LA FIDELIDAD El concepto de Fidelidad no es pura abstracción; es una verdad que acaricia la vida. La Fidelidad podría definirse como la intención y la voluntad de adherirse profundamente a lo esencial. Esta adhesión no es puramente un sentimiento sensible o afectivo, no es tampoco un globo hinchado de ilusión que al chocar con la realidad se destruye y no queda nada. Es algo que en contacto con la dureza de la realidad cotidiana la vence y la supera; se sitúa, pues, por encima de las coordenadas, desalientos y estrecheces que la quieren ahogar en el presente. . La Fidelidad se sitúa por encima de las críticas “avinagradas” y “malévolas”: “La crítica malévola que ejercen avinagrados y melancólicos es frecuente en España, y nunca descubre nada bueno. La verdad es que no lo busca ni lo desea” (1). Y “pasa” de estas porque no hacen crecer en el Amor y destruyen la creación común. Se es fiel a la verdad con mayúsculas, situándose por encima de verdades parciales. Abre los ojos y el corazón de par en par para poder admirar lo valioso que hay fuera de sí. Jamás se deja vencer por la vanidad y acepta con incontenible alegría serena la grandeza de su propia pequeñez y no renuncia a ella por nada del mundo: “Jamás cambiéis vuestro auténtico ochavo moruno por los falsos centenes que pretendan estampar vuestra efigie” (2). La Fidelidad renuncia a venderse a la mediocridad disfrazada de poder, de prestigio, de dinero y de comodidad. Por la Fidelidad uno no olvida de donde viene, y no olvida sus orígenes porque éstos le dan respuestas para su destino: “Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura” (3). Mantenerse en la Fidelidad sólo es posible desde autorreflexión sincera y serena en una continua búsqueda de la veracidad existencial. Desde la vivencia profunda de la provisionalidad, desde la constancia del comienzo continuo, de que nada se ha logrado de forma definitiva, que siempre es necesario ir encontrando respuestas parciales eunque no últimas: “Los hombres que están siempre de vuelta en todas las cosas son los que no han ido nunca a ninguna parte”. Porque ya es mucho ir, volver, ¡Nadie ha vuelto!” (4). Mantenerse en la Fidelidad supone ir rompiendo la contradicción cotidiana del hombre, “Egoísmo-Amor”, a favor del Amor. Por tanto permanecer fiel no es cómodo, ni fácil, ni rentable. Permanecer fiel es, pues, una dinámica permanente en la vida que sólo puede entenderse desde y por la Gratuidad. -GUIDO GOMEZ – BIBLIOGRAFIA: *Las citas corresponden a “Juan de Mairena” de Antonio Machado. -