades de la ley de reactivación empresarial, es un mecanismo de carácter universal y colectivo por medio del cual se pretende que los acreedores externos e internos de la empresa deudora celebren un acuerdo mediante el cual se corrijan las deficiencias que la empresa presente en su capacidad de operación y se defina la forma y condiciones en que se pagarán todas las obligaciones a su cargo. Por tal motivo, todos y cada uno de los acreedores de la deudora tienen la carga de intervenir de manera oportuna en la negociación y no podrán obtener la satisfacción separada de sus créditos, toda vez que la misma ha de producirse en el escenario propio del acuerdo que se pretende celebrar. No obstante lo anterior, los artículos 17 y 19 de la citada ley, distinguen las obligaciones de la empresa causadas con anterioridad a la fecha de iniciación de la negociación de aquellas que se originen en un momento posterior. Así, las primeras, deberán atenderse conforme a lo que se llegue a pactar en el acuerdo, al tiempo que las últimas gozan de preferencia, razón por la que el respectivo acreedor podrá exigir su pago por las vías que legalmente correspondan. Lo anterior sin perjuicio de lo establecido por el numeral noveno del artículo 34 ibídem, según el cual el incumplimiento de los gastos de administración y de los créditos posteriores a la fecha en que comenzó la promoción puede dar lugar a la terminación de la negociación, a menos que el respectivo acreedor acepte una fórmula de pago según lo dispuesto en el numeral 5 del artículo 35 de esta misma ley. En efecto, el citado numeral 5º establece como una de las causales de terminación del acuerdo, "Cuando se incumpla el pago de una acreencia causada con posterioridad a la fecha de iniciación de la negociación y el acreedor no reciba el pago dentro de los tres meses siguientes al incumplimiento, o no acepte la fórmula de pago que le sea ofrecida, de conformidad con lo dispuesto en una reunión de acreedores.". El parágrafo 1º del mismo artículo agrega "1°. En los supuestos de los numerales 3, 4, 5 y 6 de este artículo, se convocará a una reunión de acreedores internos y externos en la forma prevista en esta ley para reformar el acuerdo (Art. 29), que será presidida por el promotor o quien haga sus veces en los términos del numeral 1 del artículo 33 de esta ley, y a la cual asistirán los miembros del comité de vigilancia. En dicha reunión, salvo en el caso del numeral 6 de este artículo, se decidirá con el voto favorable de los acreedores externos e internos requeridos para celebrar el acuerdo, de conformidad con lo dispuesto en esta ley, y calculados con base en un estado financiero ordinario o extraordinario no anterior en más de un mes a la fecha de la reunión, y a falta de éste, con base en el último estado financiero ordinario o extraordinario disponible para el promotor o quien haga sus veces” . Así las cosas, en el caso de incumplimiento en el pago de acreencias causadas con posterioridad a la fecha de inicio de las negociaciones, sin perjuicio del derecho del acreedor de acudir a la justicia ordinaria para exigir su cobro, el promotor deberá convocar a una reunión de acreedores, en la forma prevista en la misma ley para reformar el acuerdo. Dicha reunión seguirá las formalidades previstas en el artículo 29 de la misma ley y la convocatoria deberá realizarse en la misma forma dispuesta para la reunión de determinación de derechos de voto y acreencias, prevista en el artículo 23 del mismo cuerpo normativo. En esa misma reunión, si los acreedores no aceptan la formula propuesta, se dará por terminado el acuerdo, en cuyo caso, tal y como lo dispone el numeral 2º del artículo 36 de la Ley 550 de 1999, el promotor deberá dar traslado inmediatamente a la autoridad competente para que se inicie de oficio el trámite de liquidación que corresponda. En los anteriores términos se ha dado respuesta a su consulta, no sin antes observarle que el alcance de los mismos es aquel al que alude el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.