Parte 5 el concepto de los yachachiq ha sido aplicado en otros proyectos, pero su valor es que resume la capacidad de campesinos líderes de inducir al cambio a otros. No he tenido la oportunidad de conocer los expedientes de los proyectos que forman parte de la cartera de Mi Riego, pero sospecho que deben tener un fuerte sesgo de infraestructura. Espero equivocarme, pero muchos de ellos tendrán resultados muy limitados en términos de mejora de rendimientos y bienestar. Como advertía Mafalda, lo urgente, en este caso el gasto, no deja tiempo para lo importante: los procesos de cambio en las personas. Ese es siempre el mayor reto en el desarrollo. Pero así como la reforma de fondo de la educación es demandada por todos, muy pocos están dispuestos a persistir en un rumbo que asegure buenos resultados pero que solo se podrán observar en otra coyuntura política, con otros actores políticos. El procedimiento seguido para provisionar los recursos del fondo Mi Riego era aprobar, por decreto supremo del Ministerio de Economía y Finanzas y con la firma del Presidente, los montos asignados para las obras aprobadas. Entre marzo 2013 y enero 2014 se aprobaron cinco decretos supremos por un importe total de 207,3 millones de soles. Esto fue publicado en la página Web del ministerio. A julio 2014 no se había incluido ningún otro decreto pero se afirmaba que ya se habían comprometidos 983 millones de soles en 241 obras, de los cuales 129,8 millones estaban pendientes de aprobar los respectivos decretos. El ámbito de acción del Fondo comprende 1.259 distritos en 18 departamentos. El Presidente, en su discurso del 28 de julio 2014, anunció inversiones por 2 mil millones en Mi Riego para 135 mil familias y 120 mil hectáreas, entendemos, de riego mejorado. Resulta extraño que la inversión promedio anunciada fuera de 16.666 soles (US$ 5.952) por familia y 14.814 soles (US$ 5.290) por hectárea. Bastaría comparar estos valores promedios con obras emblemáticas como Majes u Olmos. La implementación del fondo Mi Riego vino acompañada de un rediseño del ministerio. De Ministerio de Agricultura como se le había conocido en sus 70 años de existencia, aunque en algún momento se le añadió de Alimentación, pasó a llamarse Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), cambiando incluso su logo y colores característicos. El verde utilizado en todos sus emblemas, fue reemplazo por el azul y la espiga de trigo, que no era la mejor representación de la agricultura peruana, por una gota cuyo vértice asemejaba al de los picos andinos. Otra implicancia práctica es que el ministerio que era el único que tenía un solo viceministerio, pasó a tener dos, uno de Políticas Agrarias y otro de Desarrollo e Infraestructura Agraria y Riego. Como lo explicó Milton, esto correspondía al diseño moderno de -146-