Caries La caries es una enfermedad caracterizada por una serie de reacciones que provocan el reblandecimiento de los tejidos duros dentales y posteriormente la destrucción irreversible del diente avanzando, si no hay tratamiento, de la superficie al interior. Síntomas de la caries Normalmente la caries pasa desapercibida por el paciente. Una exploración detallada detectará manchas o puntos de color blanco tiza (zonas donde no hay esmalte) o bien pigmentación de color marrón. En esta fase puede notarse cierta sensibilidad a algunos alimentos, sobre todo dulces, y a las bebidas frías o calientes, pero no suele existir dolor real. Cuando la caries avanza y afecta la pulpa o nervio, aparecerá generalmente dolor aunque si la afectación es muy lenta puede llegar a destruir gran parte del nervio de forma indolora. Cuando la afectación es profunda, se pueden producir abscesos y material dental destruido que darán lugar a una importante hinchazón conocida habitualmente como flemón. Diagnóstico El diagnóstico debe ser realizado siempre por el dentista con una exploración exhaustiva de las piezas dentales. Cuando la caries no se detecta y se sospecha, o bien cuando interesa ver la posible afectación de la raíz, es preciso realizar radiografías. En ellas se apreciará la afectación o no pulpar, el nivel y la forma de la caries. Prevención La prevención de la caries se basa fundamentalmente en 4 aspectos: Realizar una correcta higiene bucodental. Favorecer la resistencia del diente (flúor). Evitar las causas que producen la caries (hábitos alimenticios / placa bacteriana). Tratar la caries precozmente (hábitos de higiene en edades tempranas). Normas para una correcta higiene bucal El factor más importante en la producción de caries es la acumulación de placa bacteriana sobre la superficie dental, la eliminación de la misma es el principal tratamiento preventivo. Para ello destacamos: Un correcto cepillado dental: Apoye los filamentos del cepillo a lo largo de los dientes, en concreto, en la superficie dental más cercana a las encías. Coloque las puntas de los filamentos con una inclinación de 45º en dirección a las encías. Sin dejar de apoyar, realice un suave movimiento de rotación (de una anchura inferior a un diente) y, a continuación, arrastre los filamentos por la superficie dental y en dirección a la cara de masticación. Procure no dejar ninguna zona sin cepillar, prestando especial atención a huecos y espacios interdentales. 1 Repita esta acción en toda la dentición. Con esta técnica también se consigue una limpieza de los surcos subgingivales En las caras de masticación, el cepillado se realizará en sentido horizontal y con movimientos cortos. Recuerde siempre al terminar su cepillado, limpiar la lengua con el cepillo: mejorará su aliento. Cepillado incorrecto: No cepille sus dientes en sentido horizontal, pues podría dañar las encías y cuellos dentales. 2