Mujer y tabaco

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Mujer y tabaco
Documento de la Asociación Española contra el Cáncer
¿Por qué el cigarrillo ha conquistado a la mujer?
La Organización Mundial para Salud (OMS) estima que el número de mujeres fumadoras se
triplicara en la próxima generación superando los 500 millones de fumadoras.
En Europa el porcentaje de mujeres fumadoras continúa creciendo. En España el consumo de
tabaco en las mujeres ha aumentando del 23% al 27,2% en los últimos años. De hecho, en el
grupo de edad de 14 a 18 años fuma el 39,9% de las mujeres frente al 28,9% de los varones.
dibujo: tectoon
Hay cuatro motivos para que actualmente las mujeres fumen cada día más: la publicidad, la
depresión, el estrés y el miedo al sobrepeso. Muchas mujeres fuman para hacer frente a la
soledad, la tristeza, la presión laboral…, utilizan los cigarrillos como recompensa y liberación.
¿Cómo afecta el tabaco a la salud de la mujer?
La adquisición del hábito tabáquico por parte de la mujer, supone no sólo que sea susceptible a las
mismas enfermedades que los hombres (cardiovasculares, pulmonares y cancerosas), sino que
además, se vea afectada por patologías específicas por su género como es el cáncer de cuello
uterino, y de su función reproductora (alteraciones de la gestación y del futuro bebé).
Enfermedades cardiovasculares
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Enfermedades cancerosas
Alteraciones en la función reproductiva
En el embarazo
Otras alteraciones
Enfermedades cardiovasculares
Fumar cigarrillos es una de las causas principales de enfermedades que afectan a los vasos
sanguíneos del corazón (cardiopatías coronarias), del cerebro (enfermedades cerebrovasculares),
y de las extremidades (enfermedades vasculares periféricas). En el caso de la mujer esta situación
se agrava si utiliza anticonceptivos orales.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
El tabaco es la causa más frecuente de lo que se denomina enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC), término que engloba la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar.
Algunos estudios sugieren que las mujeres fumadoras tienen mayor riesgo de padecer estas
enfermedades que los hombres.
Enfermedades cancerosas
Son múltiples los tipos de cáncer relacionados con el habito tabáquico, entre los que destacan los
de pulmón, laringe y vejiga. El cáncer de pulmón está aumentando de modo alarmante en las
mujeres. Incluso en aquellos países donde las mujeres comenzaron a fumar de forma generalizada
hace unos 40-50 años, la mortalidad por esta causa está sobrepasando a la debida al cáncer de
mama.
También se ha observado como el cáncer de cuello uterino es de 2 a 3 veces más frecuente entre
las mujeres fumadoras que entre las no fumadoras.
Alteraciones en la función reproductiva
El consumo de tabaco en la mujer se asocia con un aumento de la infertilidad (fundamentalmente
de origen tubárico) y con un mayor riesgo de embarazo ectópico (fuera del útero). De hecho las
mujeres fumadoras tienen tres veces más probabilidad que las no fumadoras de tardar más de un
año en quedarse embarazadas.
En el embarazo
Durante el embarazo, y como consecuencia de la vasoconstricción (disminución del calibre) de los
vasos sanguíneos de la madre y el futuro bebé, producida por la nicotina, y de la hipoxemia
(disminución del oxígeno de la sangre) provocada por el monóxido de carbono en la placenta y en
el feto, aumenta el riesgo de que aparezcan las siguientes alteraciones:
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•
Reducción del peso esperado del recién nacido para
(aproximadamente 200 gramos).
Retraso en el crecimiento intrauterino del feto.
Síndrome de muerte súbita del lactante.
Mayor riesgo de partos prematuros y abortos espontáneos.
su
edad
gestacional
Alteraciones placentarias, tipo desprendimiento prematuro de placenta y placenta previa (posición
anómala de la placenta ocupando parte o totalmente el cuello uterino), que aumentan las
complicaciones del embarazo y parto.
dibujo:tectoon
Después del parto el consumo de tabaco por parte de la madre puede seguir actuando sobre el
recién nacido, ya que en caso de lactancia materna la nicotina pasa al bebé a través de la leche.
Otras alteraciones que aparecen con frecuencia en la mujer fumadora son:
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Trastornos de la menstruación, como reglas irregulares, tensión premenstrual y
dismenorrea (menstruación dolorosa).
Adelanto de la menopausia de 2-3 años respecto a las mujeres no fumadoras, pudiendo
aumentar por esta causa tanto el riesgo de osteoporosis (disminución de la consistencia
de los huesos), como de fracturas en las mujeres menopáusicas.
Efectos estéticos: pérdida de la elasticidad cutánea, aparición de arrugas y color
amarillento en dientes, manos y uñas.
Consejos a las mujeres que desean dejar el tabaco
• Fumar no ayuda a controlar las emociones. En lugar de fumar intente otros métodos de
expresión de sentimientos, por ejemplo, escribir lo que piensa, discutir problemas con personas de
su entorno, meditación o ejercicio.
• Pida a su pareja, familia y amigos que le ayuden, particularmente durante las primeras
semanas, cuando tiene que combatir la dependencia de la nicotina.
• Consiga alguien que se ocupe de los niños o la libre de otras responsabilidades aunque sea por
unas pocas horas, mientras usted aprende a vivir sin tabaco.
• Piense en lo que va a comer y beber cuando deje el tabaco, en vez de concentrarse en lo que no
podrá comer. Ello le permitirá controlar su ingestión de alimentos y controlar su peso.
• Cambie su rutina diaria para evitar las situaciones en que normalmente fuma y empiece a hacer
ejercicio, porque esto no sólo le hará sentirse mejor y le impedirá ganar peso, sino que además le
facilitaré el no fumar.
• Haga desaparecer de su casa todos los cigarrillos y artículos de fumador. Pida a los demás que
no fumen en su presencia durante las primeras semanas.
• Si se fuma un cigarrillo, no pierda confianza en su capacidad de autocontrol. Considérelo como
una experiencia para aprender y persevere en su determinación de dejar de fumar.
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