Y fue este suelo pampeano, un testigo mudo y fiel de la lucha que el

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Y fue este suelo pampeano,
un testigo mudo y fiel
de la lucha que el “infiel”
mantuvo con el cristiano.
En AJEDREZ soberano,
ambas razas combatieron,
pero al final se fundieron
siendo crisol del paisano.
Las Piezas Negras
Las Piezas Blancas
Con arriador en la mano,
el estanciero es el REY.
Y es el que impone la ley
para todos sus paisanos.
Es señor y soberano
de las tierras y el vacaje
y las defiende a coraje
con destreza de baquiano.
Moro, gateado u overo,
no importa de que color,
para el gaucho entendedor
su CABALLO está primero.
Pondrá más plata en su apero
que la que había en Bolivia
y ensillará dando envidia,
linda planta de surero.
Es REY de fama probada
y respetado en los toldos,
criado entre el viento y el polvo
de estas pampas desoladas.
Tiene por bravo ganada,
y no hay nadie que le quite
su condición de cacique
lograda en las maloneadas.
El indio está seguro,
si a CABALLO está subido,
pues de potro lo ha tenido
y de a poco lo ha amansado.
Lo saca al fin de bocado...
nervioso pero obediente
y en él seguro se siente
¡si le corre hasta boleado!
Es su mujer la encargada
de los hijos y la casa,
trajinando se la pasa
no bien pinta la alborada.
Nunca se queja por nada
en esa vida azarosa...
Y es amiga, REINA, esposa,
por estar enamorada.
Ombú que sos un bastión
en la pampa solitaria,
y sos TORRE centenaria
buscada con devoción.
En más de una ocasión
bajo frondoso follaje,
albergaste al paisanaje
brindándole el corazón.
El cacique la eligió,
y catorce no tenía...
Es REINA en la toldería
porque de golpe creció.
Su toldo ella compartió
y fue de niña a mujer
y ahora feliz ve crecer
los retoños que parió.
Vecino a la toldería,
de retorcida figura...
Te yergues en la llanura
con espinosa porfía.
Tala, de vos se diría
que como el indio sos TORRE,
porque como en él, en ti corre
savia guerrera y bravía.
Son ALFILES dos paisanos,
que con su gran corazón
defienden en la ocasión
los valores del cristiano.
Con la daga en una mano,
prepara’os pa la pelea,
en la otra les flamea
su poncho pampa araucano.
Es un PEON muy ocupado
y boyero diligente...
Y es el que toda la gente
lo busca pa´los mandados.
Ya sea hijo o entenado
trabaja más de la cuenta
y de grande se lamenta
de no haber nunca jugado.
Pasas toda tu jornada,
ALFIL de las tolderías
en tu puesto de vigía,
muy alerta tu mirada.
La vista siempre clavada
en la distancia y atento
ante el menor movimiento
que ocurra en la rastrillada.
Hijo del sol y del viento,
nacido entre pastizales
creces sufriendo los males
que te propone el desierto.
Sos el PEON bravo y despierto,
orgulloso de tu raza,
la pampa tienes por casa
y por techo el cielo abierto
Carlos Ernesto Pieske
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