Documento descargado de http://www.doymafarma.com el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ÁMBITO FARMACÉUTICO HISTORIA DE LA FARMACIA El personal de la farmacia en un hospital del siglo XIX (II). Practicantes, aprendices y hierbero CARLOS ÁNGEL MONCÍNa, IGNACIO ANDRÉSb y M.ª CARMEN VIDALc a Doctor en Farmacia. Especialista en Farmacia Hospitalaria. Hospital Royo Villanova (Zaragoza). Doctor en Farmacia. Especialista en Farmacia Hospitalaria. Jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Nuestra Señora de Gracia (Zaragoza). c Doctora en Farmacia. Profesora Titular de Historia de la Farmacia y Legislación Farmacéutica. Facultad de Farmacia. Universidad de Valencia. b En la primera parte de este trabajo los autores describieron la figura y funciones del regente de la farmacia del Hospital de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza. En esta segunda parte abordan las características del personal auxiliar que trabajaba en dicha farmacia. Tres tipos de personal auxiliar ayudaban al regente en su trabajo: los mancebos o practicantes, los aprendices y el hierbero. En el presente trabajo se describen las funciones, remuneración y formación que recibían en la propia botica del hospital. comienzos del siglo en la farmacia A del Hospital de Gracia de Zaragoza, bajo la dirección del regente o farmacéutico XIX trabajaban diferentes auxiliares. Se distingue tres tipos de personal auxiliar: mancebos o practicantes, aprendices y hierberos. Mancebos o practicantes El regente tenía autoridad para admitir los mancebos que entendiera más hábiles y convenientes para servir en la botica, y despedir a los que le parecieran inútiles, o que no cumplieran con su obligación. El núme114 OFFARM ro de practicantes de la botica fue variando a lo largo de los años. En el momento de realizarse la visita real de inspección, en el año 1815, eran 5: Domingo Sariñena, Félix Hernando, Joaquín Abadía, José Prado y Francisco Pérez1. En el siglo XVIII se distinguían mediante un ordinal como mancebo primero, mancebo segundo, mancebo tercero, etc. de modo que cada uno tenía unas funciones definidas tal como describe Andrés2. Sin embargo, en el siglo XIX no encontramos estas distinciones entre mancebos en lo referente a sus funciones y al hablar de los trabajos que debían realizar se trata en conjunto, sin diferenciar entre ellos (aunque se mantienen las denominaciones de mancebo primero, mancebo segundo, mancebo tercero, etc.) DICIEMBRE 2001 Documento descargado de http://www.doymafarma.com el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. HISTORIA DE LA FARMACIA A pesar de que los puestos de mancebo eran muy solicitados, las condiciones en que se desarrollaba su trabajo no eran todo lo buenas que hubiera sido deseable. Así se observa en las quejas de los propios interesados, que sostenían que a causa de la disminución de empleados en la botica, se había deteriorado su salud por haber aumentado su trabajo y por haber sufrido de tifus. También se quejaban de que no se les daba íntegra su ración de comida y amenazaban con abandonar al regente si no se les aliviaba la carga de trabajo (solicitaban dos compañeros más) y se les daban los alimentos que les correspondía. Firmaban Manuel Campos, mancebo primero; Pablo Rodrigo, mancebo segundo, Bruno Salvo, mancebo tercero; Santos Franco, mancebo cuarto, y Vicente Pellicer, mancebo quinto. En vista de todo ello, y de acuerdo con el informe de Bernardo Segura, regidor comisionado de la botica, la sitiada acordó contratar un mancebo más y aumentar la ración de pan de catorce onzas a diecisiete y media3. güés del Puerto, y sujetarse a los de Zaragoza mediante acreditación de que servía como mancebo asalariado en la botica del hospital, para una vez salvado el trance desistir de su empleo. Una solicitud posterior a las mencionadas presentada en similares términos por el estudiante Lucas Burillo fue desestimada. En mayo de 1838 la Junta Superior de Beneficencia admitió en calidad de mancebo meritorio, en contra del parecer del regente de la botica, a un estudiante de filosofía hijo de un empleado del hospital. Hierbero Se encargaba de cuidar el huerto en que se cultivaban las plantas medicinales. Dado que su cometido específico se relacionaba con la botica y que su sueldo figuraba entre sus gastos en los libros de cuentas, era considerado como personal de dicha oficina. De hecho la contaduría del hospital lo consideraba así cuando decía que el regente tenía a sus órdenes siete pracAprendices ticantes y dos hierberos de quienes podía disponer a su arbitrio4. Además de los mancebos o practiEn ocasiones el regente encargaba En ocasiones cantes, en la botica del hospital haal hierbero que recolectara hierbas bía aprendices que pagaban por la el regente encargaba medicinales para el uso en la botica formación recibida. Con frecuencia, del hospital. En 1833, el hierbero, al hierbero que los aspirantes a trabajar en la botiFrancisco Vidal, fue enviado a recorecolectara hierbas ca accedían a ella solicitando su adlectar raíz de lampaza a las inmediamisión como supernumerarios o ciones del Reino de Navarra, y hamedicinales para meritorios. Se trataba de estudianbiendo llegado al término de Noviel uso en la botica tes que ofrecían al hospital el pago llas le insultaron y robaron unos del hospital de una cantidad en pago de la forreales. Por ello pidió el hierbero que mación que iban a recibir. Era una para estas expediciones se le facilitaforma de colocarse en primera fila se el documento correspondiente de para cuando quedara una plaza vamodo que los justicias de los puecante de mancebo en la botica. blos le protegiesen. La sitiada del Así, por ejemplo, en octubre de 1837 hospital accedió a la petición de modo que Genaro Casas se dirigió a la Junta de Bese le entregaría una certificación tanto al neficencia del Hospital Civil de Zaragoza hierbero como a los demás empleados que exponiendo que iba a comenzar en el prósalieran con encargos de la casa para que ximo curso el primer año de medicina, por fueran reconocidos y protegidos por los juslo que para mejorar su instrucción soliciticias, curas párrocos y cuestores de los taba ser admitido como mancebo superpueblos donde transitaran5. numerario pagando 2 reales de vellón diarios hasta que quedara plaza vacante y puFunciones diera pasar a ocuparla. Tras un informe favorable del regente de la botica, la petiEn ocasiones se denominaba a los mancebos ción fue estimada. Igualmente, Lucas Bruo practicantes como mancebos boticarios. Sus mós, estudiante de medicina, solicitó ser funciones vienen especificadas en diversos admitido como mancebo supernumerario documentos. pagando 3 reales de vellón diarios. Fue admitido tras un informe favorable del re– Elaboración de medicinas. En las ordinagente la botica, aunque en él constaba que ciones de 16566 se indica que era función la motivación del peticionario era evadirse suya elaborar las medicinas que les mandade la quinta y sorteo en su pueblo, Ara- NOVIEMBRE 2001 OFFARM 115 Documento descargado de http://www.doymafarma.com el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. HISTORIA DE LA FARMACIA se hacer el regente, quien les asistía para ello. – Anotación de las prescripciones en el libro recetario durante la visita de los médicos. Debían acompañar en la visita a los médicos con un libro para asentar en él las recetas que éstos dispusieran7. – Administración de medicamentos. El mancebo y aprendiz de semana de la botica tenía que suministrar las purgas, jarabes, polvos o píldoras que se hubiera recetado a los enfermos de las cuadras primeras, Rey y Arzobispo. Dotación 13% En las conclusiones de la inspección reaRación 87% lizada por los visitadores reales éstos ordenaron una serie de cambios en distintos aspectos relacionados con el funcionamiento de la botica como, por ejemplo, en lo relativo a las compras de géneros medicinales. Fig. 1. Porcentaje También añadieron una nueva obligación de ración y dotación hierbero problemas con los habitantes de para los mancebos de la botica con la finali- de los mancebos de dad de evitar posibles equivocaciones en las la botica del hospital los lugares que visitaba (llegaron a robarle e insultarle). anotaciones que se hacían en los libros re- en 1808. cetarios. Ya hemos dicho que los mancebos debían acompañar a los médicos en la visita Remuneración a los enfermos y registrar en el libro recetario las prescripciones correspondientes a los La remuneración del personal auxiliar de la pacientes. Los visitadores mandaron que botica, al igual que la de la mayor parte de una vez realizada la anotación por el manlos trabajadores del hospital, se componía cebo, éste debía leer en voz alta lo que hade la ración o manutención y la dotación o bía escrito para que el médico diera su consalario. En 1808 había en la botica del hosformidad o corrigiera lo que fuera necesapital 5 mancebos o practicantes cuyo salario rio, de modo que no se cometieran errores anual era de 203 reales y 10 maraen la trascripción que pudieran devedís. La ración para la manutenrivar en la administración a los pación de cada mancebo era de cuarta cientes de medicamentos o dosis diclase y tenía un valor de 1.309 reaferentes de las que el médico presles y 24 maravedís. Como se deducribía. ce de estas cifras en el caso de los Existían en el hospital botiquines Había en mancebos la parte de su remunerao depósitos de medicamentos cuyo la botica personal ción correspondiente a su manutenobjetivo era tener más a mano los medicamentos necesarios para atende guardia, de modo ción era mucho más cuantiosa que la tocante a su salario, con una relader debidamente a los pacientes que que el servicio ción porcentual mucho más acusaprecisasen asistencia en cualquier farmacéutico estaba da que en el caso del regente (remomento del día o de la noche. Hacordemos que la ración del regente bía en la botica personal de guardia, cubierto día en 1808 suponía el 52% de su rede modo que el servicio farmacéutiy noche muneración) (tabla 1). co estaba cubierto día y noche8. En cuanto al hierbero, sus funcioComo ya hemos dicho, además de nes eran las siguientes: los mancebos había en la botica aprendices que en los años 1837 y – Cultivar el huerto en el que ha1838 pagaban una cantidad diaria bía plantas medicinales destinadas a su utipor la formación recibida. También existía lización en la botica del hospital para elaeste personal en años anteriores. En 1808 borar medicamentos destinados a los enferhabía dos aprendices que recibían una remos del mismo. muneración consistente en un salario anual – Viajar a los lugares que se le ordenase de 112 reales y 32 maravedís y una ración para recolectar las plantas medicinales que anual cuyo valor era 1.309 reales y 24 male indicara el regente. Como ya hemos diravedís. No sabemos si los aprendices que cho, esta labor le acarreó en ocasiones al había en la botica a finales de los años 116 OFFARM NOVIEMBRE 2001 Documento descargado de http://www.doymafarma.com el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. HISTORIA DE LA FARMACIA Tabla 1. Comparación del salario y ración (expresados en reales) de los mancebos y aprendices de la botica del hospital con los de otros trabajadores del establecimiento en los años 1808 y 1820 1808 Mancebos de la botica Aprendices de la botica Hierbero Portero de sitiada Tablajeros Cataplasmero mayor Practicantes enfermeros Practicantes de cirugía Curador de la tiña Criadas de salas Torrero del abejar Número Ración 5 2 1 1 3 1 5 42 1 12 1 1.309 1.309 1.095 1.137 1.073 1.073 1.030 1.438 901 1820 Salario 203 112 301 564 225 225 112 602 67 2.190 Número Ración 5 1.180 203 1 1 2 1 1 1 1 8 1 837 301 961 225 225 263 944 944 944 901 1.159 815 Salario 715 225 2.404 treinta, que pagaban por su formación, rede la botica apenas superan los 1.300 reales cibían salario o manutención. en 1808. En ese año las raciones del hierbeAdemás de los mancebos y aprendices, ro y de los practicantes enfermeros y de cihabía un hierbero que se encargaba de culrugía no alcanzan los 1.100 reales, mientivar en el huerto las plantas medicinales tras que las de las criadas suponen 901 reaque le indicaba el regente. La dotación del les. Estas diferencias respecto a las raciones hierbero estaba constituida también por la de boticarios y médicos de la casa son más ración y el salario. difíciles de explicar puesto que, aunque no Podemos comparar la remuneración de conocemos las cargas de trabajo de cada los mancebos, aprendices y hierbero de la uno de los empleados del hospital, es muy botica con la de otros trabajadores probable que, por ejemplo, el trabasanitarios y también con personal jo de una criada fuera de una gran no sanitario que trabajaba en el dureza. hospital Hay algunos aspectos que no heEl salario del regente mos Podemos hacer algunas observapodido explicar con la informaciones sobre las cifras de la tabla era nueve veces mayor ción de que disponemos como es el anterior. Existía gran diferencia en- que el de los mancebos hecho de que algunos trabajadores tre los salarios del personal sanitano tuvieran asignada ración, pues rio más cualificado como era el ca- de la botica (203 reales aunque no viviesen en el hospital so de médicos y boticario (el salario frente a 1.882), aunque para consumirla, podrían haberla del boticario regente era de más de esta relación se reduce cobrado en efectivo, lo que parece 1.800 reales) con los salarios del no ocurrió ya que no consta en si tenemos en cuenta que personal sanitario de menor cualifilos presupuestos. También son sorla remuneración cación y otros trabajadores del hosprendentes las diferencias en los pital. Estas diferencias también se porcentajes de incremento de los saen su conjunto dan en la actualidad, aunque en larios y raciones de unos años a menor proporción, y se relacionan otros. Los salarios de médicos, boticon la formación que requiere cada cario y altos cargos administrativos trabajo y la responsabilidad que permanecieron constantes, mientras implica. El salario del regente era nueve que las raciones disminuyeron en el caso veces mayor que el de los mancebos de la del regente y médico velante y aumentó en botica (203 reales frente a 1.882), aunque el caso del enfermero mayor. Sin embargo esta relación se reduce si tenemos en cuenta las raciones del personal no sanitario y del la remuneración en su conjunto (ración más personal sanitario no médico ni farmacéutidotación) de modo que, en 1820, resultaría co disminuyeron, permaneciendo constantres veces más la asignación total del retes sus salarios en la mayoría de los casos, gente que la de uno de los mancebos salvo excepciones como los practicantes en(1.383 reales éstos frente a 3.921 aquél). fermeros cuyos sueldos aumentaron a más Analizando separadamente las raciones del doble, o las criadas de las salas cuyo sade los distintos trabajadores es cuando oblario aumentó más de un doscientos por servamos las mayores diferencias. Las raciociento. No hemos podido averiguar los crines correspondientes al regente y médicos terios utilizados por la sitiada del hospital se sitúan en torno a los 2.000 reales, mienpara establecer estas variaciones salariales. tras que las de los mancebos y aprendices En el caso de las grandes subidas salariales 118 OFFARM DICIEMBRE 2001 Documento descargado de http://www.doymafarma.com el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. HISTORIA DE LA FARMACIA para el personal no sanitario, podrían deberse a la escasez de mano de obra para ejecutar ciertos trabajos, de modo que, por la ley de la oferta y la demanda, fuera preciso aumentar el sueldo de estos trabajadores. Torrero del abejar Criadas de salas Curador de la tiña Formación Practicantes de cirugía Practicantes enfermeros Salario Además del desarrollo habitual de sus funRación ciones, cabe destacar como actividad comCataplasmero mayor plementaria, de extraordinaria importancia Tablajeros en la botica, la formación continuada que recibían los mancebos y practicantes de diPortero de sitiada cha oficina. En efecto, en un informe dado en 1767 por el regente Manuel Navas de Hierbero Carrera, se dice que anualmente, desde el 9 Aprendices de la botica de septiembre hasta el 15 de abril, exceptuando los domingos, «tres días de la PasMancebos de la botica cua de la Natividad, y dos días de Pascua de Resurrección, a la bela, desde las quatro 0 500 1.500 2.000 2.500 1.000 de la mañana, hasta las seis el mancebo mayor o primero daba clases a todos los mancebos y practicantes, que los mancebos dan Fig. 2. Comparación de lección preparaciones y elecciones, para de los salarios y el conocimiento de separar los buenos de raciones (expresados nes, elecciones y preparaciones de La Fuente. Podemos suponer que se refiere a Tirolos malos de todos los entes, assi del País en reales) de los como de Indias, y demás que se hallan en mancebos de la botica cinio de Gerónimo de La Fuente Pierola. También se describe en el documento cóuso y la parte perteneciente a la Botánica»9. del hospital y otros De donde podemos deducir que se daban trabajadores mo además de las aclaraciones realizadas clases de lo que podíamos denominar en la del establecimiento por el maestro y el mancebo mayor, los actualidad galénica, química farmacéutica en 1808. practicantes debían de hacer ante ellos la y botánica. operación de más habilidad de las que tenían Sigue el informe indicando que los sábaencomendadas, con lo que se demuestra dos el boticario regente daba a los practique, como dice el título del documento, cantes una explicación general de todo lo también se daban clases prácticas. que habían estudiado en la semana. Que el Por todo lo reseñado, nos encontramos mancebo mayor hacía mensualmente una con el hecho muy destacable de que en el composición de «especial cuidado, siglo XVIII , en Zaragoza, se daba una formación teórica y práctica a ya sea de Química ya Galénica» en los mancebos y practicantes de la presencia del regente, quien aclaraba cuantas dudas pudieran presen- Se daba una formación farmacia del hospital, que debía de ser bastante profunda, teniendo en tarse y preguntaba a los alumnos teórica y práctica cuenta la época. Pero además al essobre dichas cuestiones. a los mancebos tablecer las obligaciones del persoMás explícito es aún un expediennal de la botica, a excepción del te que se hizo para el estableciy practicantes de miento de un Colegio de Cirugía la farmacia del hospital, practicante cuarto encargado exclusivamente de la limpieza, contemen 1769, en el propio Hospital de Nuestra Señora de Gracia de Zara- que debía de ser bastante plaban el mantenimiento y reparación de hornillos, la preparación de goza, citado por Folch y Millán10. profunda, teniendo En él, aparte de los que se señalan masa para enlodar los vidrios (redoen cuenta la época para los médicos y cirujanos, existe mas y retortas), reconocer los unun capítulo que tras el título genegüentos existentes en las orzas para ral de Boticarios, dice: Methodo que avisar de su consumo o falta, de cuiobservan los Professores de Boticarios en dar que no faltasen las plantas preel Hospital R' y Gen' de Gracia de Zaragoza, cisas en la farmacia y cuidar de los inventaassi en el estudio de la Theoría, como de la rios. Todo esto completaría las enseñanzas Práctica, en sus respectivas obligaciones. teóricas con una práctica diaria, que pensaEn este documento se dice que desde el 8 mos que era mucho más amplia que la que de septiembre al 6 de abril tenían dos horas se pudiera realizar en cualquier farmacia de vela que dedicaban a estudiar los cánoprivada. 120 OFFARM DICIEMBRE 2001 Documento descargado de http://www.doymafarma.com el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. HISTORIA DE LA FARMACIA Sin embargo, no era únicamente en Zaragoza donde se daban enseñanzas para la formación del personal que trabajaba en las farmacias de los hospitales. En las constituciones y ordenanzas de los Hospitales General y de la Pasión de Madrid, aprobadas por Carlos III en 1760, se contemplaba entre las obligaciones del boticario mayor que para que los mancebos de la botica adelantaran en su facultad y adquirieran con la práctica el conocimiento de las yerbas, simples y compuestos, sería de la obligación del Boticario Mayor hacer por sí mismo las elaboraciones químicas y galénicas, enseñándoles al mismo tiempo y dándoles por el invierno un curso de operaciones químicas y otro de botánica en primavera, con explicación de las virtudes y efectos de las drogas extranjeras, y todo cuanto pudiera conducir a su mayor adelantamiento11. Esta normativa para la formación del personal en la botica de los Hospitales General y de la Pasión de Madrid fue puesta brillantemente en práctica. Así nos lo describe Folch Andreu12 en su estudio sobre la instrucción farmacéutica durante el siglo XVIII en los hospitales generales de Madrid. Si trasladamos la experiencia de formación efectuada en las boticas de estos hospitales del siglo XVIII a la actualidad, nos atreveríamos a compararla con el sistema de formación de farmacéuticos especialistas en farmacia hospitalaria llevado a cabo en los hospitales de la Seguridad Social desde finales de los años setenta, copiando al sistema estadounidense de formación de médicos y farmacéuticos especialistas. Según otros autores13, puede decirse de una forma general que lo que se realizó en materia de formación del personal auxiliar en estas boticas de hospital, fue la base de las enseñanzas que en el siglo XIX se establecieron oficialmente en las facultades de farmacia para la enseñanza de farmacéuticos. Conclusión Los diferentes auxiliares que trabajaban en la botica del Hospital de Nuestra Señora de Gracia (mancebos, aprendices y hierbero) ejercían funciones de gran importancia para el correcto funcionamiento de la farmacia, siempre bajo la dirección del regente. La remuneración del personal auxiliar era mucho menor que la del regente, especialmente la parte correspondiente al salario. Los mancebos recibían en la propia botica una formación que podía considerarse de gran calidad. ■ NOVIEMBRE 2001 Bibliografía y notas 1. Archivo Arzobispal de Zaragoza. Visitas pastorales. Caja n.º 10, carpeta n.º 30, cuaderno 1.º. Visita del Hospital Real y General de N.ª S.ª de Gracia de la Ciudad de Zaragoza incoada por los Ilmos. SS. Dn. Pedro Valero, obispo de Gerona, y Dn. Benito Fernández Navarrete, deán de la Iglesia Metropolitana de dicha ciudad. 2. Andrés I. La botica del Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza (1425-1808). Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid, 1992; 87-89. 3. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza. Beneficencia. Legajo n.º 688-1. Expediente acerca del gasto de líquidos en la botica y sobre nombramiento de empleados en la misma; 1822. 4. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza. Beneficencia. Legajo n.º 28-9. Expediente formado sobre los gastos que causa el sostenimiento de la Botica del Santo Hospital (comprende desde 1825) y sobre la contrata de la misma. 5. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza. Beneficencia. Libro n.º 640. Libro de Resoluciones de la Sitiada (1833). 6. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza. Ordinaciones del Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza, hechas en la visita que con autoridad y comisión de la Majestad del Rey NS Felipe IV (que Dios guarde) hizo el obispo de Lérida, de su Consejo, incoada en 10 de Febrero de 1655. Reimpresas de orden de la Ilma. Sitiada de dicho Hospital, en la imprenta de la calle del Coso n.º 11. Zaragoza, 1836. 7. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza. Beneficencia. Legajo n.º 392. Botica. 1830. Expediente formado sobre admisión de regente de la Botica de este Santo Hospital (o sea Boticario Mayor) y demás concerniente a dicha oficina y de Mancebos de la misma. 8. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza. Beneficencia. Legajo n.º 688-2. Reunión de la Cataplasmería a la Botica de este Santo Hospital, y otras medidas tomadas a consecuencia de dicha disposición. 9. Archivo Histórico Nacional. Madrid. Consejos, Leg. 19256, n.º 10, fol. 473-474. 10. Folch G, Millán MP. La farmacia en Zaragoza a través del tiempo. Madrid: Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza y Departamento de Historia de la Farmacia y Legislación farmacéutica de la Universidad Complutense de Madrid, 1985; 108. 11. Martínez Tejero V, Mendaza M, Peralta MT. La Farmacia Clínica en los reales hospitales General y de la Pasión de Madrid, según las Constituciones y Ordenanzas aprobadas por Carlos III en 1760. XXIII Congreso Nacional de la Asociación Española de Farmacéuticos de Hospitales. Zaragoza, 1979; 259-263. 12. Folch R. La instrucción farmacéutica durante el siglo XVII en los Hospitales Generales de Madrid. Madrid, 1941. 13. Basante RM. Farmacia hospitalaria. Farmacéutico y Sociedad. Monografías Beecham. Madrid, 1982. OFFARM 121