HISTORIA DE LA ESCUELA Y LA EDUCACIÓN POPULAR LATINOAMERICANA Llega a América la “instrucción pública” con una fuerte influencia, vinculado al positivismo, al evolucionismo y al liberalismo con criterios de progreso, civilización, libertad y democracia. El parámetro al cual debían asemejarse los países conquistados y coloniales, fue la Europa “civilizada”. En este sentido, la política exterior de los países de los países colonialistas era la migración y la educación: “Gobernar es poder”, “gobernar es educar”. La educación fue el instrumento para “civilizar” a la “barbarie” americana. En otras palabras, se estructuró la enseñanza para hacer desaparecer culturalmente a los pueblos aborígenes, en el peor de los casos hacerlos desaparecer físicamente porque eran un obstáculo para el progreso capitalista. Como expresaba Marx, el descubrimiento, la explotación de los yacimientos de oro y plata, el exterminio y la esclavización de la población aborigen en las minas, constituyen los zócalos de la producción capitalista del mundo moderno. Los diferentes discursos de Europa llegaron a América Latina en forma caótica con una visión eurocéntrica queriendo reproducir la historia de Europa en el continente colonizado. La transposición mecánica tanto del liberalismo inclusive del marxismo, traería posteriormente graves consecuencias, porque América era otra realidad. Como dice Mariátegui, la instrucción pública tiene tres influencias en el proceso de la construcción de la república: La herencia española, la francesa y norteamericana. HITOS HISTÓRICOS A PARTIR DE TRES PENSAMIENTOS SARMIENTO (1881-1888) Para la oligarquía colonialista, Sarmiento fue el educador más grande no sólo de Argentina sino de América. Sus otras más conocidas son: Facundo, Civilización y Barbarie, 1845; Educación Popular, 1849. La fama de Sarmiento radica en primer lugar en su obra de escritor, en segundo lugar en su obra de educador y en tercer lugar en su obra de estadista. Explicitó odio hacia el aborigen americano; o sea, al indio y al gaucho. Sobre el indio aconsejaba que debía asesinarse a sus hijos, pues desde pequeños tienen el odio instintivo al hombre civilizado. Sarmiento implica la conciliación del liberalismo conservador partidario de la libertad individual en cuestiones de dogma, pero aliado a la Iglesia como dique social. Con su texto “Civilización y Barbarie” sugirió civilización extranjera y barbarie Argentina. Alberdi contemporáneo de Sarmiento compartía el mismo ideal colonizador. Educar como sinónimo de civilizar la barbarie. SIMÓN RODRÍGUEZ El maestro del libertador, tiene una concepción educativa diferente a los intelectuales liberales como Sarmiento y otros, por ello sus propuestas son originales. La perspectiva de Rodríguez plantea la ruptura con el discurso pedagógico burgués europeo dominante y pretende construir una pedagogía verdaderamente democrática que responda a las necesidades y demandas de la realidad latinoamericana. La primera diferencia es que Rodríguez entiende la diferencia cultural y se plantea el dilema: ¿Inventamos o erramos? En algunos de sus textos dice “Miren cómo los nuevos años de la América están prestos a imitar a Europa, olvidándose que somos originales y originales han de ser nuestras instituciones y nuestros países”. O sea en Simón Rodríguez está el esbozo de un planteamiento de América distinta, instituciones distintas, procesos distintos, y una escuela distinta. Y en el año 1828 escribe un texto que dice “La Educación nunca se había visto en malas compañías, sólo ahora en América aparece acompañada de popular, pero no como lo vienen haciendo algunos monjes y algunas damas piadosas y algunos hombres públicos...es necesaria una nueva escuela y una nueva escuela de identidad americana y que de enseñanza en artes y oficios, que le enseñe al niño a que este continente es distinto, pero lo dote de los instrumentos precisos para que pueda defenderse en la vida...” En síntesis Simón Rodríguez planteaba y buscaba una nueva escuela a partir de las necesidades reales de la población, una escuela que forme la identidad. PAULO FREIRE En los años 60 el pensamiento freiriano marca un hito en la historia de la educación popular latinoamericana. Las condiciones sociales, políticas y económicas de América contribuyen en el cuestionamiento crítico a la dominación imperialista, a partir de la educación. Los aportes de Freire se inician en espacios no formales de educación, específicamente en la alfabetización. Es en la cárcel, en el exilio que va sistematizando toda su experiencia político-pedagógica compartida con las clases populares del Brasil. El pedagogo brasilero concebía a la educación en todas sus múltiples dimensiones explicitadas en categorías histórico-educativas como: El hombre, el mundo, historia, política, cultura y revolución. El aporte a la educación popular es una metodología que fusiona educación e investigación. La alfabetización parte de una investigación temática, las palabras generadoras (codificación y decodificación). Frente a la teoría de la opresión, Freire empieza a construir una teoría de la liberación (dialogicidad). El pensamiento freiriano evolucionó, desde un pensamiento humanista.idealista (1960), hasta el pensamiento dialéctico-histórico, expresado en sus últimas obras. Con referencia al papel de la escuela manifestaba: “Hay la posibilidad de operacionalizar y ampliar a la universidad y a la escuela como espacios de lucha. La educación no es palanca de la revolución...para que cumpla su papel revolucionario la decisión no es pedagógica, sino política y de clase...Las clases dominantes esperan que en la escuela o la universidad se reproduzca su ideología y su poder. Si la institución educativa es privada con mayor garantía; pero se debe tomar en cuenta que la tarea en el espacio escolar y universitario es trabajar para la revolución...” Fuente: Rojas Aspiazu, Luis. La Educación en nuestra América. Ed. CEBIAE. 1993.