mester de juglaría

MESTER DE JUGLARÍA
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El Mester de Juglaría es una escuela literaria de la Edad Media, que significa ‘Oficio de
juglares’
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Época: s. XII-XIII.
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Autores anónimos
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Las obras las hacían los trovadores y las divulgaban los juglares
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Obras del Mester de Juglaría: cantares de gesta
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Características de los cantares de gesta:
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Largas tiradas de arte mayor, formada por versos de diferente medida
Los versos oscilan entre 12 y 20 sílabas, aunque predominan los de 14 y 16
Rima asonante monorrima, durante la tirada
Cuando cambia el tema, cambia la tirada y la rima
Los versos tienen una pausa central, llamada cesura, para facilitar la respiración
A partir de la rima de los cantares de gesta, explicó Menéndez Pidal el origen del
romance
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Cantar de gesta más conocido y casi completo en España: Cantar de Mio Cid (s. XII)
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Estudio del Cantar de Mio Cid:
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Autor anónimo. Parece que hubo dos autores: uno de Medinaceli y otro de San
Esteban de Gormaz, por la diferencia de estilos.
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Se conoce el nombre de un copista del s. XIV: Per Abat.
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Estructura: Está dividido en 3 cantares: Del destierro, De las bodas, De la afrenta
de Corpes
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Argumento: El Cid es un hidalgo de Burgos, desterrado por el rey Alfonso VI, al
pensar que ha robado en la recaudación de impuestos, que era su trabajo. Lo
destierra de Castilla. El Cid marcha al destierro con sus hombres y va
consiguiendo victorias contra los moros y entregando tributos al rey, como buen
vasallo. (Cantar 1º)
Al cabo de los años, el rey se da cuenta de su error y quiere premiar al Cid,
casando a sus hijas con los infantes de Carrión. El Cid no está de acuerdo, pero
acepta. Los maridos son ridículos y miedosos y los hombres del Cid se ríen de
ellos. Los infantes traman una venganza. (Cantar 2º)
Con la excusa de visitar a su familia en Carrión, piden permiso para viajar con
sus mujeres. El Cid se lo concede, pero manda a Minaya a vigilar. En el robledal
de Corpes les dan unas palizas y las dejan por muertas. Minaya avisa al Cid. Se
lleva a juicio a los infantes, que deberán devolver lo obtenido, quedando sin
honor. Mientras tanto, los infantes de Navarra y Aragón piden las manos de las
hijas. El Cid consiente y las fiestas y la honra son ahora mucho mayores. El Cid
ve restituida finalmente su honra. (Cantar 3º)