ORACIONES PARA EL MES DE MAYO ORACIONES DE SIEMPRE CONSAGRACIÓN A MARÍA ¡Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego enteramente a Ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día mis ojos mis oídos, mi lengua, mi corazón; en un palabra, todo mi ser. ya que soy todo tuyo, Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén AÑO III Nº 6 La Espiritualidad Salesiana, una forma particular de relacionarse BAJO TU AMPARO Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no olvides la súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; líbranos siempre de todo peligro ¡Virgen gloriosa y bendita! ** BENDICIÓN DE MARÍA AUXILIADORA ** S. Nuestro auxilio es el nombre del Señor T. Que hizo el cielo y la tierra. S. Dios te salve, María... T. ...llena eres de gracia... S. Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades: antes bien, líbranos siempre de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita. María Auxiliadora de los cristianos. T. Ruega por nosotros. S. Señor, escucha nuestra oración. T. y llegue a Tí nuestro clamor. S. El Señor esté con vosotros ABRIL 2010 T. y con tu espíritu S. Oremos: Dios Todopoderoso y eterno, con la ayuda del Espíritu Santo, preparaste el Cuerpo y el Alma de María, la Virgen Madre, para ser digna morada de tu Hijo: al recordarla con alegría, líbranos por su intercesión de los males presentes y de la muerte eterna, por Jesucristo nuestro Señor. T. Amén S. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y permanezca siempre. Amén. 4 Una característica que Don Bosco incorpora a su espiritualidad y a la de su familia es la apuesta por la amabilidad. La relación de cada uno, consigo mismo y con los demás, se encuentra empapada por este valor cristiano. La amabilidad genera confianza, cercanía y respeto. De esta manera se crea un ambiente caracterizado por lo que llamamos espíritu de familia. En esos ambientes la persona se expresa con naturalidad y pierde el miedo. Se siente protagonista de cuanto va haciendo, reconocida en sus valores y perdonada en las equivocaciones que comete. Los valores que circulan en estos ambientes, como la sencillez, la generosidad, la gratitud, hacen que las personas se relacionen de manera familiar. “ Don Bosco quería que en sus ambientes cada uno se sintiera como en su propia casa. La casa salesiana se convierte en familia cuando el afecto es correspondido y todos se sienten responsables del bien común” (C.16). Esta forma de relacionarse las personas en los ambientes salesianos se traslada también a ámbitos más amplios. En la Iglesia, en la familia de San Juan Bosco aparece como un grupo que apuesta siempre por la comunión. Una comunión que entienden que sólo se logrará si se realiza alrededor de la figura del Papa y de los Obispos. Unidos a todas las fuerzas que trabajan en cada una de las diócesis, quienes forman la familia salesiana buscan “el dialogo y entendimiento con los responsables de la pastoral local, dejándose guiar por una visión madura de la fe, capaz de comprender y aceptar los aspectos humanos de la Iglesia, sus limitaciones y carencias” (XXIII CG 171). Es este afán por construir la comunión, para los seguidores de Don Bosco, un signo llamativo de su espiritualidad es el amor a la figura del Papa que han heredado de San Juan Bosco. Abel Medina Calle Delegado Familia Salesiana 1 APRENDIENDO A REZAR COMO MARÍA: EL MAGNIFICAT PENSAMIENTOS Y REFLEXIONES ANTE LA VIRGEN MARÍA V. Alégrate, Reina del Cielo. Aleluya R. Porque el que mereciste llevar en tu seno. Aleluya. V. Ha resucitado, según predijo. Aleluya. R. Ruega por nosotros a Dios. Aleluya. V. Gózate y alégrate, Virgen María. Aleluya. R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente. Aleluya. Oremos: Oh Dios que por la Resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos por su Madre, la Virgen María, alcanzar el gozo de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén 6. Orar, más que contemplar a Dios, es saberse por El contemplados EL AMOR UNA REALIDAD MISTERIOSA El amor es flor humana, pero es más. El amor es fuego vivo, pero es más. El amor enciende el mundo, pero es más. El amor es fuerza amiga, pero es más. El amor es verdad limpia, pero es más. El amor es sumo bien, pero es más. El Magníficat tiene dos partes bien diferenciadas. En la primera (Lc 1,46-50), María hace una lectura fuertemente teológica de su experiencia personal: Dios ha convertido en madre a quien era virgen; lo grande de Dios resplandece mejor en su pequeñez. Es bienaventurada ahora (Lc 1,42) y siempre (Lc 1,48); su alma engrandece a su Señor (Lc 1,46), porque ha hecho cosas grandes en ella (Lc 1,49). El gozo que siente su espíritu (Lc 1,47) se debe a la mirada de su Dios y Salvador (Lc 1,48). La insignificancia de una sierva ha cautivado a su Dios, reconoce María embelesada con su Dios El amor es más que el hombre, lo trasciende. El amor no es fruto humano, lo humaniza. El amor construye al hombre, lo dignifica. El amor nace más alto, es don divino. El amor es cosas de dioses, ES DIOS. Razón de tanta dicha no es otra que saberse contemplada por Dios. La mirada de su Salvador se ha fijado en la insignificancia de la sierva. La mirada de Dios es expresión de su ternura y amor (1 Sam 1,11). La humillación que afirma María no puede referirse a su infertilidad, como sería el caso de Isabel (Lc 1,25), sino FRASES DE DON BOSCO «María Auxiliadora es la fundadora y será «El que pone su confianza en la Virgen la que sostenga nuestras obras». Auxiliadora nunca se verá defraudado» «Don Bosco afirmaba al final de su vida: «La Virgen no hace las cosas a me‘María ha sido siempre mi guía’». dias» 2 “Quién reza no tiene miedo; quién reza no está nunca solo; quién reza se salva”. (Benedicto XVI) al sometimiento total a Dios que da la fe, su absoluta disponibilidad. Sierva, el título que María se ha dado (Lc 1,38), expresa su actitud frente a la decisión divina. María pertenece así al grupo de pobres e indefensos a quienes se ha prometido salvación (Sal 9,19; Is 57,15) y felicidad (Lc 6,20); habla en nombre de todos ellos. Los temerosos de Dios son los humildes, los infortunados, los pequeños (Sal 25,14; 33,18; 34,8.10; 103,11.13.17; 119,35; 145,19), cuantos esperan más de la misericordia divina que de sus propias posibilidades, por indudables que sean sus méritos. Dios queda, pues, definido por la potencia de un nombre santo y la permanencia de su indulgencia; Su omnipotencia le hace ser totalmente otro, diferente de todos, y totalmente a favor de los otros, misericordioso con todos. Asi ven a Dios los humildes que rezan como María. Dios Padre, María te ‘vio’ en su propia vida, en la gracia concedida de una maternidad virginal, omnipotente en tu misericordia. Te rogamos que nos concedas la humildad necesaria para contemplarte en nosotros tan maravilloso como eres. Concédenos rezar como María. Juan J. Bartolomé SDB 3