LOS COLABORADORES SE PONEN A TIRO DE LA VIDA NUEVA Un grupo de personas vinculadas a la Alianza asume su identidad como colaboradores Griñón acogió el fin de semana (del 27 al 29 de julio) el I Encuentro de Colaboradores AJM. Bajo el lema A tiro de la vida nueva. Un grupo de personas vinculadas ,de alguna forma a la Alianza, se reunió para conocer de primera mano qué les ofrece el Instituto una vez que ya salieron de Jurd, y viven una vocación distinta a la consagración al Señor. Con inquietudes similares, aunque circunstancias distintas, Tere Martín y Beni, Álvaro, Paco y Marián, José Antonio, Bea, Yeni y Carmen Prieto, acompañados por: María Victoria (que estrena votos perpetuos), Ana Tere y María Dolores; además de por Isabel Salvador, que se ha encargado de cuidar a Lucía y Pablo mientras sus padres participaban en el encuentro,; y de Amor y Pepita, volcadas en la alimentación. Estas personas han asumido su papel como COLABORADOR, en el grupo de edad que abarca desde los 25 a los 55 años. Se han comprometido a: formar grupo en sus lugares de origen, a mantener encuentros anuales a nivel nacional y regional con más frecuencia, así como a asumir su CORRESPONSABILIDAD en la evangelización desde la pureza. Llegados desde Málaga, Granada, Jaén, Madrid y Sevilla, la cita comenzó en la tarde noche del viernes con la cena y distintas dinámicas que facilitaron que los participantes se conocieran. Tras pintar su propia caricatura y jugar al HolaBingo, perdieron la timidez con la que se afrontan estos encuentros. Antes de dormir, juntos compartieron un rato de oración ante el Señor en el oratorio, donde empezó la intensa actividad el sábado, en esta ocasión encomendándose, a la Virgen. Dale al play, la primera dinámica de la jornada que tenía preparada Tere Martín, mostró que todos, de una forma u otra, estaban vinculados a la Alianza y querían mantener ese lazo. Gracias a la charla de María Victoria, Identidad del colaborador, conocieron el grupo en el que, sin saberlo, estaban integrados y pudieron asumir esta identidad para continuar este camino, tras recordar que ya por el bautismo recibimos el encargo de la evangelización: “Antes de nacer, el Señor ya nos había consagrado y nos había hecho profetas para las naciones”. De aquí, la misión de los laicos en la Iglesia: “Ser testigos de la esperanza y contribuir a la consagración del mundo”. Y el matiz que supone estar vinculado a la AJM, como señaló la aliada: “El mandato misionero que recibimos en el bautismo es igual para todos, pero se puede ver matizado por las circunstancias personales y por los carismas”. “Id y anunciad la Buena Noticia del Evangelio desde la transparencia, las buenas intenciones, sin dobleces, mirando con ojos limpios…”. En pequeños grupos, los participantes en el encuentro analizaron este mensaje y, en la puesta en común, compartieron la intención de organizar espacios donde formarse y orar en comunidad desde la Palabra de Dios, así como proponer nuevos encuentros y ejercicios espirituales donde recobrar fuerzas para mantener intacto el compromiso de llevar a todos, desde las circunstancias particulares, la Vida Nueva que propone Jesús y que canta Migueli en la canción que daba lema al encuentro: “Abrir horizontes, vivir los suburbios, dar tiempo al amor”. Ana Tere detalló por la tarde (prácticamente no ha habido tiempo para el descanso, debido, sobre todo, a la activa participación de todos los asistentes) en qué consiste la Misión compartida del colaborador, que resumió en: “Asumir un compromiso con la espiritualidad del Instituto; la corresponsabilidad, más allá de los elementos de acción concretos; exige la pertenencia a una comunidad donde se alimente y se reciba la fe, y seguir las directrices de la Alianza respecto al carisma”. Nada más y nada menos… Menos mal que después llegó otro momento para el Señor, otra oración preparada por María Dolores desde el encuentro con Jesús, para orar todo lo recibido en esta jornada y ponerlo en sus manos. Tras la cena, juntos a la calle, a hacer piña hasta la plaza del pueblo y tomando un refresco (con tapas los que pudieron) en una terracita. La mañana del domingo tampoco dejó hueco ni para respirar. Desayuno, laudes y conclusiones. Era la hora de aterrizar, de asumir el compromiso y de evaluar el encuentro. Todos salieron entusiasmados, con temores varios, pero decididos a poner en prácticas los acuerdos del grupo. En la cripta, en torno a los restos del Padre Fundador, de Don Antonio, rezaron unidos por los frutos de la XXVIII Asamblea General que arrancaba el miércoles (1 de agosto) en el mismo escenario. Y, antes de almorzar y emprender la vuelta, a misa en la parroquia. El Evangelio invitaba a multiplicar panes y peces. Nosotros pondremos lo que tenemos en las manos del Señor, Él se encargará del milagro. Carmen Prieto Grupo de colaboradores de Sevilla Todo el que quiera, de edad ( 25 a 55 años) , estado o ciudad, puede unirse a este grupo, bastará con contactar con la aliada responsable en cada centro (ver los teléfonos en web www.alianzajm.org).