Bizkai activa formación 06 Igandea, 2012ko uztailaren 22a PA R A T U REFLEXIÓN NUESTRO EXPERTO VICENTE GUTIÉRREZ TRATA HOY: EL MODELO COOPERATIVISTA C ON elevada frecuencia, mi trabajo me lleva a la cuna del cooperativismo vasco; Mondragón y alrededores. Allí presto mis servicios para muchas de sus empresas y no dejan de impresionarme sus cifras, número de empleados, de empresas, de socios, de facturación, de investigadores, de países con plantas productoras y delegaciones; una referencia mundial que se estudia en las mejores universidades del mundo. Pero lo que más me obnubila realmente grupobentas@grupobentas.com es su determinación por mantener la esencia de su cultura organizacional, basada en unos valores de cooperación, participación y responsabilidad social que chocan de frente con un mundo económicofinanciero absolutamente depredador, es decir, con un mundo donde unos viven a costa de machacar y fagocitar a los demás. Es inevitable que después de cada reunión de trabajo o visita a una de sus instalaciones y de experimentar la naturalidad con que las personas viven su modelo de organización como el que no ha vivido otra cosa, es inevitable digo, que de vuelta a casa, ya solo en el coche, el cura de Barinaga, Markina, D. José María Arizmendiarrieta con su bicicleta, me venga a la mente, y es cuando se me cae la mandíbula de abajo y me brota de dentro “la que has liao amigo, la que has liao”. Hoy en día, en Euskadi, el número de cooperativas rondará las 900. Solo las que constituyen MCC suponen el primer grupo empresarial del País DEIA ¡La que lió el cura! El cooperativismo daba a la clase trabajadora la posibilidad de arrebatar a las clases pudientes la producción Vasco y el séptimo de todo el Estado con 83.500 empleados, de los cuales, el número de socios representa un porcentaje elevadísimo, destacando en él la cifra de mujeres. Las cooperativas nacieron en una época determinada, mediados del siglo XIX y no por casualidad. En los inicios de la llamada revolución industrial, los rápidos avances técnicos en los sistemas productivos trajeron una verdadera transformación social; una floreciente burguesía que disfrutaba de unas condiciones cada vez más privilegiadas y enfrente, una clase trabajadora hacinada en núcleos industriales en condiciones cada vez más paupérrimas. Las nuevas máquinas sustituían rápida- mente la mano de obra generando unas tasas de desempleo jamás conocidas, lo que incrementaba las desigualdades. ¿Les suena? ¿Les recuerda a algo esta situación descrita? En ese contexto surgió como reacción la conciencia de clase. Se desarrolló el sindicalismo como forma de defender derechos y proteger a los obreros de condiciones injustas de trabajo. También aparecieron movimientos políticos con la intención de regular una legislación que impidiese el abuso de la jerarquía y repartiera la riqueza de manera más justa y equilibrada. Y en el ámbito económico-laboral surgieron las primeras cooperativas. El cooperativismo significaba la posibilidad de que la clase trabajadora arrebatara a las clases pudientes lo que les enriquecía y a ellos les estaba empobreciendo, a saber, la producción. Los comienzos fueron difíciles, desastrosos. De hecho, fracasaron muchísimas por diversas razones que podríamos resumir diciendo que no había experiencia anterior ni cultura para ello. En el País Vasco, las primeras cooperativas llegaron posteriormente a estas primeras experiencias europeas porque la revolución industrial también llegó más tarde, y las primeras fueron las llamadas de consumo, ligadas a la siderurgia. La primera cooperativa se fundó en 1884 bajo los auspicios de los altos hornos de Bilbao. El gran salto, cuantitativo y cualitativo, se produjo después de la guerra civil. Dos años después de llegar a Mondragón, en 1943, el padre Arizmendiarrieta crea la Escuela Profesional Politécnica, el germen que formó y desarrolló a los profesionales de distintas áreas que apostaron por seguir el modelo que aquel visionario líder inculcó a base de trabajo solidario y ejemplar. Hoy, las desigualdades son más crecientes que nunca, cada día el número de desempleados aumenta, los desahuciados se cuentan por millares. “En momentos como los actuales, lo que nos sobran son saqueadores, bocazas sin escrúpulos, y lo que nos faltan son personas que con sotana o sin ella, en bicicleta o andando, impulsen proyectos que generen riqueza, con una distribución equitativa de la misma y lo hagan sacando brillo a valores humanos, como son la cooperación y la solidaridad”. Basta de palabras, que sirva la foto que ilustra este artículo para que transmita lo que yo no soy capaz. “Nada diferencia a los hombres y a los pueblos como su respectiva actitud en orden a las circunstancias en que viven. Los que optan por hacer historia y cambiar el curso de los acontecimientos llevan ventaja sobre quienes deciden esperar pasivamente los resultados del cambio”. José María Arizmediarrieta. ●Y el PRÓXIMO DOMINGO Vicente Gutiérrez ahondará en este espacio PARA TU REFLEXIÓN sobre DERECHOS Y DEBERES. ✎ DAVID GARCÍA Actívate con... La ‘Gamificación’ Recientemente he podido leer un artículo en el que se hablaba de una nueva tendencia empresarial: La Gamificación. Esta nueva disciplina, a caballo entre el marketing, la tecnología y la psicología, busca aumentar la rentabilidad de la empresa a través de la implicación de las personas, tanto de clientes como de colaboradores. Según Sergio Jiménez, de Game Marketing, la Gamificación “básicamente se trataría de coger las características que tienen los juegos, esas que nos hacen divertirnos, emocionarnos y ser más participativos, para así, conseguir objetivos de marketing y de empresa” (fuente:www.negocios1000.com). La clave de esta técnica es conseguir que los objetivos de la empresa dependan en mayor medida de la implicación de las personas, aumentando la motivación, la concentración, el esfuerzo y la participación de, por ejemplo, los equipos comerciales, en aras de conseguir el cumplimiento de sus objetivos de venta, y por consiguiente, aumentando la rentabilidad de la empresa. Una aplicación más concreta de esta disciplina la podemos encontrar en la formación e-learning, o aprendizaje electrónico, que a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ofrece interactividad al alumno y crea un formato animado que motiva el aprendizaje a través de juegos, dinámicas, simulaciones, etc., y que complementa y refuerza los conceptos desarrollados y trabajados en la formación presencial. Con la ventaja de ser tremendamente flexible, ya que los colaboradores pueden recibirlo en cualquier franja horaria, aparte de poder fijar sus propios ritmos de aprendizaje, según el tiempo de que dispongan y de los objetivos que se hayan fijado. Porque la diversión y el trabajo no están en absoluto reñidos sino todo lo contrario: Forman una pareja perfecta.