Hacia una Ley de Fomento y Financiamiento para las Artes. Desde la antigua Roma, el mecenazgo se contempla como una enciente forma de brindar apoyo económico a los artistas, por parte de personas o instituciones que se encuentren en posibilidades de hacerlo, a efecto de que los primeros puedan dedicarse de manera total a la creación de la disciplina artística o deportiva a la cual se dedican, ajenos a las distracciones y preocupaciones que la búsqueda de los emolumentos económicos acarrea. Se entiende por Mecenazgo: un aporte de recursos económicos o en especie para financiar la realización de un proyecto, sin más razones que el sentido altruista, la propia satisfacción personal y la creencia en los valores de la causa, no existiendo, por tanto, intenciones ocultas o comerciales (DIEZ DE CASTRO et al, 2002)i Existe una errónea creencia que mecenazgo y patrocinio son términos similares, sin embargo el patrocinio persigue fines menos nobles que el primero al considerarse al segundo como u n instrumento de comunicación comercial que busca asociar una marca, empresa u organización con un evento atractivo para un público dado 2 Cualquiera de las dos vertientes de asistencia, son una realidad en cuanto a que constituyen una significativa fuente de ingresos para la actividad cultural y deportiva. De igual manera las empresas ante la saturación de la publicidad han encontrado estas nuevas formas de comunicación como canales viables para llegar a sus respectivos nichos de mercado. En este sentido es importante mencionar que no existe una legislación nacional que regule ambas actividades, existiendo un claro vació en una actividad que genera un creciente desarrollo económico tanto para artistas y deportistas, así como constituye para las empresas una nueva forma de comunicación institucional. Las bases a nivel nacional estatal están puestas desde Monterrey, a través de la Ley de Fomento y Financiamiento para las Artes, donde es pausible los esfuerzos que se generaron en el Poder Legislativo de diciembre del año pasado que contempla entre otros lo siguiente objetivos: • El monto total del estímulo a distribuir no excederá de mil millones de pesos anuales; el monto anual de apoyo susceptible de aplicarse al estímulo fiscal no podrá exceder de 500 mil pesos por creador o por proyecto, y el monto a acreditarse no podrá exceder de 10 por ciento del impuesto sobre la renta a cargo del contribuyente que apoye algún proyecto. • Los estímulos previstos pueden aplicarse a los procesos de creación de obras artísticas a que se refiere la Ley Federal del Derecho de Autor, en las ramas literaria, musical, dramática, dancística, pictórica, escultórica y de carácter plástico, caricatura e historieta y de dibujo. • Los apoyos serán inembargables, deberán proporcionarse en dinero y el contribuyente podrá optar por entregarlos directamente al creador o hacerlo por conducto del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, conforme a las reglas de operación que este organismo expida. PROPUESTA En este sentido es necesario adecuar la propuesta de Nuevo León a nivel nacional y adecuar un marco jurídico que incluya la regulación del patrocinio como una actividad comercial preponderante en el ámbito artístico y deportivo, actividad que en muchas ocasiones deja en la incertidumbre a los artistas y deportistas que quedan a merced de contratos leoninos por parte de las empresas que los contratan y de igual manera encauzar los esfuerzos privados en actividades de interés general de un modo eficaz, manteniendo y ampliando algunos los incentivos previstos en la normativa existente y estableciendo otros nuevos, más acordes con las nuevas formas de participación de la sociedad en la protección, el desarrollo y el estímulo del interés general. 1 .-DIEZ DE CASTRO, E.; MARTIN ARMARIO, E. y SÁNCHEZ FRANCO, M.J. (2002), Comunicaciones de marketing. Planificación y control, Madrid, Pirámide 2.-MÉNDIZ NOQUERO, A. (2001), Nuevas formas publicitarias. Patrocinio, Product Placement, Publicidad en Internet, Málaga, Universidad de Málaga