Iniciación al Tai chi Prof.- Fco. Javier Arranz Alés I.E.S. Camas (Sevilla) DENOMINACIONES Y ESTILOS Modalidades / estilos: existen varios nombres que proceden de las familias donde se originó (Chen, Yang, Wu, Sun, Hao, etc.). ORÍGENES No es clara la fecha de origen de esta disciplina, pero se considera que llegó a su forma actual en los siglos XVIII y XIX. Conocido desde la antigüedad, es practicado en oriente desde hace siglos. Para más ampliación véase libro: Instrucciones avanzadas de Cheng Man-ching para la Forma del Tai Chi (2003). QUÉ ES Ha sido traducido de muchas maneras: “puño de fundamental supremo”. Nos quedamos con: “camino de armonía”. Los chinos creen que la energía vital en toda forma de vida (conocida como chi o qi) fluye a través de cada uno de nosotros y que la cantidad de chi que tenemos determina nuestra salud. Por lo tanto, con la práctica se pretende favorecer la relajación corporal (músculos, órganos,…) para que el chi fluya por el organismo. El propósito es que la energía circule libremente por el cuerpo. PARA QUÉ SIRVE La finalidad de este arte oriental es similar a otras muchas prácticas de actividad física, sobre todo las de relajación. Pretende trabajar la salud global uniendo el bienestar emocional y mental por difícil que parezca. La mayoría de las personas que practican Tai chi en Occidente lo hacen por razones de salud, pero también como una forma de defensa personal. La búsqueda de la armonía interior es la razón concreta de su práctica. Si bien la armonía interior no se consigue exclusivamente con su práctica, también otras formas de vida interior, de espiritualidad, que ofrecen un foco de luz más allá de uno mismo para presentar una perspectiva más aceptable de la vida. Se conoce que la espiritualidad bien entendida es un caldo de cultivo que capacita para buscar tan la pretendida armonía interior. EN QUÉ CONSISTE Durante una clase de este arte oriental, se realizan movimientos circulares, lentos y suaves siempre coordinados con la respiración. Esta última, es fundamental para adquirir el dominio de los movimientos que comportan el Tai Chi. La respiración ayuda a la relajación, y con la relajación del cuerpo y de la mente, se consigue la armonía que nos hace más fácil esta práctica. Por ello, con la conjunción de dichos elementos, 1 Iniciación al Tai chi Prof.- Fco. Javier Arranz Alés I.E.S. Camas (Sevilla) proporcionarás un masaje interno a tus órganos movilizando los músculos, tendones y articulaciones y sobre todo, facilitando una buena oxigenación en los pulmones. Casi todos los ejercicios se realizan de pie e intervienen en su ejecución manos, dedos, brazos, piernas, espalda y cabeza. Si lo vemos desde fuera, parece un baile suave y lento. Además de relajar, sirve para endurecer ciertos músculos y mantenernos en forma física. PRINCIPIOS BÁSICOS de Tai Chi POSTURA CORPORAL (CONCIENCIA CORPORAL) En la sociedad en la que vivimos el culto al cuerpo se ha convertido en una preocupación de primer orden y, desde luego, son los poderosos medios de comunicación los que se encargan de difundir ese modelo ideal y homogéneo. Parece que una de las consignas es mantener la cintura estrecha y el pecho erguido (fundamentalmente en el varón) -al estilo militar-. Pues bien, uno de los principios básicos del Tai Chi es “mantener relajada la parte baja de la caja torácica”, es decir, relajar la parte baja de la barriga. Ello permitirá una mejor circulación sanguínea en los órganos vitales y la sensación de relajación aumentará. Uno de los principios básicos es practicar sobre una base sólida. Del mismo modo que no se puede construir una casa sobre unos cimientos débiles, tampoco es una buena idea realizar los movimientos o ejercicios del Tai Chi sobre una base que no sea bastante firme. Es fundamental estar de pie con los pies separados unos 18 cms. y paralelos, apuntando al frente. Nos imaginamos que colocamos un tablón entre los pies, relajamos la parte superior del cuerpo, y giramos el pie derecho unos 45 grados a la derecha. Desplazamos el peso del cuerpo sobre el pie derecho flexionando la rodilla, adoptando una postura cómoda. Después avanzamos el pie izquierdo –damos un paso-, colocando primero el talón en el suelo y transferimos después el peso del cuerpo hacia adelante y girando las caderas hacia adelante. De esta forma formamos un triángulo en el suelo y el peso del cuerpo se encuentra en el centro del triángulo, la postura es cómoda y relajada. Pero si colocamos el pie izquierdo en la misma línea que el pie derecho, como si se tratara de una cuerda, no tendríamos apenas equilibrio. Perderíamos la estructura de la base. A continuación, vamos a fijarnos que las caderas están fijadas, es lo que se llama posición cerrada. Si agarro un listón y lo colocamos en la cadera, al girar hacia atrás, las caderas se abren y se cierran cuando las movemos hacia adelante. Por lo tanto, hay que observar que abrimos y cerramos como si de una hoja de una puerta se tratara. Así pues, un pie apunta hacia adelante (dibujamos una flecha), mientras que el otro apunta o señala hacia la derecha en un ángulo de 45 grados. Las caderas se abren mirando en 45 grados y se cierran mirando hacia adelante. Es todo cuanto deben hacer las caderas durante el movimiento del Tai chi, y no bruscamente como suele hacer la gente. Para ejercitar los músculos de la columna, giraremos el tronco pero sin mover las caderas de los 45 grados. Este aspecto es de vital importancia practicarlo, como comprobarás, en clase de Educación física. 2 Iniciación al Tai chi Prof.- Fco. Javier Arranz Alés I.E.S. Camas (Sevilla) La toma de conciencia de nuestro cuerpo es, en consecuencia, una de las razones sobre los que se construyen los movimientos estructurados del Tai Chi. RELAJACIÓN Nuestra sociedad tiene una errónea concepción de que para ser fuerte las cosas deben ser rígidas. Pero el agua es el ejemplo de una sustancia fuerte que en general no tiene nada de rígida y, sin embargo, en estado líquido parece disolverlo casi todo con tiempo suficiente. En las artes marciales, especialmente en el Tai chi, se otorga un gran valor a la suavidad, a la “relajación” como principio básico. Hay que estar blando y relajado, sin resistencias, es como en la vida misma, no hay que ofrecer resistencias. A veces resulta muy doloroso hacerlo, a veces es bueno dejar que las cosas sucedan, fluir y enfocar la vida con suavidad. El Tai chi es un clásico ejemplo de arte marcial que prioriza la relajación. En los movimientos que vamos a aprender en clase de Educación física debemos estar relajados, con los hombros sueltos, los brazos sueltos, en posición y sin tensiones. Pongamos por caso que llamamos a una alumna: M. P., que se pondrá en una posición relajada y nos mostrará qué sucede si se coloca en posición rígida. Se pondrá muy tensa, como si adoptara una postura militar. Está tan tensa que si la empujo en un hombro y no en el centro de su cuerpo, pierde el equilibrio, porque al estar rígida y con una postura rígida, dura, no me ofrece un centro perfecto para desplazarla. Pero la solución es relajarse. M. P. adopta la postura cerrada con los brazos a los lados y relajada. De modo que cuando la empujo desaparece. Verdaderamente el Tai Chi es el arte de desaparecer. Ella sigue ahí, pero cuando la empujo no encuentro su centro. Observad ahora que si ella aprovecha sus brazos puede dirigir mi energía contra mí. Cuando la empujo me agarra el brazo y... me desplaza. Por lo tanto, un principio básico del Tai Chi es estar estructurado en los movimientos pero sueltos y blandos, relajados. CAMINAR Vamos a examinar ahora una actividad que realizamos diariamente: Caminar. Un principio fundamental en Tai Chi. La mayoría de la gente tiene la tendencia de caminar de un modo controlado. Especialmente cuando estamos ocupados y pensando, solemos inclinarnos y empujar los pies hacia adelante para seguir los hombros (simular esta secuencia con una demostración). Y funciona casi siempre, menos cuando nos tropezamos. Entonces caemos al suelo. En nuestra sociedad mucha gente se lesiona por no mantener una posición erguida y equilibrada al caminar. Pero existe otra manera de caminar. Veamos. Nos ponemos de pie con los pies juntos. Relajamos las rodillas, relajamos los hombros, 3 Iniciación al Tai chi Prof.- Fco. Javier Arranz Alés I.E.S. Camas (Sevilla) respiramos profundamente (seguimos con la demostración con los alumnos observando). Desplazamos todo nuestro peso corporal a la pierna derecha y avanzamos hacia adelante la pierna izquierda que no soporta ningún peso. Imaginamos que estamos cruzando un río y pasamos de una piedra a otra. Al avanzar la pierna izquierda luego transferimos el peso a esta pierna y mientras transferimos el peso, levantamos la pierna derecha. Observad que lo que avanza primero no es el peso sino la pierna. Por lo tanto, esta es la "pierna principal o de base" y la otra es la "pierna ligera" -que casi parece que se eleva-. De modo que una es como una estructura de piedra y la otra está vacía, parece flotar. Ambas piernas van intercambiando sus funciones a medida que avanzamos o caminamos. PRIMER MOVIMIENTO El primer movimiento es extremadamente importante. A menudo la gente quiere aprender los primeros movimientos con rapidez para adentrarse en el Tai Chi y, peligrosamente, ello puede marcar el ritmo de los movimientos. Imaginemos que todos los movimientos queremos realizarlos bajo el agua, en una piscina, de modo que tendremos una velocidad restringida y una sensación casi exacta del ritmo en los movimientos en el Tai Chi. El objetivo de las sesiones es considerar el movimiento con un todo aunque cortándolo en partes, en bloques, examinar cada parte a fondo y volverlos a reunir reconstruyendo la totalidad. Recordad que nosotros tenemos el control sobre cada trocito, podemos practicar cada trocito, cada parte tantas veces como queramos hasta que vayamos automatizándolos tomando mayor conciencia sobre el cuerpo en movimiento. Con el primer bloque de movimientos nos desplazaremos hacia la izquierda. Para caminar lo que vamos a hacer es presionar con el pie izquierdo sobre el suelo y a continuación giramos el pie derecho 45 grados. Parece un poco raro, pero cuando volvemos a apoyarnos en la pierna derecha y bajamos, observar lo que sucede, el cuerpo gira. Hemos dado la vuelta hacia la dirección que deseamos ir. Es un magnífico sistema para girar el cuerpo con gran fluidez. A continuación transferimos el peso y cerramos las caderas. Seguiremos así hasta los tres primeros pasos Y... qué pasa con los brazos y manos. Al inclinarnos y girar el pie derecho 45 grados, elevamos la mano derecha, y cuando cargamos el peso sobre el pie derecho la mano izquierda se coloca bajo la derecha como si sostuviéramos una pelota. A partir de aquí continúa atendiendo a las explicaciones del profesor en clase de Educación física. 4