¿Qué es un Objetivo?, ¿Cómo se redacta un Objetivo? (resumen) Texto original, Universidad Tecnológica del Valle de Toluca, División de Mantenimiento Industrial, Ingeniería en Mantenimiento Industrial. Adaptado y Modificado por: Gustavo J. Roenes Galé Universidad Popular del Cesar Lic. en Ciencias Naturales y Educación Ambiental Valledupar, Colombia 2015 INTRODUCCIÓN. Uno de los elementos indispensables para poder construir conocimiento a partir del trabajo científico o a través del proceso de enseñanza-aprendizaje tiene que ver con una buena formulación de objetivos, es decir, su redacción (escritura) y alcances (contexto). La correcta redacción de los objetivos se corresponde con ciertas reglas que sugieren el buen uso de una acción (verbo), que se complementa con una oración bien descrita que denota, por lo menos, “Qué se va a hacer” y “Cómo se va a hacer”. El contexto es fundamental para enfocar de manera real el objetivo trazado. Un ejemplo de objetivo descontextualizado, es cuando el objetivo formulado no es alcanzable en nuestro medio aunque se pueda desarrollar en otros escenarios. Es imprescindible, por lo tanto, tener en mente que cuando se redacta un objetivo, éste tiene que ser alcanzado por nuestros propios medios, con recursos (insumos, equipos, materiales, espacios, presupuestos, entre otros) que podamos tener a nuestro alcance: Nada de investigar el crecimiento de una célula en la superficie lunar - queda claro que nuestros recursos, aun los más valiosos, no nos alcanzarían, dadas las circunstancias, para lograr un objetivo de este tamaño. Por lo tanto se invita a los estudiantes que participan en el desarrollo de las diferentes asignaturas y hacen parte de los procesos educativos, a tener en cuenta este documento con el fin de que se animen a redactar de manera reflexiva los objetivos de los documentos que les corresponderá crear, guías de laboratorio, informes y demás, a partir de este material resumido y concreto titulado “¿Qué es un Objetivo?, ¿Cómo se redacta un Objetivo?” (resumen); tomado originalmente de la Universidad Tecnológica del Valle de Toluca, División de mantenimiento industrial, Ingeniería en mantenimiento industrial. PREFACIO. En todos los campos de la actividad humana que se realiza en forma racional y organizada, es necesario que antes de invertir recursos, de destinar tiempo a la actividad, de involucrar personas en su desarrollo, se defina con claridad cuáles deben ser los resultados que se esperan lograr como consecuencia de realizar esa actividad. Esta es una característica de la práctica humana: la capacidad de proyectar y programar tanto los objetivos como los medios que se utilizarán en la consecución de esos objetivos. Así realizamos una de las formas más elevadas de acción racional. Conocer con anticipación los resultados es el inicio de la planeación y nos proporciona las siguientes ventajas: Señala los logros que deberán ser alcanzados. Proporciona guías de referencia a los ejecutores del trabajo. Sugiere formas específicas de llevar a cabo la actividad. Orienta a cerca de las necesidades que deberán satisfacerse para realizar las actividades, tanto materiales como humanas. Evita la duplicación de esfuerzos y por lo tanto el gasto inútil de recursos. Define la responsabilidad de cada uno de los actores. Define la forma como se llevará a cabo la evaluación de la actividad. Esta etapa de la planeación, se resuelve con la especificación de los objetivos que deberá alcanzar el sujeto o grupo de trabajo como resultado de las actividades de enseñanza o laborales y de las que él o ellos mismos realicen para alcanzar el objetivo basadas en sus conocimientos, habilidades y competencias. DESARROLLO. Objetivo: Un objetivo se puede entender como una meta a alcanzar, un logro, algo a lo que aspiramos y que se encuentra a la distancia o en el tiempo y deseamos acercarnos mediante acciones concretas para conseguirlo. ¿Cómo debemos definir los objetivos?: Claros: concretos, sin dar pie a libres interpretaciones. Medibles: formulados de manera que su resultado sea tangible. Observables: que se puedan observar, que se refieran a cosas reales. Los objetivos se redactan comenzando con un verbo en infinitivo y deben ser evaluables, es decir, deben permitir la comprobación del resultado. Para efectos prácticos, teniendo muy en cuenta nuestros intereses educativos, hay diferentes clases de objetivos según sea el nivel de corrección o a quién se dirijan. Según el nivel de concreción pueden ser: o Generales: se centran en un aspecto u objeto de estudio amplio e indican los propósitos globales. De esta forma, resumen el resultado final que se pretende alcanzar con una investigación. o Específicos: están planteados sobre aspectos más concretos, derivados de los objetivos generales. Según el destinatario o finalidad pueden ser: o De formación: Los objetivos de formación expresan las necesidades o problemas por resolver desde el punto de vista de quien redacta el objetivo o de quien tiene clara la finalidad que quiere alcanzar. Por ejemplo un objetivo de formación es el que pretende capacitar a algunas personas de una institución en algún procedimiento. o De aprendizaje: Los objetivos de aprendizaje expresan los conocimientos, habilidades y actitudes que deben adquirir las personas a quien se dirige una acción formativa para desarrollar unas funciones determinadas. Así pues, los objetivos de aprendizaje son aquellos que deben ser alcanzados por el aprendiz y que por lo tanto deben ser evaluados por él mismo. Hay que formular los objetivos de aprendizaje en forma de conocimientos (qué hay que saber), habilidades (qué hay que saber hacer) y actitudes (cómo hay que ser). Ver tabla número 1. ¿Para qué sirve un objetivo?: Para formular concreta y objetivamente los resultados deseados. Para planificar las acciones. Para orientar los procesos. Para medir o valorar los resultados. ¿Cómo se formula un objetivo?: Lo primero que hay que tener en cuenta, tal como ya se había expresado, es que Los objetivos se redactan empezando con un verbo en infinitivo, tal como están escritos en las tablas número 1 y 2. Tabla Nº 1. Clases de objetivos de aprendizaje y acciones asociadas por categorías. Tabla Nº 2. Lista de verbos para redactar objetivos observables /evaluables ¿Cómo se redacta un Objetivo? Consideremos por ejemplo los siguientes objetivos tomados de folletos de divulgación de decursos: Curso: Diseño en madera. Objetivo: Difundir el avance tecnológico sobre el diseño y construcción en madera. Claramente estamos ante un objetivo de enseñanza donde el profesor se plantea “difundir el avance...”, sin embargo, este objetivo no señala qué es lo que aprenderá el alumno una vez que el profesor le “difunda” los avances. Por otro lado, la acción de difundir, aunque fuera realmente el objetivo del curso, no requeriría de acciones mayores que hacer un folleto donde se muestren los “avances tecnológicos sobre diseño y construcción en madera”, imprimir miles de copias, repartirlas en la calle y ya se cumplió el objetivo, pues ya fueron difundidos los avances. Dicho objetivo no requerirá de otro tipo de actividades, ni decursos, ni actos académicos, pues su acción es de muy bajo nivel de enseñanza. Curso: Análisis de coyuntura. Objetivo: Proporcionar elementos teórico-metodológicos, analíticos y operativos necesarios para elaborar investigación sobre el presente y el futuro político inmediato, a fin de apoyar las labores de análisis de situaciones que se realizan en diferentes medios. En este ejemplo ya se tiene algo más sólido acerca de lo que pudieran ser los aprendizajes de quienes tomen este curso. En principio, también expresa lo que hará el maestro: “Proporcionar elementos teórico-metodológicos...”, por lo tanto, basta con que se los proporcione para que su objetivo sea logrado. Sin embargo, si seguimos con la lectura del objetivo, encontramos datos adicionales que nos permiten deducir cuál es el verdadero aprendizaje que se espera de los estudiantes. Dice que van a “elaborar investigación...”para “apoyar las labores de análisis...”; entonces realmente lo que se espera de los alumnos, es esto: el análisis mediante investigación. Un buen objetivo de esta actividad sería el siguiente: Analizar el presente y futuro político inmediato, mediante una investigación que incorpore los elementos teórico-metodológicos, analíticos y operativos presentados en el curso. Se puede observar ahora que el alumno que tome este curso aprenderá a hacer análisis político utilizando para ello los elementos teóricos que aplicará en una investigación y que sólo se habrá logrado el objetivo cuando haga eso, utilizando lo que se le enseñó. Un último ejemplo: Curso: Materiales y residuos industriales peligrosos. Objetivo: Formar recursos humanos en el área de materiales y residuos peligrosos capaces de planear, implantar y coordinar programas ambientalmente seguros con base en el desarrollo sustentable y las alternativas tecnológicas disponibles. ¿Les van a enseñar a sus alumnos a “formar recursos humanos...” o ellos serán formados como recursos humanos? Si partimos del hecho de que un objetivo debe señalar que es lo que aprenderá el estudiante al término del acto, esta redacción se presta a confusión pues no queda claro quién va a formar los recursos humanos: la institución que plantea el curso o quienes se inscriban en él. Si fuera la institución, entonces es un objetivo institucional pero no de aprendizaje. Si fuera un objetivo de aprendizaje entonces habría que olvidarse de los programas ambientalmente seguros y pensar más en lo que debe aprender un formador de recursos: técnicas didácticas, elaboración de medios audiovisuales, teoría de la comunicación, etc. Pero entonces, tal vez el objetivo podría ser este: Elaborar y coordinar programas de manejo de residuos peligrosos, que sean ambientalmente seguros y que estén basados en el desarrollo sustentable y las tecnologías disponibles. Lo que se pretende no es complicar de ninguna manera el proceso de planeación, sino que la comunicación de las intenciones de los programas sea lo más clara y objetiva posible. Qué el posible usuario de nuestros servicios sepa exactamente qué se le ofrece y qué es lo que va a obtener si decide inscribirse en el acto educativo seleccionado. De todos los ejemplos analizados aquí, podemos encontrar cuál es el verdadero aprendizaje que se ofrece, con sólo mejorar la redacción y teniendo en mente que el propósito final de Educación Continua es la actualización del conocimiento o las habilidades de los profesionales en ejercicio, de tal forma que ellos se inscriban con la certeza de cuál será su aprendizaje, qué es lo que van a mejorar o qué es lo que van a saber que antes no sabían. CONCLUSIONES. Los objetivos orientan el proceso enseñanza-aprendizaje. Los objetivos facilitan el proceso de evaluación. Los objetivos permiten prever qué será necesario para la enseñanza y cuál será el beneficio para el individuo o grupo de trabajo. La redacción de objetivos claros y no subjetivos permiten una mejor comunicación entre todos los involucrados en el proceso. La mejor manera de redactar un objetivo, es especificando claramente qué es lo que se aprenderá o se logrará; qué es lo que se sabrá hacer que antes de participar en el curso, taller o diplomado, no se sabía, o los beneficios que se alcanzarán con la conclusión satisfactoria de un proyecto. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. ¿Qué es un objetivo?, ¿Cómo se redacta un objetivo? (resumen). Universidad Tecnológica del Valle de Toluca, División de Mantenimiento Industrial, Ingeniería en Mantenimiento Industrial. Recuperado de http://es.scribd.com/doc/46982735/Objetivo-y-como-se-redacta#scribd, Objetivo y cómo se redacta, Publicado por Teckelino (junio de 2011). http://www.significados.com/objetivo-de-investigacion/ http://cv.uoc.edu/UOC/a/moduls/90/90_156/programa/main/viu/dis_i_pla/viu09. htm