Amnistía Internacional FILIPINAS Nonita Din El asesinato de una sindicalista MARZO DE 1995 ÍNDICE AI: ASA 35/04/95/s DISTR: SC/CO Amnistía Internacional está profundamente preocupada por el homicidio de Nonita Din, de 41 años y miembro activo de la Federación Nacional de Trabajadores del Azúcar, que ocurrió el 29 de enero de 1995. Se cree que los autores del homicidio fueron miembros del servicio armado de seguridad de la Corporación Maderera Filipino-americana - División de Mejora de la Tierra (Philippine-American Timber Corporation-Land Improvement Division). La muerte de Nonita Din es una muestra más de una pauta ininterrumpida de violaciones de derechos humanos contra los sindicalistas en Filipinas. Como miembro activo de la Federación Nacional de Trabajadores del Azúcar-Industrias General y Alimentaria-Kilusang Mayo Uno (FNTA-IGA-KMU), Nonita Din, junto con su marido y otros trabajadores del azúcar de la ciudad de Ayungon (Negros Oriental), habían hecho campaña a favor de la implantación de un auténtico programa de reforma agraria en la región. Por este motivo, desde ciertos sectores del ejército se les acusaron públicamente de ser miembros de un «frente comunista». En noviembre de 1992, tres vecinos de Nonita Din y compañeros suyos en el FNTA-IGA-KM ─Jimmy Trinidad, Rogelio Sabaiton y Nicomedes Manlangit─ también murieron a manos de pistoleros que, según se cree, pertenecen al servicio de seguridad de la Corporación Maderera. Los autores de este crimen nunca fueron detenidos. Nonita Din se encontraba en su domicilio con su marido Fernando y su hija Cresiame cuando fue abatida a tiros sobre las siete de la tarde del 29 de enero de 1995. Según relató Fernando Din, los disparos alcanzaron a su esposa en el cuello y la cara mientras la familia se encontraba reunida en el comedor. Nonita murió al instante; Fernando y Cresiame resultaron ilesos. ANTECEDENTES Amnistía Internacional ha documentado una pauta ininterrumpida de graves violaciones de los derechos humanos contra sindicalistas en Filipinas. Entre estas violaciones se pueden citar ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, «desapariciones», y torturas y malos tratos de personas bajo custodia policial o militar. Las violaciones de derechos humanos han sido especialmente graves en Negros, la principal isla productora de azúcar, donde vivía Nonita. Los miembros de la FNTA y de la federación sindical KMU, que han criticado públicamente la política del gobierno, han sido especialmente vulnerables. Estas violaciones de los derechos humanos se han producido en el marco de una prolongada lucha armada entre el gobierno y el Nuevo Ejército del Pueblo, el brazo armado del Partido Comunista de Filipinas. Por lo general, los sindicalistas que han sido víctimas de estas violaciones habían sido acusados por las autoridades de ser simpatizantes de los insurgentes armados, a pesar de que estuvieran dedicados a actividades políticas legítimas en su calidad de sindicalistas. Las series de homicidios de Ayungon son un ejemplo del poder incontrolado de los ejércitos privados en las zonas rurales de Filipinas, que en muchas ocasiones, se integran en las operaciones gubernamentales de contrainsurgencia, tanto de forma oficial como no oficial. Amnistía Internacional está seriamente preocupada por el hecho de que el gobierno filipino no controle los abusos cometidos por estos servicios de seguridad, lo que refleja un incumplimiento de sus responsabilidades fundamentales. La organización cree que mientras el gobierno permita a los ejércitos privados la comisión de abusos con impunidad, los sindicalistas y las personas que se muestran críticas con el gobierno seguirán en peligro. ACCIONES RECOMENDADAS: Envíen cartas urgentes y por correo aéreo, faxes o telegramas escritos en inglés o en su propio idioma: • expresando su preocupación por la posible ejecución extrajudicial de Nonita Din en Tambom (Ayungon, Negros Oriental) el 29 de enero de 1995; • instando al gobierno a que realice de inmediato una investigación exhaustiva e imparcial sobre su muerte, haga públicos los resultados y procese a los responsables; • pidiendo que se les informe de los progresos de las investigaciones que se realicen; • instando al gobierno a que establezca garantías eficaces del derecho de los sindicalistas a realizar actividades sindicales legítimas sin temor a perder la vida, «desaparecer» o ser objeto de torturas y detenciones arbitrarias por ello; • reiterando los llamamientos de Amnistía Internacional para que el gobierno haga cumplir la prohibición constitucional de mantener ejércitos privados y grupos paramilitares, disuelva todos los grupos armados de vigilancia y prohíba explícitamente su funcionamiento. ENVÍEN SUS LLAMAMIENTOS A: 1. Presidente Fidel V. RamosTelegramas: President Ramos, Manila, Filipinas Malacanang PalaceFax: +63 2 833 7793 (via Department of Foreign Affairs) o Manila +63 2 731 1325 (via Press Secretary to the President) FilipinasTratamiento: Sr. Presidente Ramos 2. General Arturo Enrile Chief of Staff, Armed Forces of the Filipinas Camp Aguinaldo Fax: +63 2 832 3793 Quezon City Télex: 22471 DND PH o 42002 DCSLOG PM Filipinas Tratamiento: Sr. General Enrile 3. P/Supt. Oliver Condolon Officer in Charge, PNP Provincial Commander Camp Francisco Fernandez Brgy. Agan-an Sibulan Negros Oriental Filipinas Tratamiento: Sr. P/Supt. Condolon 4. Hon. Emilio Macias II, MD Governor, Province of Negros Oriental Provincial Capitol Dumaguete City 6200 FilipinasTratamiento: Sr. Gobernador Macias ENVÍEN COPIAS DE SUS LLAMAMIENTOS A: 1. Sedfrey Ordonez Chairperson, Commission on Human Rights IBP Building, Dona Julia Vargas Ave Pasig Manila Filipinas 2. Saleto Erames Chairperson, Provincial Board Committee on Human Rights Provincial Capitol Dumaguete City 6200 Filipinas PALABRAS CLAVE: MUJERES1 / SINDICALISTAS1 / EJECUCIÓN EXTRAJUDICIAL1 / CONFLICTO ARMADO / GUARDIAS DE SEGURIDAD PRIVADOS / IMPUNIDAD / SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDRES WC1X 8DJ, REINO UNIDO TRADUCCIÓN DE EDITORIAL AMNISTÍA INTERNACIONAL, ESPAÑA