( 604) Debo advertir que en esto no hablo por esperiencia propia ni a fia, sino porque me lo persuade asi la razón y la analogía p u e s ^ ' nuestra especie son igualmente necesarias cuatro generaciones en esta forma para que los negros contraigan el color blanco, y otras tantas en orden inverso para que los blancos contraigan el negro. Bien meditado todo esto, se viene á los ojos la dificultad de establecer en España caballos de tiro. Tantos cuidados y tantos caudales como requiere esta empresa, no es fácil hallarlos en los criadores de modo que si no se sigue otro sistema, son necesarios quizá siglos para que tengamos caballos capazes de suplir por las muías. E l mas sencillo, menos violento, mas natural é infinitamente mas f á c i l , es el que y o pondría en práctica para criar caballos, v. g. f i_ sones, me surtiria de las mejores yeguas y caballos que pudiera haber en esta casta, los estableceria en el sitio que me pareciese mas adecuado, quizá en Asturias, á sus hijos, por precaver los efectos del c l i m a , los juntaría con sementales de la misma casta traídos de nuevo de su pais natal, y me parece que al cabo de algunas generaciones lograría aclimatarlos, indemnizándome de los desembolsos que exige esta empresa desde la primera c r i a , con el producto de los potros y de las potrancas que no debiese guardar para criar. H e aqui una empresa digna de las ricas propiedades y pingües recursos de la grandeza española. E n conclusión, nunca saldrán bien sino á costa de mucho tiemp o y de una suma vigilancia, que no es posible tener siempre, los ensayos que se hagan, sirviéndose solo de sementales del norte, á no ser quizá de aquellos que por su escesiva corpulencia no pueda la finura de los nuestros desenvastecerlos demasiado; pues creo que de caballo normando & c . y yegua española no saldrá nunca un potro bueno para coche, y tal vez sí de yegua frisona & c . y caballo español. Para esto debe preferirse la yegua al caballo, porque la gran mole de este podría hacer funesta la preñez de la yegua española. r Castas de caballos de tiro que pueden establecerse en España. C o m o los escritores estrangeros ponen todo su conato en los caballos finos, de que no tienen tanta c o p i a , son m u y escasos en la relación que hacen de los toscos ó de t i r o ; pero por lo que se deduce de e l l a , y sobre todo por lo que y o he podido observar en Madrid, principalmente durante la guerra, me inclino á creer que merecen ser preferidas á todas las razas de tiro de Inglaterra, y en París son las que tienen mas estimación, no sé si en esto influirá la moda. N o obstante de que en Francia podría hallarse número suficiente de caballos y yeguas para el intento, buscándolas con c u i d a d o , fuesen de la provincia ó reino que fuesen, y obtenerse con mas facilidad, pues en Inglaterra está prohibida la esportacion de los caballos enteros.