El niño y los manatíes Copyright ©2002 Sebastiana Osorio No part of this publication may be reproduced in any form or by any means, electronic or mechanical, including photocopy, recording or any information storage and retrieval system now known or to be invented, without permission in writing from the publisher, except by a reviewer who wishes to quote brief passages in connection with a review written for inclusion in a magazine, newspaper, or broadcast. Contact Proyecto Editorial WindWisper, PO Box 470 Fajardo, PR 00738 Derechos reservados ©2002 Sebastiana Osorio Se prohibe reproducir, almacenar o transmitir cualquier parte de este libro en manera alguna ni por ningún medio sin previo permiso escrito, excepto en el caso de citas cortas para críticas. Para recibir más información, diríjase a: Proyecto Editorial WindWisper, PO Box 470 Fajardo, PR 00738. EL NIÑO Y LOS MANATÍES Pedrito era un cariñoso, servicial, fuera serie. de niño morenito, obediente, Vivía con guapo tierno; sus padres y algo en Calderitas, Quintana Roo. Su papá se ganaba la vida pescando y chapeando. Su mamá Otita, lavaba y planchaba. Era una familia muy feliz. Don Isaías, que así se llamaba el papá, era un padre responsable. Indudablemente los vecinos los envidiaban semejantes. pues irradiaban amor a sus Siempre ayudaban y apoyaban a quien se los solicitaba. Un día Pedrito jugaba nadando y saltando en una poceta que había cerca de la orilla del mar, con comunicación hacia el agua, cuando escuchó una voz que le pedía ayuda. Temeroso volteó a ver a todos lados y no notó nada extrañó, aunque seguía escuchando la voz de auxilio. De pronto sintió bajo sus pies algo suave y grande. Al momento pensó que se trataba de un gran pez, pero fué saliendo a flote una linda manatí. - Yo te estaba hablando - le dijo -. Unos hombres me hirieron y estoy a punto de dar a luz. Me siento muy débil y necesito de tu ayuda y tus cuidados. El niño le dijo: - Aguanta, por favor. mamita. Voy a ir a buscar a mi Ella y mi papá son muy buenos y te van a ayudar. - Sólo contigo me es expresó la manatí -. me recuperaré, ya permitido comunicarme - Sigue mis instrucciones y que debo estar fuerte para tener a mis hijos sanos. Pedrito se quedó pensando y le pidió ayuda al Creador del Universo y a su Angel de la Guardia. Valiente, le respondió a la manatí: