220-67772 Ref.: Determinación de los derechos de votos de las acreencias que se denominan en moneda diferente a la legal y de las que no tengan por objeto una suma de dinero (numerales 6 y 7, artículo 22 de la Ley 550/99). Aviso recibo de su escrito radicado con el número 465.783-0 del 29 de agosto del año en curso, mediante el cual formula las siguientes consultas: 1. Para determinar los derechos de voto de un acreedor cuya acreencia está representada en facturas a 30 días, con vencimientos diferentes cada una de ellas, denominadas en unidades, divisas o moneda diferente a la legal, el promotor además de convertir la obligación a pesos, debe proceder a actualizar la acreencia con la variación del IPC?. Para dar respuesta a su inquietud debe hacerse un análisis conjunto de los presupuestos previstos en los numerales 1º y 6º del artículo 22 de la ley de intervención económica. El primero de ellos, consagra una formula de carácter general para calcular el derecho de voto de los acreedores externos, consistente en determinar éste según "el valor causado del principal", incluyendo los intereses que se hayan capitalizado, valor que a su vez ha de actualizarse mediante la aplicación de la variación del índice mensual de precios al consumidor certificado por el DANE, entre la fecha de vencimiento de la obligación y la fecha de corte de la relación de acreencias. Por su parte, el numeral 6º, consagra una regla de carácter especial y particular para aquellos acreedores, que siendo externos, su acreencia se encuentra representada en valores diferentes al peso, caso en el cual corresponde al promotor, para el calculo de votos, convertir la obligación a moneda legal a la fecha de la relación de acreedores y acreencias. Si bien la regla general contenida en el numeral 1º es predicable respecto de todos los acreedores externos, excepto el caso de los acreedores fiscales que tienen un régimen especial, en lo que se refiere a la capitalización de los intereses, no lo es en cuanto al ajuste del capital con el IPC, pues para ese fin el numeral 6º contiene la formula particular tratándose de las obligaciones expresadas en unidad monetaria diferente al peso colombiano; así al ordenar su conversión en moneda legal a la fecha de corte de la relación de acreencias, se está haciendo el reconocimiento o actualización del capital, que significa la conservación de su poder adquisitivo, lo cual en otros términos es el equivalente al IPC de que trata el numeral 1º ibídem. En resumen, las acreencias denominadas en unidades, divisas o monedas diferentes a la legal, una vez convertidas a moneda legal a la fecha de corte de la relación de acreencias, aseguran la igualdad respecto del número de votos que le corresponden a los acreedores que pactaron obligaciones en moneda legal colombiana. 2. Si de acuerdo con la regla del numeral 7º, artículo 22 ibidem cuando el empresario adquiere una obligación que no tenga por objeto una suma de dinero, el derecho de voto se establece con base exclusivamente en el valor de los pagos en dinero realizados al empresario, entonces cómo se determinaría tal derecho si no se ha pagado suma de dinero alguna?. Bajo con la anterior premisa, manifiesta que la consulta obedece al caso de un empresario que recibió en préstamo una mercancía, con un valor determinado, cuyo propietario pretende la devolución de la misma u otra de similares características y no el valor de dicha mercancía. En ese orden de ideas pregunta, "cómo se puede reconocer la participación del propietario de la mercancía teniendo en cuenta que la obligación es de hacer?, de entregar cosas?." En primer lugar, es necesario señalar que la premisa invocada no hace relación al caso planteado, pues la regla contenida en el numeral 7 es aplicable a los acreedores cuya obligación debe cumplir el empresario mediante la entrega de un bien, diferente a dinero, o un servicio y en la que, como contraprestación, el empresario ha recibido sumas de dinero. En opinión de este Despacho, la formula establecida en el citado numeral aplica para aquellos pasivos a cargo del empresario, registrados en la contabilidad del ente económico como anticipos o avances por un bien que no ha sido entregado o un servicio que no ha sido prestado; por ello es que la ley consagra la determinación al derecho de voto con base en las pagos efectivamente realizados al empresario. Luego, si quien tenga pendiente la adquisición de un bien o la prestación de un servicio, por el cual no ha entregado suma alguna de dinero, para efectos del acuerdo de reestructuración, no tendrá derecho a voto, pues realmente no existe un crédito a su favor ni a cargo del empresario. Hecha la anterior aclaración, se evidencia que la situación en la que se encuentra el propietario de una mercancía suministrada en calidad de préstamo, no es la prevista en el numeral 7º, puesto que si bien la obligación del empresario en ese evento es de dar y no de hacer, el propietario de la misma es un acreedor externo en los términos del numeral primero, y su acreencia, para efectos de la determinación del voto, será el valor de la mercancía a la fecha de la remisión o entrega, actualizada en la forma y términos previstos en el citado numeral. Calificar el citado crédito en la forma planteada en su escrito, violaría la ley, al vulnerar el principio de igualdad respecto de los demás acreedores, pues no determinarle votos a quien sin lugar a dudas es acreedor del empresario, sería negarle el derecho que su condición le otorga de participar en la adopción de la fórmula del acuerdo de reestructuración, siendo un asunto independiente y diferente los términos y forma de pago de la obligación, que junto con las demás acreencias, será el objeto principal del acuerdo. En los anteriores términos se ha dado respuesta a su consulta, no sin antes manifestarle que los efectos del presente pronunciamiento son los contemplados en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.