Historia de la Filosofía 2º Bachillerato Sara Guerra ANTROPOLOGÍA EN MARX INTRODUCCIÓN Marx, siglo XIX (1818-1883) es uno de los filósofos más influyentes de la filosofía contemporánea. Su filosofía materialista ofrece una explicación del ser humano, la sociedad y la historia que influyó en numerosos intelectuales y que inspiró la instauración de los regímenes comunistas de la primera mitad del siglo XX. Algunas de sus sobras son: Ideología alemana. Tesis sobre Feuerbach. Esencia del cristianismo. El capital. Manifiesto comunista. La sagrada familia. La miseria de la filosofía. Su antropología está marcada por las pésimas e injustas condiciones económicas y laborales del proletariado (el hombre se encuentra alienado económica, social, política e ideológicamente según Marx). Marx enraíza con la izquierda hegeliana en la necesidad de cambiar la realidad que no pueda ser justificada y en su crítica de la religión. Especialmente importante es la influencia de Feuerbach por el giro materialista que realiza al afirmar que la filosofía no debe comenzar por abstracciones sino con la vida, sus necesidades y deficiencias. También por el concepto de alienación y por su “antropocentrismo” pues para Feuerbach (ateo) Dios no es más que una proyección, una imagen idealizada que el hombre hace de sí mismo, el hombre ha creado a Dios, (no al revés,) con la gravedad de que luego no se reconoce y se va empobreciendo a medida que enriquece a Dios; de esta manera se va alienando, el hombre debe recuperarse a sí mismo, convirtiendo la teología en antropología. Por otro lado podemos ver la influencia de Rousseau en la idea de que el origen de la desigualdad entre los hombres es social y se debe a la propiedad privada. TEORÍA Nos vamos a centrar en su explicación del hombre como un ser material natural, que se convierte en un ser natural humano en el desarrollo de la historia. Esto ocurre gracias a su actividad productiva que realiza transformando la naturaleza junto a otros hombres. Es, por tanto, no sólo un ser social, sino un ser que se constituye en sociedad. Para alcanzar su autorrealización y la verdadera libertad, el hombre deberá librarse de las alienaciones a las que se encuentra sometido: económica, social, política e ideológica. El hombre es un SER MATERIAL, no hay realidad espiritual alguna ni en el hombre ni fuera de él, incluso su inteligencia es producto de la materia, por tanto, el destino final del hombre es su desaparición en la nada. No hay una trascendencia más allá de esta vida, Dios y la vida más allá de la muerte no son más que ilusiones nacidas por el descontento humano con las malas circunstancias de la vida. La única posibilidad de felicidad debe buscarse en este mundo. Para Marx, el ser humano es un SER NATURAL , surgido de la naturaleza, y que se distingue de los animales por el hecho de que ha de fabricar los medios para sobrevivir, transformando la naturaleza en la que vive. Esta transformación de la naturaleza se realiza mediante el trabajo. El trabajo, o mejor dicho la producción (praxis) constituyen la esencia del hombre. Somos seres “activo-productivos” que necesitamos transformar la naturaleza para vivir. Es precisamente en esta actividad productivo-transformadora como entramos en relación con otros seres humanos y nos socializamos. Nuestro ser dependerá, por ello, de las circunstancias socio-económicas, es decir, el ser humano actúa y piensa determinado por las circunstancias sociales en las que se ve inmerso y estas circunstancias sociales vienen dadas por un sistema productivo concreto. La situación del ser humano dentro del capitalismo industrial del siglo XIX es de alienación, pues el ser humano (que es en esencia un ser trabajador) no se realiza en su trabajo, sometido a unas condiciones indignas, con un salario de mera subsistencia que no le permite llevar una vida verdaderamente humana. Cuando el sujeto (el trabajador) entra en contacto con la naturaleza (se exterioriza) para realizar un objeto (el producto), realiza un esfuerzo que le produce un desgaste o pérdida de energía (se enajena de sí mismo), hasta aquí no hay problema pues tanto el proceso de exteriorización como el de enajenación son inevitables y necesarios. La ALIENACIÓN ECONÓMICA se da en el modo como se produce el objeto y en lo que ocurre una vez terminada la producción del objeto: a) El trabajador es utilizado como un medio de producción dentro de una cadena de producción, convirtiéndose en una mercancía que se compra y se vende: Al limitarse a desarrollar tareas mecánicas, al igual que las máquinas que utiliza en su trabajo, se le limita su capacidad creativa. En definitiva, es tratado como un objeto y no como un sujeto. Se produce una “cosificación del sujeto” b) El objeto producido no le pertenece al trabajador, sino al empresario, se produce así una “expropiación del objeto” Esta situación de alienación puede cambiar si cambian las circunstancias, de modo que el trabajador pueda autorrealizarse en su trabajo. Para ello es necesario que el producto de su trabajo le pertenezca, que sea suficiente para satisfacer sus necesidades materiales y, al mismo tiempo, le permita disponer de tiempo libre para desarrollar su personalidad y realizarse como ser humano. De la alienación económica derivan otras situaciones de alienación de tipo social, político e ideológico. ALIENACIÓN SOCIAL: La sociedad capitalista divide a los hombres en dos clases sociales: la dominadora (burguesía empresaria) y la dominada (proletarios), esta división es negativa porque produce un enfrentamiento entre ellas: La situación debería ser, al contrario, una situación de igualdad en la que no hubiera clases sociales. ALIENACIÓN POLÍTICA: Tanto el Estado como su sistema legal amparan y protegen el sistema económico vigente en la sociedad. Por eso, el Estado es en realidad un “Estado burgués”, en manos de la burguesía que está al servicio de sus intereses económicos, pues con su política de no intervención en economía, favorece a la clase dominante, dejando a su suerte a los más débiles. El proletariado ve entonces en el Estado un enemigo, cuando el Estado debería ser y estar al servicio de todos. ALIENACIÓN IDEOLÓGICA: la conciencia del ser humano, lo que piensa, depende de las condiciones materiales de la vida. El proletariado se encuentra alienado ideológicamente porque la ideología dominante es la de la clase dominante, tanto la filosofía como la religión han colaborado hasta ahora a mantener esta alienación: La filosofía porque hasta ahora se ha dedicado a explicar e incluso a justificar lo que pasa, lo inevitable se la situación y no a criticarlo, por eso dice Marx: “los filósofos se ha dedicado a interpretar el mundo de distintos modos, ya es hora de transformarlo”. En cuanto a la religión lo que hace es proyectar al hombre fuera de este mundo, prometiéndole un mundo ficticio donde todo sus males serán resueltos. Además predica la sumisión y aceptación del sufrimiento en este mundo para alcanzar el premio en el otro. Por eso Marx lo considera el “opio del pueblo”. Su función social es la de adormecer los anhelos revolucionarios y emancipadores de la clase trabajadora. CONCLUSIÓN A pesar de que Althusser (marxista) ha negado que el marxismo pueda considerarse un humanismo, otros autores afirman que sí es posible hacer una interpretación en términos humanistas del marxismo, en este sentido se mueven la Escuela de la praxis de los años 60, el existencialista Jean Paul Sartre o el español Fernando de los Ríos por su obra El sentido humanista del socialismo. Algunas de las razones por las que podría interpretarse como un humanismo son: a) b) Porque promueve una crítica y lucha contra la alienación del hombre, que tiene como fin acabar con su explotación, acaba con su conversión en cosa (en algo inhumano) y que busca la liberación del hombre. El humanismo marxista aboga, pues, por la libertad del hombre, la racionalidad y la personalidad (su ser persona) del hombre. En este sentido el marxismo mantiene el “ideal” racionalista-ilustrado del hombre. Porque al negar la existencia de un ser distinto superior a la naturaleza y al hombre ateismo) se está afirmando la primacía, suficiencia y autonomía del hombre. Así se enfatiza la naturaleza esencialmente creativa y práctica de los seres humanos. sobre todo el entendimiento de los hombres como productores de naturaleza. Entre sus influencias posteriores son destacables: a) En Sartre, para este autor, el marxismo tiene de bueno el hacernos tomar conciencia del momento históricopero falla en que no hace un auténtico examen de la existencia humana en términos de libertad. b) En Gramsci (en la importancia de las ideologías como instrumento del poder) estudia los instrumentos que el poder del Estado tiene para reproducir la ideología de la clase dominante (la escuela, la religión, la información, la policía, el ejército…) c) En los intelectuales de la escuela de Fankfurt que tenían en común su rechazo al sistema capitalista, que reinterpreta el marxismo como una postura crítica, un método de análisis social, tratando de descubrir y denunciar los elementos deshumanizadores que existen bajo la apariencia de racionalidad en la sociedad científica e industrial del siglo XX, con una finalidad emancipadora, pero rectificando aquellos elementos que ya no son válidos.