Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CARTAS AL DIRECTOR 2. Ariño JJ. La nueva era de los laringoscopios ópticos. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2009:56(9):527-8. 3. Yentis SM. Predicting trouble in airway management. Anesthesiology. 2006;105(5):871-2. 4. Shiga T, Wajima Z, Inoue T, Sakamoto A. Predicting difficult intubation in apparently normal patients. A meta-analysis of bedside screening test performance. Anesthesiology. 2005;103(2):429-37. 5. Muallem M, Baraka A. Tracheal intubation using the Glidescope with a combined curved pipe stylet, and endotracheal tube introducer. Can J Anaesth. 2007;54(1):77-8. 6. Castañeda M, Batllori M, Gómez Ayechu M, Iza J, Unzué P, Martín MP. Laringoscopio óptico Airtraq. An Sist Sanit Navar. 2009;32(1):7583. 7. Malik MA, Maharaj CH, Harte BH, Laffey JG. Comparison of Macintosh, Trueview EVO2®, Glidescope® and Airwayscope® laryngoscope use in patients with cervical spine immobilization. Br J Anaesth. 2008;101(5):723-30. 8. Savoldelli GL, Schiffer E, Abegg C, Baeriswyl V, Clergue F, Waeber JL. Comparison of the Glidescope®, the McGrath®, the Airtraq® and the Macintosh laryngoscopes in simulated difficult airways. Anaesthesia. 2008;63(12):1358-64. 9. Robitaille A, Williams SR, Tremblay MH, Guilbert F, Theriault M, Drolet P. Cervical spine motion during tracheal intubation with manual in-line stabilization: direct laryngoscopy versus Glidescope videolaryngoscopy. Anesth Analg. 2008;106(3):935-41. 10. Hirabayashi Y, Fujita A, Seo N, Sugimoto H. A comparison of cervical spine movement during using the Airtraq or Macintosh laryngoscopes. Anaesthesia. 2008;63(6):635-40. 11. Hodzovic I, Wilkes AR, Stacey M, Latto IP. Evaluation of clinical effectiveness of the Frova single-use tracheal tube introducer. Anaesthesia. 2008;63(2):189-94. 12. Sorbello M, Frova G. Frova introducer: neither a stylet nor a simply an introducer. Anaesthesia. 2008;63(9):1010-1. 13. Umesh G, Jasvinder K. Frova introducer for tracheal intubation: our comments and experience. Anaesthesia. 2008;63(11):1260-1. 14. Janakiraman C, Hodzovic I, Reddy S, Desai N, Wilkes AR, Latto IP. Evaluation of tracheal tube introducers in simulated difficult intubation. Anaesthesia. 2009;64(3):309-14. RÉPLICA A LOS COMENTARIOS AL ARTÍCULO “USO DEL VIDEOLARINGOSCOPIO DE MCGRATH JUNTO CON LA GUÍA FROVA EN EL MANEJO DE LA VÍA AÉREA DIFÍCIL” Sr. Director: En primer lugar querríamos agradecer el interés mostrado por el Dr. Castañeda et al por nuestro trabajo titulado: “Uso del videolaringoscopio de McGrath junto con la guía Frova en el manejo de vía aérea difícil”1. Coincidimos plenamente con la idea de que el videolaringoscopio o laringoscopio ideal sería aquél que de forma sencilla e infalible permitiese una correcta visión de las estructuras glóticas y un fácil paso del tubo endotraqueal a la tráquea. Discrepamos, no obstante, con la idea de que la combinación de dos dispositivos sea desvirtuar el uso de los mismos, queda clara la ventaja en el manejo de una vía aérea difícil (VAD) de la combinación de laringoscopio de Macintosh y guía Eschman o Frova, de la mascarilla laríngea Fastrach con el fibrobroncoscopio flexible o del mismo Airtraq con guía Eschmann2-4. Coincidimos en la validez de la combinación de criterios para predecir una intubación difícil con laringoscopio de Macintosh, pero ponemos en duda que estos criterios sean aplicables a la dificultad de intubación cuando se utiliza un videolaringoscopio, ya que como ya citamos en el artículo 59 no se requiere la alineación de los tres ejes para obtener una buena visión glótica. Numerosos estudios demuestran como los videolaringoscopios mejoran el grado de visión glótica. En los dos primeros casos presentados se realizó una laringoscopia con laringoscopio de Macintosh presentando un grado tres de la clasificación de Cormack y Lehane, lo que demuestra que se trataba de una intubación difícil1. Como ya se comenta en el artículo, el ángulo de 60º de la pala del videolaringoscopio de McGrath al igual que sucede con Glidescope obliga a la utilización de un estilete, guía de Schroeder o guías largas como la Eschmann o la Frova. Nuestra experiencia con el uso de estilete, guía Schroeder y Frova se decanta por el uso de esta última, es maleable, manejable y de punta roma. Si bien es cierto que como todos los dispositivos no está exenta de riesgos, nuestra experiencia con ella ha sido muy positiva. “Hurgar” la glotis con una guía Frova de extremo romo es menos lesivo que hacerlo con un tubo endotraqueal montado sobre un estilete o una guía de Schroeder. Si es la guía que nos da más seguridad y mayor tasa de éxito, es la que debemos utilizar en nuestros casos de VAD, y así lo hemos hecho. Existe un error en la bibliografía como se comenta en los comentarios a nuestro artículo y agradecemos al autor su colaboración, se trata de una confusión. También es cierto que Airtraq en el estudio citado permite una intubación más rápida pero también es cierto que en un estudio en el que se ha utilizado en pacientes con VAD la tasa de éxito es de sólo el 80% (36 de 47 pacientes) y en 11 pacientes de los que se intubaron, lo utilizan asociado a una guía de Eschmann4. Los videolaringoscopios con canal como Airtraq o Pentax AWS requieren que la visión glótica quede absolutamente centrada en el sistema óptico o en la pantalla, si esto no se consigue, la intubación se complica, y aún se complica más si la apertura bucal está limitada de manera que queda dificultada la movilidad del dispositivo, así como si el paciente presenta micrognatia o movilidad cervical limitada4,5. No se han realizado trabajos sobre la movilización de la columna cervical cuando se utiliza el videolaringoscopio de McGrath pero sí se ha utilizado con éxito en alteraciones que conlleven rigidez cervical real o simulada6,7. En el estudio de Savoldelli en el que se compara Glidescope, McGrath y Airtraq en tres situaciones simuladas de intubación difícil en maniquí (obstrucción faríngea, obstrucción faríngea con rigidez cervical y edema de lengua), McGrath es el que aporta las mejores prestaciones en las tres supuestos, de manera que los anestesiólogos que manipulan la vía aérea lo prefieren en dichas situaciones6. Como conclusión consideramos que el videolaringoscopio de McGrath en combinación con la guía Frova es una buena combinación para el manejo de la VAD y que la combinación de dispositivos puede suponer una mejora en las prestaciones de éstos. C. Añez, N. Montori, M. L. Santos, V. Farre, M. Camps, O. Ramiro, M. Rull Servicio de Anestesiología y Reanimación. Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona. 251 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CARTAS AL DIRECTOR BIBLIOGRAFÍA 1. Añez Simón C, Montori Lacámara N, Santos Marqués ML, Farre Nebot V, Camps Vidal M, Ramiro Ruiz O, et al. Uso del videolaringoscopio de McGrath junto con la guía Frova en el manejo de vía aérea difícil. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2010;57(1):61-4. 2. Noguchi T, Koga K, Shiga Y, Shigematsu A. The gum elastic bougie eases tracheal intubation while applying cricoid pressure compared to the stylet. Can J Anesth. 2003;50(7):712-7. 3. Ferson DZ, Rosenblatt WH, Johansen MJ, Osborn I, Ovassapian A. Use of the intubating LMA-Fastrach™ in 254 patients with difficultto-manage airways. Anesthesiology. 2001;95(5):1175-81. 4. Malin E, De Montblanc J, Ynineb Y, Marret E, Bonnet F. Performance of the Airtraq™ laryngoscope after failed conventional tracheal intubation: a case series. Acta Anaesthesiol Scand. 2009;53(7):858-63. 5. Xue FS, Ne N, Liu JH, Zhang YM. Use of the fiberoptic bronchoscope to facilitate tracheal intubation after failed intubation using the Airtraq® laryngoscope. Acta Anaesthesiol Scand. 2010;256-8. 6. Savoldelli GL, Schiffer E, Abegg C, Baeriswyl V, Clergue F, Waeber JL. Comparison of the Glidescope®, the McGrath®, the Airtraq® and the Macintosh laryngoscopes in simulated difficult airways. Anaesthesia. 2008;63(12):1358-64. 7. Uslu B, Damgaard Nielsen R, Kristensen BB. McGrath® videolaryngoscope for awake tracheal intubation in a patient with severe ankylosing spondylitis. Brit J Anesth. 2010;104(1):118-9. MENINGITIS AGUDA IATROGÉNICA POSTANESTESIA INTRADURAL POR STREPTOCOCCUS SALIVARIUS Sr. Director: La incidencia de meningitis postpunción raquídea está entre 0-2 casos/10.000 procedimientos, no habiéndose registrado más de 30 casos en la literatura1,2. Suele ocurrir en los 4-5 primeros días después de la punción espinal, pero puede aparecer hasta los 30 días si el paciente estaba en tratamiento antibiótico previo. Puede causar una elevada morbimortalidad, llegando a requerir ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y una larga estancia hospitalaria. Esto sería especialmente importante de darse en pacientes que ingresaron inicialmente para una cirugía ambulatoria. De aquí la importancia de la posibilidad del seguimiento telefónico de los pacientes intervenidos de este tipo de cirugía. El diagnóstico precoz es esencial ya que marcará la evolución posterior3,5. Streptococcus viridans es con frecuencia el agente causal. No suele estar implicado en procesos infecciosos en humanos, excepto en enfermos con inmunodepresión local o general importante, ya sea espontánea o yatrogénica3,5. Streptococcus salivarius causa más del 60% de las meningitis iatrogénicas, y más del 90% de las meningitis post-punción espinal descritas en la bibliografía. Otros gérmenes aislados son Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, Streptococcus mitis, Streptococcus sanguis, Enterococcus faecalis y Streptococcus agalactiae6-10. Presentamos el caso de una paciente que sufrió una meningitis por S. salivarius tras una artroscopia de rodilla no complicada realizada con anestesia subaracnoidea. Mujer de 59 años, con estado físico ASA II, con antecedentes patológicos de dislipemia en tratamiento, obesidad con IMC 32 kg/m 2, y artrosis de la rodilla derecha que requirió intervención quirúrgica. Ingresó para realización de artroscopia de rodilla derecha 252 electiva. Se llevó a cabo anestesia subaracnoidea con las normas habituales de asepsia por parte del anestesiólogo, guantes estériles, bata estéril, lavado aséptico de manos, gorro y mascarilla facial, así como desinfección de la piel con povidona yodada. Se realizó punción lumbar en el espacio L3-L4 sin problemas técnicos, con buen resultado clínico. Tras la intervención la paciente pasó unas horas en la Unidad de Reanimación postanestésica siendo dada de alta a su domicilio a las 4 horas de realización de la anestesia subaracnoidea. A las 16 horas de la intervención, se decidió reingreso hospitalario por cefalea intensa, fiebre y vómitos. La exploración física al ingreso mostraba presión arterial 130/90 mmHg, frecuencia cardiaca 100 l/min, temperatura axilar 38,3ºC, palidez cutáneo-mucosa. Presentaba un nivel en la escala de coma de Glasgow 13, con respuesta verbal incoherente, un reflejo cutáneo plantar flexor bilateral, pupilas mióticas y reactivas simétricas. Se apreció rigidez nucal de tipo meningítico, signos de Kernig y Brudzinsky positivos. La analítica mostró leucocitosis de 15.000/microL con 91% de segmentados, proteína C reactiva 33,7 mg/dL. Se realizó una TAC craneal sin hallazgos significativos. Se practicó una punción diagnóstica lumbar obteniéndose un LCR de aspecto purulento, con salida a baja presión, y en la bioquímica del mismo hiperproteinorraquia > 995 mg/dL, hipoglucorraquia 11 mg/dL, leucocitos 9.000/mm3 (95% segmentados, 5% linfocitos). Se inició tratamiento antibiótico empírico en espera del resultado del cultivo del LCR con 2 g de cefotaxima iv. Tras un análisis preliminar del LCR se pasó a cefepime y vancomicina para cubrir Pseudomonas y gérmenes de piel, dado el antecedente de punción espinal. En las horas posteriores la paciente presentó deterioro del nivel de conciencia, con nivel en la escala de coma de Glasgow 10, requiriendo ingreso en la UCI, donde presentó una buena evolución clínica, pudiendo ser dada de alta a la sala de hospitalización a los dos días. Evolucionó sin complicaciones, salvo la aparición de un herpes zóster braquial. El cultivo mostró abundantes polimorfonucleares, y fue positivo para Streptococcus viridans salivarius resistente a penicilina y parcialmente a cefalosporinas, motivo por el que se completó tratamiento con vancomicina durante 16 días. Los hemocultivos fueron negativos. La paciente fue dada de alta a su domicilio, asintomática. En la consulta externa de medicina interna, un mes después, se realizó nueva punción lumbar, siendo el LCR resultante de aspecto normal y sin celularidad anormal. Se han descrito tres mecanismos como posibles causantes de meningitis tras una punción espinal, la bacteriemia del paciente en el momento de la punción lumbar (por ruptura de la barrera hematoencefálica), falta de adherencia a las medidas asépticas durante la punción, o introducción de la bacteria a través de la piel. La mayor parte de los casos descritos en la literatura parecen ser secundarios a una punción espinal5,9,10. Se ha visto que incluso en pacientes con bacteriemia el riesgo general de meningitis postpunción espinal es más bajo que el de la meningitis espontánea8. 60